Teniendo en cuenta que la cantidad de números que entran en el sorteo se aproxima a los cienmil se llega, fácilmente, a la conclusión de que la probabilidad de que hubiera tocado el premio Gordo a ese número, al menos una vez, en el transcurso de los últimos cien sorteos de Navidad es, aproximadamente, de 1 entre 1000.
Dicho de otra forma, y hablando en términos estadísticos:
Por cada 1000 familias que hubieran jugado a la lotería a lo largo de los últimos cien sorteos de Navidad, únicamente a una de esas familias le habría tocado el Gordo al menos en una ocasión.
Por cada 1000 familias que hubieran jugado a la lotería a lo largo de los últimos cien sorteos de Navidad, únicamente a una de esas familias le habría tocado el Gordo al menos en una ocasión.
Lo anterior pone claramente de manifiesto lo muy improbable de resultar agraciado, con el premio Gordo, en los sorteos de lotería.
¿Es consciente de ésto el ciudadano de a pie que gasta, en algunas ocasiones, cantidades desorbitadas en el sorteo de Navidad?
Pienso que, en la mayoría de los casos, no lo es...
Pienso que, en la mayoría de los casos, no lo es...
La lotería de Navidad lo que acaba siendo, siempre, es una enorme fuente de ingresos para el Estado (que es el que realmente gana).
Para la ciudadanía la lotería de Navidad, a la que bien se podría renombrar como "el timo de los sueños rotos", es, en definitiva, un impuesto que, a diferencia de otros, por si fuera poco, no es, en absoluto, equitativo porque, desgraciadamente, en muchas ocasiones, aquellos que más juegan son, precisamente, aquellos que menos tienen ya que lo hacen con la falsa esperanza de que la lotería les saque de su pobreza...
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