lunes, 20 de abril de 2020

AHORA… SUBSIDIARIEDAD Y RESPONSABILIDAD

Cuando por el 11 de marzo tuve la confirmación de que a médicos con síntomas no les estaban realizando la prueba del Covid 19 se me hizo evidente que: a) La pandemia estaba totalmente fuera de control. b) El proyecto político y de imagen del actual gobierno se había ido al traste. 

Pero el futuro también depende del comportamiento de todos nosotros, por acción o por omisión, aunque estar dentro de la Unión Europea supone saber que hay un marco jurídico e institucional organizado para la toma de decisiones y también unas ciertas garantías en el marco de la economía de mercado con una mejor financiación. De esto se escuchará mucho en las noticias en estos próximos días.

Si nos preguntan, ¿qué pasará en nuestra sociedad después de la pandemia? Pues pasará algo similar a cuando a Unamuno le preguntaron si duraría mucho la Dictadura. Su respuesta fue sensata: “Depende de lo que empujemos”. Así que de esta crisis, según se actúe, saldremos con más protagonismo de la sociedad y sus asociaciones o más dependientes del Gobierno y del Estado, más responsables o más subvencionados...

En el cuadro macroeconómico está claro que el Estado estará más endeudado, por tanto todos nosotros, y eso lleva consigo consecuencias de menos salarios para funcionarios, pensionistas, trabajadores... que se hará por alguno, o varios a la vez, de los siguientes mecanismos:
-Bajar directamente el sueldo. Por ejemplo si un funcionario cobraba 30.000 € brutos al año pasar a 25.000, o un pensionista si cobraba 15.000 pasar a 12.000... más o menos.
-Otra forma de bajarlo es pasar de pagar 4.000 € de impuesto del IRPF a pagar 6.000, 7.000, 8.000...
-También subir el IVA dos, tres puntos... con lo que se pierde por lo menos directamente 2 o 3 % del valor del salario.
-Aumento de impuestos especiales, por ejemplo 5 cts más en el litro de los combustibles, con que con el mismo dinero se hacen menos kms y los bienes costarán más. Se pueden poner nuevos impuestos, tasas, etc.

Bien sabemos que la tendencia de los Gobiernos es hacerse cada vez más poderosos y que los ciudadanos se hagan cada vez más dependientes de ellos. Pero, si queremos ser ciudadanos libres adultos, debemos asumir nuestra libertad y responsabilidad social. Para eso pueden ser muy importantes algunas de las enseñanzas de la Doctrina Social de la Iglesia aplicables aquí, de las que destaco:
-El Principio de Subsidiaridad que defiende que lo que puede hacer una persona o un grupo más pequeño no se lo impida un grupo mayor o el Gobierno, con el correspondiente derecho a la iniciativa económica y social. Lo podríamos resumir como Autogestión.
-El Trabajo sobre el Capital, es decir, que el dinero debe estar al servicio de las personas, lo que implica el  Destino Universal de los Bienes y la Solidaridad.

Humanamente es claro que ganarse el sustento con el propio trabajo dignifica más a las personas que otros medios de vivir o sobrevivir. Por eso serían importantes cosas pequeñas a hacer como:
-Dar oportunidad a que las personas puedan ejercer su trabajo mediante obras pequeñas, o no tan pequeñas, buscando que sean las más eficientes económica y socialmente ahora y en el futuro.
-Consumo solidario, responsable y ecológico para sostener el trabajo.
-Compartir el trabajo con diversas fórmulas.
-Préstamo sin interés a familiares, amigos, vecinos, necesitados... para que puedan poner en marcha su puesto de trabajo y comenzar a ganarse la vida. Esto es legal al menos desde 2011, aunque no sea nada anunciado en los medios por razones obvias. (¿Con parte a fondo perdido?).
-Seguir por la senda de aquel grupo de militantes de la HOAC que en Valencia en el año 1963 crearon un nuevo tipo de empresa, la Sociedad Anónima Laboral (de los Transportes Urbanos de Valencia, SALTUV), para hacerse cargo de la Compañía de Tranvías y Ferrocarriles ante el fin de la concesión al dueño anterior. Así, hoy, crear también nuevos modelos económicos desde la solidaridad.
-Por supuesto, sin olvidar lo urgente de que a nadie le falte el sustento diario, pero con la mirada puesta en lo importante, ¡qué puedan ganarlo cuanto antes!.

Para terminar, quiero traer aquí el criterio justo para evaluar las decisiones que pongan en marcha los Gobiernos y otras instituciones, que resumen muy bien los obispos de USA en “Justicia Económica para Todos”, nº 24: “Hay que evaluar las decisiones (de política económica) a la luz de lo que hacen POR los pobres, lo que hacen A los pobres y lo que posibilitan que los pobres hagan POR SI mismos. El criterio moral fundamental para todas las decisiones, las políticas y las instituciones económicas es el siguiente: deben estar al servicio de todos y especialmente al servicio de los pobres”.


Ahora más que nunca: AUTOGESTIÓN


Antón Negro

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