lunes, 20 de enero de 2025

APRENDIENDO CON UNA PAPELETA ELECTORAL


Escribir sobre política es complicado porque prima lo emocional sobre lo racional y cuesta mucho que las personas se pongan en disposición de razonar y aprender. En este caso, pasados unos 10 años de esta papeleta electoral y como el de la foto ya no concurre a elecciones, pienso que se dan las condiciones idóneas para analizar y aprender con ese hecho.

Recuerdo que en aquel momento comentaba con amigos sobre la papeleta: “¿cómo le consienten los compañeros de la lista y los miembros del partido que el logo de la candidatura sea su rostro? ¿Saben lo que eso significa democrática y políticamente?” Espero que ahora, olvidando la persona concreta, nos centremos en lo que el hecho enseña y dejemos a un lado al cabeza de cartel.

La primera enseñanza es que la organización es una persona. No aparece partido, estructura, institución, ideas u objetivos sociales compartidos. En el fondo nos viene a decir: todo el poder para el líder, él es la cara de la lista electoral para los votantes llamados a confiar en él y no en todos los demás.

En lo referente al nombre de la lista electoral, Podemos, vemos que es un verbo en plural que tiene tres sílabas, PO-DE-MOS, que viene ser la traducción de tres monosílabos, YES, WE CAN (sí, nosotros podemos), el eslogan que llevó a Obama a la presidencia de los Estados Unidos de América. En esto no muestran mucha creatividad al recurrir a una probada estrategia publicitaria. Por eso hablaba de “asaltar los cielos” para él y sus “camaradas”. No se percibe un compromiso solidario transformador de la sociedad. Sí, es verdad que de su actividad previa se puede aprender bastante sobre cómo formalizar una candidatura y mucho de marketing electoral, que no son objeto de esta reflexión.

Los miembros de la candidatura, también profesores de la Facultad de Políticas en la Universidad Complutense, se marcharon de la formación poco a poco acusando al de la foto de autoritario, lo que cómo se dijo antes, era lo que se expresaba en la configuración de la papeleta. Ellos, profesores de política, deberían haberlo descubierto al principio.

En democracia no se necesitan jefes autoritarios ni “salvapatrias”, sino servidores públicos de los ciudadanos a los que deben tratar como jefes y no como súbditos. La desconfianza ante el autoritarismo estaba en la mayoría de los miembros de la Asociación Internacional de Trabajadores que en un manifiesto de 1872 afirmaba: “Es menester que no fiemos a ninguna clase, a ningún partido, a ningún poder la obra de nuestra emancipación”. En el preámbulo de sus estatutos ya constaba que “la emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos” y que la lucha social no era para “constituir nuevos privilegios sino a establecer para todos los mismos derechos y los mismos deberes”. Esta línea del socialismo libertario fue mayoritaria frente a la del socialismo autoritario por lo menos hasta la guerra civil de 1936.

El socialismo libertario con su tradición autogestionaria está en las antípodas de esta papeleta. Claro está que, si “la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, esto concuerda con la autogestión que no permite autoritarismos ni despotismos ilustrados que avasallen a los ciudadanos.

Las enseñanzas de la Iglesia no son a favor de jefes autoritarios, sino de promoción del pueblo y de las personas y lo establece en el principio de subsidiariedad que ya formuló con claridad Pío XI en la Quadragesimo Anno n. 79: “Como no se puede quitar a los individuos y darlo a la comunidad lo que ellos pueden realizar con su propio esfuerzo e industria, así tampoco es justo, constituyendo un grave perjuicio y perturbación del recto orden, quitar a las comunidades menores e inferiores lo que ellas pueden hacer y proporcionar y dárselo a una sociedad mayor y más elevada, ya que toda acción de la sociedad, por su propia fuerza y naturaleza, debe prestar ayuda a los miembros del cuerpo social, pero no destruirlos y absorberlos”, que viene a decir que lo que pueda afrontar una persona o un grupo inferior no lo debe solventar un grupo superior o un gobierno.

Josep Borrell, con varios cargos de peso en los diversos gobiernos del PSOE y en la Comisión Europea, reconoció la eficiencia del principio de subsidiariedad cuando en Sevilla (27-X-99) afirmó: “Hay vías más directas de acción en las parroquias que en las casas del pueblo del PSOE”. Con su currículo no se puede decir que Borrell sea un ignorante.

Ahora más que nunca: Autogestión

Antón Negro

sábado, 18 de enero de 2025

LES INVISIBLES - Jornaleras de Huelva en lucha

‘Lo invisible’, el documental de la Fundación Rosa de Luxemburgo sobre la «otra realidad» del fruto rojo onubense, se estrena en abierto en YouTube y otras plataformas.

Dirigida por Sven Rufer y promovida por  la Fundación Rosa de Luxemburgo. 

+ info: https://revista.lamardeonuba.es/lo-invisible-la-otra-realidad-del-fruto-rojo-onubense-llega-a-la-gran-pantalla/

viernes, 17 de enero de 2025

Loa a la solidaridad


Juan Gérvas, médico general rural jubilado, Equipo CESCA, Madrid, España
jjgervas@gmail.com www.equipocesca.org @JuanGrvas
Mercedes Pérez-Fernández, Especialista en Medicina Interna, médico general jubilada, Equipo CESCA, Madrid, España. mpf1945@gmail.com

¿Qué es solidaridad?

La adhesión/apoyo a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles. Es decir, es un valor, algo que estimamos como importante individual y socialmente.

Solidaridad rima con compasión y ternura, con afecto y respeto por todo ser humano, con la vitalidad que da el sabernos finitos, con enterrar a los muertos y respetar a los débiles, con el apoyo incluso de quien no esperamos apoyo, con la dignidad de ser humano, con ayudar quienes forman parte de nuestra tribu, e incluir a todo humano en la tribu, etc.

 

¿A qué “suena” solidaridad?

A nosotros nos suena a muchas cosas, todas importantes:

1. A comunidad. Ese grupo con intereses comunes que incluye a toda la especie humana.

2.   A compromiso. Ese aceptar una posición difícil o incómoda por otros, con sus inconvenientes que se juzgan justificados.

3.   A dignidad. Esa cualidad consustancial a lo humano que hace posible vivir sin humillaciones y que exige el respeto a los demás tanto como a uno mismo.

4. A fraternidad. Ese vínculo de afecto que hace tratar a los demás en hermandad, como hermanos.

5.   A generosidad. Ese compartir sin esperar nada a cambio, “porque sí” que de facto implica una sana y noble correspondencia en el sentido de “hoy por ti y mañana por mí”. 

6.   A hospitalidad. Ese recibir y acoger al visitante y al extranjero (al “otro”, al que está en minoría, es débil o está desplazado) como si fuera “de los nuestros”, sin preguntas que ofendan y aceptando las diferencias.

7.   A integridad. Ese respeto sólido por los demás y por nosotros mismos, en las situaciones corrientes y en las extraordinarias.

8.  A lealtad. Ese cumplimiento de los compromisos implícitos y explícitos aceptados respecto a los demás a los que no se les da la espalda, y menos en situaciones comprometidas y duras.

9.   A libertad. Esa capacidad de pensar y obrar según la propia conciencia, incluso en contra de los poderes establecidos y de las ideas dominantes.

10. A paz. Ese sentimiento positivo de tranquilidad con uno mismo, en lo individual, y de serenidad social que permite el desarrollo íntegro de todos los miembros de una población.

11. A sociedad. Esa agrupación humana basada en la tolerancia y en la aceptación de normas que facilitan la plenitud de la vida según capacidades, deseos, expectativas y valores de todos los individuos y grupos.

12. A valentía. Ese coraje y determinación para enfrentarse a situaciones arriesgadas y difíciles, diarias y extraordinarias, y cumplir con lo que se espera, por el propio individuo y por la comunidad.

 

Un ejemplo concreto de solidaridad: el sistema educativo público

Es cruel que la educación llegue a quienes menos lo precisan, los individuos que pertenecen a las clases medias y altas, que ya de por sí tienen grandes oportunidades en la vida para su pleno desarrollo. Cuando no hay una educación pública de calidad se pierden los talentos naturales de los individuos de clase baja, de todos en conjunto y de los brillantes en particular. 

La educación pública de calidad disminuye el “daño” de los determinantes sociales que ceban el círculo infernal que hunde en la miseria a quienes se niegan oportunidades por ser pobres. Así, los datos españoles de la comparación internacional de la educación en infancia y adolescencia (PISA) certifican lo que podemos esperar, que los alumnos más desfavorecidos tienen un riesgo hasta 11 veces mayor de repetir curso.

La buena noticia es que un 39% de los escolares sin recursos españoles rinden más de lo previsto en PISA. Es decir, que de alguna manera se compensan y superan los determinantes sociales.

“En 2006, un 28% de los españoles del cuartil con menos recursos socioeconómicos —se miden las posesiones, el nivel de estudios de los padres y el desempleo en el hogar— sacaba mejor nota de la prevista y en 2015 la cifra creció hasta el 39%”. 

Marí-Klose no cree que la resiliencia se deba tanto al talento de los chicos, “eso es una lotería”, sino a otros factores que van más allá de la constancia o la confianza en uno mismo. Lo achaca a que muchos padres se implican más que antes en la educación de los hijos, hay más comunicación, exigencia y un entorno afectivo más favorable. También inciden, piensa, unas escuelas con unos docentes muy entusiastas “que inculcan una forma de ver el mundo y que son capaces de corregir trayectorias de desafección que aparecen muy temprano, antes de los 10 años”. 

“El sociólogo también subraya el éxito del “Programa de Acompañamiento y Apoyo Escolar (PROA)” que se puso en marcha con los socialistas en 2004 y que dejó de financiar el ministro del PP, José Ignacio Wert en 2013. Marí-Klose cree que esta falta de respaldo a los más excluidos desde 2012 (al aumentar el ratio de alumnos por clase y menguar los medios) pasará factura a medio plazo, pero no en estos escolares que llegaron a aprovechar algunos años del PROA. Tener acceso a actividades extraescolares, medios de transporte o bibliotecas también condiciona el rendimiento”

https://politica.elpais.com/politica/2017/09/19/actualidad/1505847392_687752.html 

España tiene mayor porcentaje de estudiantes en niveles de rendimiento bajo que la media del mundo desarrollado, así como menos en los niveles altos. Al mismo tiempo, dicha dispersión en los resultados relativamente baja apunta a una distribución más equitativa de la media de las competencias. Tanto en España como en el conjunto de los países, obtener buenas puntuaciones se asocia con menor desempleo, mayores salarios, mejor nivel de salud percibida, y grados de satisfacción con la vida más elevados

https://elpais.com/educacion/2024-12-10/informe-pisa-de-adultos-espana-acorta-distancias-con-los-paises-desarrollados-en-las-habilidades-educativas-de-su-poblacion.html 

 

El sistema sanitario público de cobertura universal como ejemplo de solidaridad

El sistema sanitario público de cobertura universal es la mejor expresión de la solidaridad social y sus fines son:

1/ evitar las bancarrotas por enfermedad (muy frecuentes donde no hay tal sistema, como en Estados Unidos, por ejemplo) y

2/ prestar servicios sanitarios según necesidad (equidad, tanto horizontal "lo mismo para los que tienen la misma necesidad" que vertical "más a quien precisa más").

Como en Estados Unidos, donde hay mucha “caridad” (filantrocapitalismo) y mucho sistema sanitario privado hay poca salud

https://web.archive.org/web/20170621233700/http://www.actasanitaria.com/solidaridad-menos-donaciones-y-mas-obligaciones/

https://www.healthsystemtracker.org/chart-collection/quality-u-s-healthcare-system-compare-countries/

Es decir, el sistema sanitario de cobertura universal responde a cuestiones de convivencia, ética, justicia y valores; es decir, a cuestiones de solidaridad. No es, pues, una cuestión preponderantemente monetaria ni sanitaria.

La cobertura universal por sí misma no implica nada. 

La equidad exige que la cobertura universal lleve servicios apropiados y de calidad a donde más se precisan, a los ancianos recluidos en sus domicilios, a los lugares rurales y remotos, a los asentamientos pobres, a las poblaciones nativas, a las cárceles, a los excluidos y marginados y entre ellos a los que carecen de hogar/familia, como enfermos mentales que viven en la calle.

La equidad sólo se puede buscar con una atención primaria fuerte que lleve los servicios sanitarios hasta donde no llegan otros servicios, y que promueva unas políticas que reduzcan la inequidad. 

Sin una atención primaria fuerte para ricos y pobres y sin la cobertura universal de salud se llega a un uso dis-armónico e insolidario en que los ricos reciben en exceso cuidados innecesarios y a los pobres no les llega la atención precisa; eso justo explica que en Estados Unidos se haya cuadriplicado (multiplicado por más de 4) la mortalidad materna

http://www.nogracias.eu/2016/08/26/estados-unidos-no-es-el-ejemplo-a-seguir-en-politica-sanitaria-como-demuestra-su-creciente-mortalidad-materna/

La cobertura universal en salud significa servicios apropiados y de calidad que palien/disminuyan el cumplimiento de la Ley de Cuidados Inversos (reciben más servicios sanitarios quienes menos lo precisan y esto se cumple más cuanto más se orientan a lo privado los servicios sanitarios); esta Ley fue enunciada por un médico general inglés Julian Tudor Hart en 1971 y se cumple siempre 

https://www.sochealth.co.uk/national-health-service/public-health-and-wellbeing/poverty-and-inequality/the-inverse-care-law/ 

http://gerentedemediado.blogspot.com.es/2017/09/investigadores-del-1-cuartil-y-3-julian.html 

Bernie Sanders, el demócrata estadounidense que compartió candidatura y perdió frente a Hillary Clinton pide "Medicare for all". Es decir, el sistema de cobertura pública que cubre a los ancianos en EEUU, el Medicare, para todos, ampliando su cobertura poco a poco hasta llegar a todas las edades

https://elpais.com/internacional/2017/09/13/estados_unidos/1505324205_745040.html
https://www.nytimes.com/2017/09/13/opinion/bernie-sanders-medicare-single-payer.html?mcubz=3
https://www.theguardian.com/us-news/2017/sep/13/bernie-sanders-universal-healthcare-medicare-for-all

Es menos que nada, cobertura universal, pero no habla de problemas de ineficiencia, ni de atención primaria fuerte, ni de desigualdad que son claves en la solidaridad eficaz, como revisaron en el New England 

http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMp1708704 

http://www.actasanitaria.com/como-mejorar-el-sistema-sanitario-con-atencion-primaria-fuerte/ 

 

En síntesis

La solidaridad nos hace humanos. 

Seamos humanos solidarios promoviendo y defendiendo la educación pública de calidad y la atención sanitaria que presta un sistema público de cobertura universal que busca la equidad. 

lunes, 13 de enero de 2025

HUELLAS DE PATARROYO (+), UN CIENTÍFICO VALIENTE - Benjamín González/Eugenio Rodríguez

Benjamin González Miranda
Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Cabueñes (Gijón

Un científico muy valiente. Glaxo (entonces la 1ª y más poderosa e influyente multinacional) le vetó varios años para el Nobel.

Se lo pregunté a él directamente en un aula de la Facultad de Medicina de Oviedo abarrotada y él, siempre tan gentil y caballero, simplemente reconoció públicamente que había otros intereses de tipo económico, sin querer hurgar en la herida. Simplemente dijo que él solo quería que su trabajo e invención fueran útiles y accesibles a los más necesitados, los millones de enfermos, la mayoría pobres y en países empobrecidos, que mueren de malaria… Y también “que Glaxo no admitía su condición de distribuirla a poco más del precio de coste, poco más de medio dólar…” Posteriormente y con esa condición la donó OMS y esta, controlada también por grandes intereses, la metió en un cajón y argumentó que su eficacia (en los ensayos clínicos bastante mayor que la de la gripe), no era suficiente. Y se negó a facilitar, en todo caso, medios para su desarrollo y mejoría.

Con su hijo, Manuel Alfonso Patarroyo, que me respondía los correos, estuve tomando café y charlando más de una hora durante el descanso de un Congreso de la SIBI en Gijón. Contaba confidencialmente que lo que Glaxo (luego GSK) le ofrecía a su padre eran enormes privilegios para su investigación y su vida y, sobre todo, cantidades desorbitadas de dinero como para poder vivir más que holgadamente toda su extensa familia. Todo a cambio de cederles a ellos y que comercializaran ellos su patente de la vacuna sintética.

Manuel Elkin Patarroyo fue, además, un hombre virtuoso como científico y, como cristiano, fue virtuoso de fe, esperanza y caridad.

Eugenio R. con Manuel E. Patarroyo
Una coincidencia con alguien a quien admiro

Ha muerto un científico solidario
Eugenio A. Rodríguez

El 9 de enero de 2025 falleció Manuel Elkin Patarroyo en Colombia. Patarroyo también recibió un reconocimiento, también el de la Universidad de Las Palmas. Mucho antes, en 1994, recibió el Príncipe de Asturias.

Lo más destacado de Patarroyo es que donó gratuitamente el fruto de su investigación para que la vacuna contra el paludismo-malaria fuera lo más barata posible. No es el único científico que no quiere vivir de las rentas pero la industria farmacéutica cuenta con la complicidad de los que quieren estirar y estirar los derechos de propiedad intelectual. Si en caso de necesidad se pueden tomar los bienes de donde sea qué decir de la necesidad de los bienes intelectuales. Es moral poner en duda la propiedad intelectual sobre todo en las dimensiones actuales. La industria farmacéutica en nombre de la investigación concentra bienes en modo escandaloso.

También es importante que esta vacuna fue la primera contra la malaria de carácter sintético. Eso le da algunas ventajas para su realización y distribución. Pero es que además dedicó grandes esfuerzos de su vida a mejorarla. Es lo lógico sí, pero sin embargo hoy es frecuente lapidar a quienes piden que tal o cual vacuna mejore, o que tal o cual vacuna no se distribuya hasta que se mejore.

Cuando coincidí con él por casualidad en un avión y simplemente le saludé y pedí una foto (en mi perfil de facebook está) fue cordial y sencillo. Tuve que explicar a las tripulantes de cabina quién era aquel señor mayor a quien no conocían. En su Laboratorio de Inmunología, en el Hospital San Juan de Dios, en Bogotá, también se ha investigado sobre lupus, marcadores genéticos, leucemia, susceptibilidad genética de la fiebre reumática, tuberculosis, lepra, mielona múltiple y artritis.

Es importante reconocer a Patarroyo porque es todo un emblema de la ciencia al servicio de los problemas de la humanidad, y no de los problemas pequeños de los más pudientes. Es importante reconocer a quien ha investigado sobre una vacuna tremendamente necesaria y no sobre vacunas-negocio completamente innecesarias, que también las hay. Es importante reconocer a quien sigue investigando y no se ancla en los éxitos, a quien hace de su vida una ofrenda, a quien se plantea los problemas comunes.

miércoles, 8 de enero de 2025

BERNAT SORIA Y SU (INTERESADA) INTERVENCIÓN EN LA VACUNA DEL PAPILOMA - LA VACUNA DEL PAPILOMA EN 9 CUESTIONES



Vacuna del papiloma. Nueve cuestiones y una conclusión

Juan Gérvas, médico general rural jubilado, Equipo CESCA, Madrid, Españajjgervas@gmail.com www.equipocesca.org @JuanGrvas
Mercedes Pérez-Fernández, especialista en Medicina Interna, jubilada, Equipo CESCA. 
mpf1945@gmail.com

1.- Los gérmenes, ¿producen siempre enfermedad?

No. Los gérmenes forman parte del conjunto de la materia viva, sólo a veces provocan enfermedades y en general contribuyen al esplendor de la vida misma.
Por ejemplo, en el cuerpo humano hay más material genético de gérmenes que del propio ser humano. Incluso nuestro material genético propio (de la especie humana) contiene fragmentos de material genético de virus, casi un 10% del total.

Los gérmenes que habitan el cuerpo de los humanos cumplen muchas funciones “sanas”, beneficiosas, como sintetizar vitamina K y ácido fólico en el intestino (productos esenciales), o producir ácido láctico en la vagina (con lo que se acidifica el ambiente, se impide el crecimiento de otros gérmenes patógenos y se mantiene la ecología vaginal normal).
Otro muchos gérmenes habitan el cuerpo humano pero no sabemos qué función tienen. Por ejemplo, los virus del papiloma, que viven en nuestra piel sin producir daño en general (pero a veces provocan las verrugas), o en la vagina. En la vagina tampoco dañan, excepto en algunos casos raros en que producen degeneración celular del cuello de útero.
De los más de 150 tipos de virus del papiloma, unos 15 tienen capacidad cancerígena en el cuello del útero y sólo cuando persisten infectando durante años (entre 20 y 30 años seguidos).
Dichos virus llegan a la vagina y al cuello del útero a través de la actividad sexual con penetración (la piel del pene ¿y la de los dedos?) y allí infectan a 
las células produciendo una reacción inmunológica que “aclara” (elimina espontáneamente) la infección en más del 90% de los casos.
Las mujeres jóvenes son más “fáciles” de infectar por el virus del papiloma humano, y por más tipos diferentes, quizá en relación con la “virginidad” de su sistema inmumológico celular del cuello de útero.
Con los años las mujeres desarrollan inmunidad celular en el epitelio del cuello del útero y se infectan más raramente.

2.- ¿Es correcto hablar de erradicación de enfermedades infecciosas?

No. Los humanos hemos convivido con gérmenes infecciosos a lo largo de toda nuestra evolución y hemos logrado una cierta “convivencia” que se complicó mucho con la domesticación del ganado y al vivir sedentariamente en núcleos urbanos.

Ciertamente, pudimos erradicar la viruela pues es causada por un virus que infecta sólo a humanos y contábamos con una vacuna sumamente eficaz.

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Pero en general hay que aspirar modestamente a una gestión integrada de infecciones, en el mismo sentido que se controlan las plagas en agricultura que se basa en la puesta en marcha conjunta de una serie de medidas ecológicas orientadas a incrementar la protección de los cultivos como paso previo a la aplicación de fitosanitarios.

Dicha gestión integrada conlleva evitar el uso de fitosanitarios, que quedan como último remedio. Así, en paralelo, respecto a las enfermedades infecciosas, lo fundamental es mejorar la sociedad, los trabajos, las viviendas y los barrios, el acceso y depuración de aguas, la cadena alimentaria, la higiene individual y grupal, la redistribución de la riqueza, la democracia, el apoyo a las familias, el sistema sanitario, etc y emplear juiciosamente y como último remedio otros medios tipo antibióticos, antivirales, vacunas y cirugía. Como los fitosanitarios en la gestión integrada de plagas en agricultura, la cirugía es lo último, en infecciones “resistentes” como osteomielitis o fascitis necrotizante, o en acúmulos de pus, como la bartolinitis o en el abceso del psoas.

Si no mejoramos la sociedad o si pretendemos erradicar enfermedades infecciosas, terminamos abusando de los antibióticos y de las vacunas.
Hay que tener en cuenta que ambos tipos de medicamentos tienen externalidad negativa; es decir, pueden hacer daño a terceros. Los antibióticos producen inevitablemente resistencia bacteriana, y más si se utilizan irracionalmente. También muchas vacunas producen daños a terceros; tres ejemplos: a/ la vacuna de la tosferina ha forzado la evolución de la bacteria y la ha hecho más agresiva, b/ la vacuna de la difteria facilita la difusión del germen al proteger contra la toxina al vacunado, pero no contra la infección ni el contagio y c/ la vacuna del neumococo fuerza la selección de gérmenes no incluidos en la misma.

Quienes hablan de erradicación de enfermedades infecciosas son arrogantes, están en torres de arrogancia sobre cimientos de ignorancia. Son arrogantes porque son asertivos (saben lo que hay que hacer, sin dudas), presuntuosos (aseguran beneficios sin daños, sin dudas) y despóticos (no admiten ni críticas ni dudas, son acientíficos).

3.- ¿Puedes comentar sobre el papel de las vacunas en salud pública?

Las vacunas son medicamentos de salud pública, que mejoran la salud de las poblaciones.
El beneficio de las vacunas es más comunitario que individual y por ello se aceptan daños. Por ejemplo, la vacuna del sarampión tiene un balance beneficio-daño muy a favor del beneficio y sin embargo produce una encefalitis por millón de vacunados (el sarampión en sí produce una encefalitis por mil casos de enfermedad). En cierta forma, pues, el individuo
se “sacrifica” por la comunidad y, en buena lógica, la comunidad desarrolla sistemas rápidos y generosos de compensación por daños de vacunas, por ejemplo en Alemania, Austria, Francia, Italia, Japón, Noruega, Suecia y otros

muchos países (lo que no es cierto en España, donde puede llevar hasta 17 años el conseguir una mínima compensación en tribunales).
Las vacunas se han ido desplazando de salud pública a salud clínica, particularmente a la pediatría (a una pediatría comercial bien regada por las industrias de vacunas con millones de euros).

El desplazamiento del grueso de las vacunas de salud pública a pediatría les ha dado un componente más biológico, más individual, menos solidario, más comercial, menos científico, menos eficiente y más imperativo.
En síntesis, las vacunas se han convertido en un negocio y las industrias han encontrado un filón de oro a base de manipular a la población para vender todo tipo de vacuna creando miedo y sentimientos de culpa. Por ejemplo, en el caso de la vacuna del papiloma, asustando con una enfermedad y causa de muerte muy infrecuente en España (2,6 por 100.000; es decir, que el 99,7% de las mujeres no mueren de cáncer de cuello de útero) y que afecta básicamente a mujeres marginadas (sin techo, prostitutas, drogadictas, etc). Además, creando sensación de culpa en las familias si no vacunan a las 
niñas y engañando con una “opción feminista” para convencer a mujeres y varones.

En el mundo se dan unos 600.000 nuevos casos de cáncer de cuello de útero al año y unas 350.000 muertes, pero concentrado todo ello en los países pobres, donde se dan el 95% de tales casos y muertes.
Es importante recordar que la vacunación es un ejemplo primigenio de biopolítica, en el que lo deseable (conservación de la salud) se convierte en mandato (obligación moral y/o legal de ser vacunado, en este ejemplo).

Las "autoridades", políticos, médicos, técnicos, expertos, periodistas y demás, establecen un discurso y unas normas (siguiendo las indicaciones de los departamento de propaganda de las industrias) que generalmente se imponen a la sociedad, sin mucho diálogo.

4.- ¿Cómo se distingue el uso profiláctico del uso curativo de las vacunas?
Las vacunas se emplean generalmente como profilaxis pues son medicamentos profilácticos (que evitan la enfermedad, o disminuyen sus daños).

Algunas vacunas tienen doble uso, como profilaxis y como tratamiento. Por ejemplo, la vacuna contra la rabia se suele utilizar como tratamiento, tras el contagio, en la Unión Europea tras la mordedura por murciélago (cuando antes mejor). En casos especiales se puede vacunar preventivamente, por ejemplo personal de investigación sobre murciélagos o en espeleólogos que visiten con frecuencia cuevas con murciélagos).

La vacuna contra el papiloma de tener algún uso sería el profiláctico (la vacunación de vírgenes, que no hayan tenido actividad sexual) pues se ha demostrado que la vacuna es perjudicial (en el sentido de incrementar la posibilidad de cáncer de cuello de útero) si hay ya contagio por el virus del papiloma.

Hay ginecólogos y ginecólogos y, como en toda profesión, los hay honrados y sensatos. Pero los hay que recomiendan la vacuna contra el virus del papiloma humano en sus consultas privadas y públicas a las mujeres con alteraciones en la citología e incluso, en su caso, tras la conización.

El consejo es breve y contundente: “La vacuna le ayudará a vencer la enfermedad”. Las mujeres cumplen la recomendación y compran la vacuna (hasta 173 euros la dosis, y son tres dosis).
Las mujeres creen de verdad que “La vacuna ayuda a vencer la enfermedad” pero tal recomendación carece de ciencia y de ética.

Tales ginecólogos se convierten en astrólogos negociantes al hacer una recomendación de ese estilo pues la vacuna no es curativa (y por ello no está indicada para infecciones activas del virus del papiloma) ni tiene efecto sanador sobre enfermedad clínicamente establecida.

5.- ¿Qué información se precisa para valorar una vacuna?

Para valorar apropiadamente una vacuna, por ejemplo la vacuna del papiloma, precisaríamos tener estudios en que hubiera datos, al menos, de siete variables:
1/ incidencia de cáncer de cuello de útero, localizado e invasivo, ajustado por tipo de virus encontrado, y su relación con los antígenos de virus de la vacuna utilizada,
2/ incidencia y mortalidad por efectos adversos de la vacuna,
3/ incidencia y beneficios generales, por ejemplo de conificaciones evitadas, sobre equidad, etc,
4/ mortalidad por cáncer de cuello de útero,
5/ incidencia y mortalidad por todo tipo de cáncer,
6/ mortalidad global, por todas las causas,
7/ control del sesgo sano vacunado (se vacuna la población más sana y concienciada) como incidencia y mortalidad por accidentes de tráfico, laborales y domésticos, caídas, quemaduras, fracturas, etc.
De estas siete variables no tenemos ningún dato. Y son importantísimos, pues, por ejemplo, una vacuna del papiloma podría disminuir la incidencia de cáncer de cuello de útero por los virus contra los que se vacuna pero, al dejar 
el “nicho vacio”, otros virus podrían ser más agresivos e incrementar los casos de cáncer de cuello de útero y, al cambiar la inmunidad, aumentar los casos de todo tipo de cáncer y su mortalidad, que es lo que se ha demostrado en los ensayos clínicos.
Las vacunas tienen efectos no-específicos, sin relación con la enfermedad contra la que se vacuna, tanto positivos como negativos. Por ello conviene tener idea de la mortalidad global, que puede aumentar con algunas vacunas concretas (por ejemplo, en niñas vacunadas con la vacuna de tosferina, difteria y tétanos).
Además de las dudas sobre la seguridad hay múltiples cuestiones que llaman a la cautela pues carecemos de información suficiente. Entre ellas:

1/ Subgrupos de riesgo. Se desconoce si la efectividad de la vacuna es igual en todas las mujeres o no, lo que daría idea de la necesidad de actuar sobre grupos concretos o sistemáticamente en toda la población.
2/ Poblaciones de bajo riesgo. La baja prevalencia de cáncer de cuello de útero e infecciones por el virus del papiloma en España debe hacer pensar que la eficacia no es directamente extrapolable aquí.

3/ Infecciones previas. Se sabe que la vacuna no elimina la infección, pero no qué efecto clínico tendría vacunar a mujeres con infecciones previas. Hay datos que sugieren que esto aumentaría el riesgo de displasia, pudiendo paradójicamente condicionar mayor riesgo de evolución a cáncer de cuello de útero.
4/ Coinfecciones múltiples. Se desconoce el efecto de la vacuna en mujeres con coinfecciones por otros virus como herpes, inmunodeficiencia humana, etc.
5/ Grupos de edad. Aunque la ficha técnica de ambas vacunas autoriza su administración a partir de los 9 años de edad, los estudios disponibles solo han incluido a mujeres entre 15 y 45 años; en niñas a partir de 9 años únicamente se han realizado estudios de inmunogenicidad.
6/ Interferencia con otras vacunas y enfermedades. Se desconoce el efecto inmunológico de su administración conjunta con otras vacunas o qué situaciones pudieran disminuir su efectividad, como inmunodeficiencia o enfermedades autoinmunitarias.
7/ Relajación de medidas protectoras. La falsa sensación de seguridad al vacunar a escolares y adolescentes podría relajar las medidas preventivas de salud pública, y reducir la efectividad de la vacuna.
8/ Inmunidad a largo plazo. Hay dudas sobre el mantenimiento de la inmunidad de la vacuna. También se desconoce su efecto sobre la inmunidad natural. La vacuna produce anticuerpos en sangre mientras la inmunidad natural los producen en las células del cuello del útero. En todo caso, en Australia las industrias devolverán el dinero de las vacunas si la inmunidad dura menos de 30 años.
9/ Protección cruzada y de rebaño. Se postula que la vacuna posee potencial de protección cruzada (a tipos no incluidos en la vacuna) y de inmunidad de rebaño (a personas no vacunadas), lo que añadiría beneficios a los mostrados hasta ahora. Sin embargo, parece que el grado de inmunidad cruzada es bastante modesto, si alguno.
10/ Reemplazo de tipo. Se ha observado que algunas vacunas sistemáticas pueden provocar desequilibrios en la ecología local de los gérmenes favoreciendo el desarrollo de otros tipos no incluidos en la vacuna, como sucede con la vacuna del neumococo. Si se confirmara el reemplazo de tipo, habría que estudiar su impacto sobre la incidencia y agresividad de lesiones premalignas y malignas.
11/ Ética. Son muchas las cuestiones éticas ignoradas, como la falta habitual de un cons
entimiento informado y la “imposición” social con la vacunación en las escuelas. También el debate acerca de introducir una actividad de

prevención primaria (la vacuna) que no evita la necesidad de mantener un programa de prevención secundaria (la citología y/o determinación del contagio por el virus del papiloma).
12/ Gasto. La vacuna del papiloma es una vacuna cara, cuesta más que todas las vacunas básicas juntas. Se suma al coste de otras muchas nuevas vacunas, cada vez más caras y para enfermedades más infrecuentes.

6.- ¿Qué es el sesgo del “sano vacunado”?

El sesgo del sano vacunado (“healthy bias”) es un sesgo típico de las actividades preventivas pues suelen ser más aceptadas por quien menos las precisan.
En general, la prevención traslada tiempo y dinero sanitarios desde los pobres a los ricos, de enfermos a sanos, de analfabetos a universitarios y de ancianos a jóvenes. Por ello la prevención es profundamente inequitativa, como se demuestra respecto a las vacunaciones.
Así, la prevención logra casi resultados milagrosos, literalmente imposibles. Por ejemplo, la vacuna de la gripe llega a disminuir la mortalidad total casi a la mitad, incluso cuando no hay epidemia de gripe; también disminuye los infartos de miocardio y otras muchas enfermedades. En otro ejemplo, los medicamentos para el colesterol disminuyen las muertes por infartos de miocardio, accidentes de tráfico, laborales y domésticos, quemaduras, etc. Lo mismo se ha demostrado respecto a las vacunas de la covid, que disminuyen la mortalidad en general.
Gran parte del efecto beneficioso atribuido a las actividades preventivas, vacunas incluidas, se deben al sesgo del sano vacunado y por ello se consiguen resultados espectaculares.
Otra forma del sesgo del sano vacunado es el uso de servicios; por ejemplo, en Escocia, las mujeres que se vacunan contra el papiloma luego participan el doble en los programas de cribado de cáncer de cuello de útero (citología y demás) que las no vacunadas.

7.- ¿Qué es la vacunancia?

La vacunancia es la visión mágica de las vacunas, una visión que las convierte en medicamentos milagrosos, con beneficios extraordinarios.
Por ejemplo, en vacunancia ya se sabe: "Todo efecto beneficioso es causal. Todo daño es casualidad" Los beneficios tienen causa unívoca (la vacuna), sin ninguna duda, mientras los daños tienen multicasualidad y causas discutibles (nunca la vacuna).
Según la vacunancia el uso racional de las vacunas es utilizarlas todas y 
siempre pues hay dos lemas clave: “las vacunas salvan vidas” y “las vacunas funcionan”.
La vacunancia niega el debate científico y ético sobre el mejor uso de las vacunas, sobre su efecto en evitar sufrimiento y muertes cuando se utilizan adecuadamente las eficientes.

Mucha vacunancia se sostiene con estudios que no corrigen el sesgo de sano vacunado.

8.- ¿Puedes valorar la vacuna del papiloma en los ensayos clínicos aleatorizados y en la práctica (estudios observacionales)?
En los ensayos clínicos aleatorizados se elimina el sesgo del sano vacunado, que no se elimina en los estudios observacionales.
En los ensayos clínicos aleatorizados se elige al azar a quién vacunar y a quién no vacunar (el azar hace que los grupos de comparación sean similares en todo, incluyendo respecto a salud).
En los estudios observacionales se vacuna quien quiere (y quien quiere suele ser quien está más sano, quién tiene mejor salud).
En los ensayos clínicos controlados aleatorizados a largo plazo de vacunas contra el papiloma en mujeres de 24 a 45 años se demostró que la mortalidad total y la mortalidad por cáncer se multiplicaron por 5,0 y 7,4 veces, respectivamente. Ningún estudio demostró impacto alguno en la incidencia del cáncer invasivo relacionado con el virus del papiloma.
Aunque no hay ensayos clínicos aleatorizados que demuestren que la vacuna del papiloma reduzca la incidencia de cáncer cervicouterino invasivo, hay cinco estudios observacionales que indican una reducción aparente del cáncer de cuello de útero (o relacionado con el virus del papiloma) y un estudio observacional que demostraba una aparente reducción del cáncer anal en mujeres. Sin embargo estos aparentes efectos protectores desaparecieron 
tras ajustar por el efecto del sesgo del sano vacunado” (“más sanos vacunados”) (“healthy bias”).
Entre las mujeres que recibieron la vacuna a la edad de 17 o más años, se multiplicó por 2,8 la incidencia de desarrollar cáncer anal. Son frecuentes los efectos adversos graves de la vacuna del papiloma como disminución de la fertilidad, enfermedades autoinmunes, problemas cognitivos y trastornos del movimiento.
En la práctica, en los estudios observacionales, todo son alharacas y vacunancia pues las vacunadas consiguen no tener casi lesiones del cuello del útero, y por supuesto no hay casi efectos adversos. Esto estudios son los que se difunden por l
os medios y “expertos”.
Contra tal desinformación, la realidad es que no disminuye ni la incidencia ni la mortalidad por cáncer de cuello de útero en los países “emblemáticos” en los que se anuncia la próxima “erradicación” del cáncer de cuello de útero, como Australia, Canadá y Suecia. Tampoco disminuye en España.

9.- ¿Qué nombres y organizaciones han sido importantes respecto a la vacuna del papiloma?
Tuvo mucho impacto el movimiento de la “Moratoria” coordinado por la Red CAPS, de profesionales sanitarias lideradas por Carme Vals (médica), Margarita López Carrillo (documentalista) y Leonor Taboada (periodista, Revista MYS, Mujeres y Salud), con apoyo de varios catedráticos de salud

pública, fundamentalmente Carlos Álvarez Dardet y también Miquel Porta, Ildefonso Hernández, etc y una multitud de profesionales y legos (hasta 8.000 firmaron la Moratoria).
En noviembre de 2007 se pronunció contra la introducción de la vacuna del papiloma la Junta Directiva de la Sociedad Española de Salud Pública (SESPAS) que estaba presidida por Lluis Bohigas (economista), y contaba con Anna García-Altés, Enrique Bernal y Pere Ibern, entre otros.

Elena Salgado Méndez (ingeniera, economista) fue ministra de Sanidad cuando se pretendió introducir la vacuna del papiloma. Su oposición le llevó a la dimisión y a un cambio de ministerio (fue también vicepresidenta del Gobierno de España).

“El ministro de la vacuna del papiloma” fue Bernat Soria (médico), también del PSOE, quien sustituyó a Elena Salgado en julio de 2007 y en agosto de 2007, tras un Consejo de Ministros, anunció en conferencia de prensa que el Gobierno había aprobado la vacuna contra el virus del papiloma. Algo insólito en nuestro país pues, como es sabido, los medicamentos los aprueba la Agencia gubernamental correspondiente cumpliendo con los informes de la Agencia Europea del Medicamento. Bernat Soria cesó en abril de 2009.
Un mes después abandonar el Ministerio de Sanidad fue contratado por la Junta de Andalucía (del PSOE) como directivo de la Fundación Progreso y Salud, con un sueldo de 150000 euros, el doble de su sueldo de ministro y "la nómina más alta de toda la Administración andaluza". Hasta 2019 habría cobrado aproximadamente 1,5 millones de euros a pesar de ser un empleado fantasma que no acudía al puesto de trabajo ni desempeñaba actividad conocida.
Según un informe de la asesoría privada PwC Tax & Legal Services, Soria habría tenido negocios privados al margen de su puesto en al Junta, abriendosele el 8 de enero de 2019 un expediente informativo por su vinculación con seis sociedades. Entre las empresas destacaba Newbiotechnic, donde Soria era administrador y Alirober Consulting "que tenía el mismo objeto que el centro público en el que trabajaba y donde figuraba como administradora única la hija". Fue despedido fulminantemente en mayo de 2019 (desde enero la Junta de Andalucía del PP y Ciudadanos) "tras haberse comprobado que se ha saltado la cláusula de exclusividad comprometida con su puesto".
En sentido contrario, a destacar la labor de Gaspar Llamazares, médico y diputado por Asturias de Izquierda Unida, quien trabajo incansablemente y sin éxito porque se retirara la vacuna y se tratara con dignidad y ciencia a las afectadas por sus efectos adversos.
A favor de la vacuna del papiloma y con importantes conflictos de interés en forma de ingresos de las industrias, Federico Martinón (pediatra) desde el inicio y constantemente, incluyendo su trabajo de descrédito de las afectadas por reacciones adversas.
Siempre hemos contado con NoGracias, con todas las juntas directivas, coordinadas sucesivamente por Carlos Ponte, Abel Novoa y Roberto

Sánchez. Con ese grupo hemos participado los dos firmantes en múltiples ocasiones.

Conclusión

La vacuna del papiloma es una vacuna a evitar, en niñas y en adultas, y en niños.
Dicha vacuna no disminuye las muertes por cáncer de cuello de útero, e incrementa las muertes por cáncer en general y el total de muertes.

La vacuna contra el virus del papiloma carece de efectividad (o es incluso perjudicial) en las mujeres infectadas previamente. La vacuna contra el virus del papiloma no es curativa, no sirve para curar lesiones del cuello del útero (resultados anormales de la citología, o tras conizaciones). "La vacuna nunca le ayudará a vencer la enfermedad" deberían decir los ginecólogos.

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