lunes, 30 de diciembre de 2024

¡Dónde fue a nacer Dios!

Una de las afirmaciones más conocidas de Rabindranath Tagore es: “¡Cada niño al nacer nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres!”. Es comprensible que el Papa Juan Pablo II la citara en su viaje apostólico a la India (1986) como un reconocimiento a la cultura espiritual del país y también por el amplio sentido que tiene.


En estos días los cristianos celebramos la Navidad de Jesús de Nazaret, que supone un grito mucho más atrevido y grandioso que el de Tagore: ¡¡Dios se hace niño en la cueva de Belén!! Lo que además supone una grandísima valoración de toda vida humana, una valoración radical de las vidas que el capitalismo y la sociedad de consumo desprecian o condenan de varias maneras.

La carta de Pablo a los Filipenses nos da el significado profundo de que Dios nazca niño en la cueva de Belén entre los animales, junto con que su madre, por no tener cuna, lo acueste en un pesebre (Lc. 2,7). Naciendo así Dios se hace humano y próximo a todos, en especial a los más empobrecidos, por eso Pablo nos llama a tener la misma actitud de Cristo “El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando la condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte...” (Flp 2, 5-11).

Los cristianos creemos en un Dios que camina con nosotros en la historia como bien decía el lema de la Jornada Mundial de los Migrantes y Refugiados de 2024, “Dios camina con su pueblo”. Este Dios así presente en la historia humana se acerca a las personas con insistencia, pero nunca avasalla y respeta nuestra libertad como bien se expresa en el libro del Apocalipsis (3, 20): “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo”. Es oportuno recordar lo que escribieron Miguel de Cervantes y Bartolomé de Las Casas: “La libertad es el don más precioso que los cielos dieron a los hombres”.

La actitud más frecuente en la historia de la humanidad es alejar a Dios de la vida cotidiana y ponerlo en la cumbre de montes o lugares especiales apartados de la vida diaria de las personas. Pero esto, por lógico y humano que pueda ser, no responde a lo que celebramos en estos días y nos apartan de la radical novedad y Buena Noticia que para la humanidad supone que Dios nazca en la cueva de Belén, porque no había sitio para ellos en la posada. Dios se hace solidario con la humanidad y especialmente con los más excluidos cómo se relata en numerosos textos evangélicos.

Se tiende a hacer lo mismo con su madre, María, mujer sencilla de la pequeña aldea de Nazaret, a quien alejamos de la vida cotidiana adornándola con ropas fastuosas y coronas más grandes que las de las reinas y de las emperatrices de este mundo. Se puede entender esta actitud porque María aporta muchísima más alegría, esperanza y fortaleza a la humanidad que esas personas de la historia. Pero María en el evangelio aparece sirviendo tanto en las bodas de Caná como después de la Anunciación cuando va a ayudar su prima Isabel que le dice: “¿quién son yo para que me visite la madre de mi Señor?”. El Señor Jesús vino a servir y no a ser servido.

Afirmar que el niño nacido en la cueva de Belén también es Dios y que su madre es igualmente Madre de Dios no debe llevar a representarlos a semejanza de los poderosos de este mundo. Al revestirlos como los poderosos, ocultamos la radical solidaridad de Dios con las personas, especialmente con los que más padecen, e incluso nos sería difícil entender el Magníficat cuando dice, “...mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava... Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada” (Lc. 1, 46-55). Jesús no nació en un palacio ni María era una princesa o potentada.

Celebrar a Dios tan mezclado con la vida humana cotidiana para sostener, alentar y salvar a cada persona, nos hace caminantes esperanzados por la vida y comprometidos en la fraternidad con los que caminan con nosotros, caminaron antes o caminarán después hacia la patria definitiva. Dios está tan presente en la vida cotidiana que Santa Teresa de Jesús, la santa que seguramente más influyó en la vida espiritual española en los últimos 400 años, escribe que “Dios anda entre los pucheros”. Eso es tan cierto cómo que estaba en la cueva de Belén y más tarde caminaba hacia el exilio en Egipto con María y José (Mt. 2, 13-18)

Ahora más que nunca: solidaridad

Antón Negro

miércoles, 25 de diciembre de 2024

Déjame que te cuente

El viernes 8 de noviembre, la asociación “Red Madre”, organizó una cena-gala benéfica, para recaudar fondos para las madres que quieren seguir adelante con su embarazo.

Como asociación provida a nivel nacional, Red Madre ha conseguido que muchas mujeres hayan podido salir adelante con su proyecto familiar propio e individual. Recibieron apoyo en todo el proceso desde que decidieron ser inicio de vida. Ser progenitoras con hijos vivos o con hijos que no pudieron seguir con su proceso natural de desarrollo. Una mujer, aunque haya perdido a su hijo, no deja de ser madre; a veces la problemática de mayor envergadura suele ser esa: el cómo atender a una madre que ha perdido a su hijo.

Por desgracia, existen problemáticas familiares, laborales, sociales, incluso psicológicas en muchos casos, que llegan hasta el extremo de que una mujer, puede quedar excluida socialmente, en una situación de vulnerabilidad, lo cual se presenta como un problema social muy grave. Cada una, cada madre, es una persona individual que precisa de un apoyo personalizado y, que tiene cabida en esta “red-madre”, en donde puede encontrar apoyo y ayuda.

La idea de Red Madre es que deben salir adelante por sí mismas, muy fuertes y con ganas de proteger al neonato o nasciturus que esperan o del cual ya son madres y, al cual no pueden atender con el esmero que quisieran, por causas varias. Esto no siempre lo puede llevar a cabo la madre sola, en una sociedad cada vez más egoísta e individualista, donde por desgracia aún hay muchas carencias de medios; teniendo en muchos casos que dar en adopción o en acogida a su niño.

La gran labor es que ellas, las mujeres gestantes, se den cuenta de la importancia de la actitud que han adoptado, al decidir seguir adelante con un curso que la naturaleza ha inaugurado. Son inicio. El instinto maternal es natural, así como saber ofrecer amor a un hijo. Son cosas que no se aprenden, son congénitas al ser humano. El ser humano está diseñado para amar. Si el ser humano no es capaz de ofrecer el amor que lleva dentro, sea por la causa que sea, se encuentra enfrentado a sí mismo. No poder seguir adelante con un proceso de inicio y maduración es ir contra natura. Ser generador de vida es seguir los pasos naturales para los cuales estamos preparados y diseñados como seres humanos.

La vida y la muerte son las primeras realidades que toda persona debería tener presente. “Nadie viene al mundo sin una función. Nadie se quedará en este mundo sin haber realizado dicha labor antes de morir (aunque no haya podido nacer”). Todo nuestro paso por este mundo es amor, desde la llegada a la partida. En nuestra mano está el cómo ocupar ese tiempo, dando amor o, por el contrario, negándolo (es más fácil y gratificante dar amor que negarlo).

No seguir adelante con el embarazo daña a la mujer, fisiológicamente y alguna vez psíquicamente; la mujer puede ser vulnerable y no solo porque la decisión final es de ella, sino también por la responsabilidad que supone ser de hecho y, que muchas veces no se sienten o sintieron apoyadas, con la confianza necesaria que debíamos transmitir desde nuestra sociedad, para ser inicio, camino de vida. Ese es uno de los grandes logros de Red Madre en su apoyo a las mujeres. Mujeres que se sienten solas, ante la desesperación de no poder ser madres y seguir conciliando vida laboral y vida social.

Nuestro país está a la cola de Europa en ayudas sociales para la integración familiar y social. Existe un desfase entre lo que se gasta en apoyar a las madres potenciales y las ayudas que, paulatinamente, van creciendo para que estas madres no puedan ejercer de hecho; para no seguir adelante con el proceso de gestación. La merma de ayudas para que una mujer pueda continuar con dicho proceso de gestación es significativa. La gran aportación económica que se realiza en deshacer el instinto creador de vida, se puede considerar obscena.

Todo acto contra la dignidad humana comienza con una pregunta tan simple como esta: ¿colaboro a ser camino de vida o por el contrario soy el comienzo de un camino de angustia ?

Esa es la pregunta que se deberían hacer nuestros gobernantes, no las mujeres embarazadas. Ellas son a las que hay que cuidar para que nunca se tengan que hacer esta pregunta.

Adopten la postura que adopten, son ante todo Mujeres, Madres, Progenitoras, con mayúsculas y no debiéramos dejar que se sintieran solas ante la desesperación de tener que elegir, pues, la situación de abandono es muy grande ante una decisión u otra.

Las facilidades se aúnan en negativo, para dejarse llevar por lo que nos ofrecen y publicitan desde los mass media; aún así, grupos de personas como las que forman el equipo de Red Madre, ayudan a aliviar esa soledad, esa vulnerabilidad. Desde dicha asociación se presta apoyo, todo el que se necesita para reorganizar la vida de la mujer que se ha desestructurado por tener que elegir. ¿ Se acuerdan de la película “La decisión de Sophie” ?.

No dejemos que nunca una “madre” tenga que tomar una decisión semejante ya que la desgarra interiormente. Una sociedad que posiciona en dicha dicotomía a la mujer, no es una sociedad de bienestar. Acuérdense de la película que les he sugerido, ¿deseamos esa sociedad? Dicha sociedad que se nos muestra sin ambages, es una sociedad corrupta, degenerada, egocéntrica e individualista, donde la empatía, ese sentimiento mediante el cual nos identificamos con alguien y, compartimos sus sentimientos, nos conforma como seres sociales y sociables. Desaparece la empatía, en aras de una sociedad psicópata, donde la indiferencia y la falta de sentimientos, inmuniza a sus conciudadanos.

La política familiar en España, desde hace unas décadas, parece ser proclive a que nuestra sociedad envejezca, convirtiéndose, gracias a un inaudito y desproporcionado esfuerzo, en una política de gobierno decadente. Incita a la progresiva desvalorización de la mujer, al convertirla en un objeto, aunque sus políticas inclusivas intenten maquillarlo.

Ser mujer y ser fiel a su naturaleza de ser dadoras de vida, no es tarea fácil cuando las instituciones la conducen e incitan desde los medios de comunicación a que se conviertan en objetos (estereotipos camuflados); que tengan que decidir si compro un abrigo o compro otro, si me calzo con “Bimba y Lola” o me calzo unas zapatillas del mercadillo. No, la vida no va de eso, no es así, ni es un objeto sobre lo que la mujer debe decidir; es carne propia, sangre propia.

Que puedan decidir si continuar con el embarazo, siendo madres de hecho o, por el contrario, deben dejar esa posibilidad de traer al mundo una nueva vida para más tarde, no es una decisión intrascendente. Tomen la decisión que tomen, ésta no las priva, en ningún momento, de la magnitud del calificativo madre.

Ser madre no es una opción: es un derecho que no se le puede negar a ninguna mujer. No es tampoco una obligación. No es una cuestión de economía familiar, sino de economía social, donde las instituciones tendrían que estar apoyando; donde una mujer pueda desarrollar todas sus inquietudes y no tener que pensar en su futuro con angustia. De su futuro, una sociedad progresista, tendría que ocuparse, facilitando lo necesario ante una situación de tal magnitud.

Ser madre es devolver al ser humano su categoría de ser humano único e irrepetible.

Como tal derecho las políticas de familia deberían dirigirse hacia ese punto: fomentar el apoyo necesario a las mujeres más vulnerables. No se trata de quedar excluidas socialmente, sino de ser mimadas socialmente y apoyadas en su camino inicial de ser dadoras de vida.

La muerte no es un juego. La historia está plagada de errores, obstáculos que no se salvaron para ser inicio, dar comienzo a un nuevo camino. La mujer que no puede seguir adelante con su embarazo puede quedar muy deteriorada a niveles anímicos y físicos. Quizá alguna mujer no pueda tener más hijos. Pero esa necesidad de cariño y necesidad de ser mujer, no lo puede solucionar la sociedad que incita a que se minusvalore su gran potencial.

Intrínsecamente a ser madre, la mujer está predispuesta para la crianza; criar y regalar cariño a ese recién nacido. Si frustramos esa cualidad, frustramos también la realización de ella como persona generadora de vida, familia, sociedad. Sin sociedad nos sobran todos aquellos que quieren dirigirnos, los llamados dirigentes políticos. Si no hay sociedad, familia, vida, estos dirigentes “no” existirían, y yo tampoco.

Juan Israel Durán Riobó.

Vigo, 15 de noviembre del 2024

domingo, 15 de diciembre de 2024

CARIDAD POLÍTICA

Es posible que para muchas personas sea una sorpresa encontrar juntas estas dos palabras, para otras es seguro que detestan uno u otro concepto. También no me cabe duda que habrá personas que piensan que son incompatibles para estar unidas.

En los medios de comunicación encontramos personas que oponen caridad y justicia, entendiendo por caridad la limosna dada para prescindir de la lucha por la justicia con lo que se pierde el verdadero sentido de la caridad, que es hacer justicia e ir más allá en la solidaridad con los hermanos. Ya Santo Tomás de Aquino distinguía entre la justicia, que implicaba dar a los pobres lo que una persona no necesita para vivir pues les pertenece, y la caridad que es dar a los pobres de lo que uno realmente necesita para vivir. Así que el compromiso solidario o caritativo empieza por exigir el cumplimiento de lo que es justo, que se recoge en el lema de Cáritas “trabajamos por la justicia”, para después ir más allá de lo que exige la justicia.

La política también está desacreditada en la opinión pública, con lo que las personas sensatas dimiten con frecuencia de la acción política y queda libre un campo que ocupan arribistas e inmorales. La política está para organizar la convivencia con justicia en la “polis” (ciudad) y así procurar el bien común en la sociedad. Este compromiso por el bien común es una exigencia ética para toda persona que no quiera ser malvada y antisocial, y en este caso la sociedad tiene derecho a defenderse de los delincuentes y malvados.

No se suele hablar de caridad política. En los ambientes que frecuento a la última persona que le oí hablar de la caridad política, como la vocación fundamental de los laicos, fue a D. Luís Argüello en las jornadas de teología de la diócesis de Lugo hace dos años, quien hoy es el presidente de la Conferencia Episcopal Española.

Pío XI, cuando Mussolini lo acusó de exceder los límites del apostolado al incidir en la política, respondió diciendo a los estudiantes universitarios católicos: “El campo político abarca los intereses de la sociedad entera; y en ese sentido, es el campo de la más vasta caridad, de la caridad política” (18-12-1927).

Los obispos españoles en el documento “Católicos en la vida pública” en el número 61 expresan que “con la Caridad Política no se trata de suplir las deficiencias de la justicia, ni mucho menos de encubrir con una supuesta caridad las injusticias de un orden establecido y asentado en profundas raíces de dominación o explotación. Se trata más bien de un compromiso activo y operante, fruto del amor cristiano a los demás hombres, en favor de un mundo más justo y más fraterno con especial atención a las necesidades de los más pobres”. El mensaje es claro para quien quiera entender.

El Concilio Vaticano II y muchos documentos eclesiales afirman que la vocación específica del laico es la caridad política, es decir que “el campo propio de su actividad evangelizadora es el mundo de la política, de la realidad social, de la economía, de la cultura, de las ciencias y de las artes, de la vida internacional, de los medios de comunicación social, de la familia, de la educación, del trabajo...”, en palabras de la exhortación apostólica fruto del Sínodo de Laicos, la Christifideles Laici (ChL) en el nº 23.

Hay que constatar que en las actividades que en general organizamos en la Iglesia para laicos prima casi en exclusividad lo litúrgico-cultual y que dejamos de dar la formación necesaria para comprometerse en la sociedad con el fin de realizar la justicia y el bien común en favor de los ciudadanos, especialmente los más pobres. Además la formación debe incluir el acompañamiento de ese compromiso en la vida pública que exige la vocación laical. Es más, se dice en ChL nº. 42 que los laicos de ningún modo pueden abdicar de la participación en la “política”, en todo el variado campo de acción en favor del bien común.

Si no ayudamos a los laicos a realizar la caridad política, lo que hacemos es apartarlos de sus responsabilidades y que caigan en la tentación que la ChL en el nº 2 ya trataba de evitar: “la de reservar un interés tan marcado por los servicios y tareas eclesiales que frecuentemente les lleven a un práctico abandono de sus responsabilidades específicas en el mundo profesional, social, económico, cultural y político”. Las funciones que desempeñen en la liturgia, transmisión de la fe y en las estructuras pastorales de la Iglesia, deberán ser ejercidas en conformidad con su específica vocación laical. (ChL nº 23)

Un laico adulto camina ejerciendo de laico en la Iglesia y en la sociedad, y de los pastores necesita colaboración para poder cumplir su propia vocación laical.

Ahora más que nunca: Justicia

Antón Negro

Juan Gérvas y Mercedes Pérez Fernández; "FELIZ 2025"

Domingo 15 diciembre 2024
Sunday 15 December 2024

Se aproxima el solsticio de invierno, con sus Fiestas, y se avecina el Año Nuevo, 2025
Desde Buitrago de Lozoya, Madríd, España, ¿a quienes deseamos paz y bien en estas Fiestas y en el Año Nuevo, y siempre?
A todas las personas de buena voluntad, capaces de ser misericordiosas con ternura
A la familia
A los amigos
A los vecinos
A colegas, y en general a profesionales de la salud y servicios sociales
A quienes sufren injusticias y violaciones de los derechos humanos
A los que sufren en Gaza y en otros lugares por abusos coloniales
A los perseguidos por pretender justicia
A quienes perseveran y son constantes en la búsqueda de la paz
A quienes mejoran la sociedad poco a poco, sin nunca agotarse ni ser domados
A los enfermos que no encuentran consuelo
A los marginados por una sociedad que desconoce la belleza de todo ser humano
A quienes encuentran la felicidad en el servicio a los demás
Mercedes Pérez-Fernández y Juan Gérvas

The winter solstice approaches, with its Festivities, and the New Year, 2025, is approaching.
From Buitrago de Lozoya, Madríd, Spain, to whom do we wish peace and good this Holiday Season and in the New Year, and always?
To all people of good will, capable of being merciful with tenderness.
To family
To friends
To neighbours
To colleagues, and in general to health and social service professionals
To those who suffer injustice and human rights violations
To those suffering in Gaza and elsewhere from colonial abuses
To those persecuted for seeking justice
To those who persevere and are steadfast in the pursuit of peace
To those who improve society little by little, without ever exhausting themselves or being tamed.
To the sick who find no solace
To those marginalised by a society that ignores the beauty of every human being
To those who find happiness in the service of others
Mercedes Pérez-Fernández and Juan Gérvas

martes, 10 de diciembre de 2024

GERMINAL, NOVELA DE EMILIO ZOLA


La historia transcurre en Francia, en una villa donde todo gira alrededor de las minas de carbón en las que trabajan las familias por una miseria, sin poder paliar hambre y enfermedades. Hartas de la situación deciden ir a la huelga. Las líderes son las familias Maheu y Etienne que, al no conseguir nada con los patrones, deciden extender la huelga a otros lugares. No logran nada y las minas pasan a ser trabajadas por extranjeros. En un enfrentamiento con la policía, esta mata a Maheu y la huelga se debilita. Regresan al trabajo pero sabotean la mina. En el sabotaje pierde la vida el hijo mayor de los Maheu. Perdido todo, hasta la esperanza, queda la semilla que alguno hará germinar.


Siempre pensé que el título era un juego de palabras del autor: Germinal era uno de los períodos en que la Revolución Francesa dividió el año. Coincidía con parte del mes de marzo y parte del mes de abril, y deriva de la palabra latina germen: semilla.

Ahora más que nunca: solidaridad

Mer Santiago

domingo, 24 de noviembre de 2024

MIRANDO UNA GRÁFICA

A esta gráfica le llaman la “pirámide” de la población española (2023), pero hay que decir que eso es mentira, pues no es una pirámide, sino más bien un trapecio que muestra la composición de los que viven hoy en España por edades y sexo. Hace ya muchos años que dejó de ser una pirámide. 

La primera enseñanza que nos revela la gráfica es que nos encontramos ante una sociedad moribunda que camina hacia su desaparición. Es decir, una sociedad que se está suicidando por no tener unas expectativas de futuro que entusiasmen a la población. 

La segunda, ya mirando con algo más de profundidad, es que la vida humana para esta sociedad no es un valor relevante que merezca la pena, no es un proyecto interesante a ofrecer a las personas. Lo preferible es que la vida vaya muriendo sin hacer mucho ruido. Por tanto, a nadie debe sorprender que exista con toda normalidad el aborto, incluso como método anticonceptivo, especialmente si la nueva vida tiene enfermedades y hay algunos que afirman que en ese caso debería ser una obligación. Por la misma razón se acepta socialmente la eutanasia con el argumento de que no sufra el enfermo, pero sin hablar de su derecho a los cuidados paliativos. Muchos intuimos que la razón básica es para que no molesten, ni den gastos a la Seguridad Social porque la vida humana no merece la pena, un mensaje institucional para niños y jóvenes, también para adultos y ancianos. 

Siguiendo con el análisis de la gráfica encontramos que hay una pesada carga encima de niños y jóvenes que parece superar sus fuerzas, más del doble de la que debería haber en buena lógica; hay tramos de edad que son más del doble de algún tramo inferior, lo que contrasta con el que sería un fenómeno natural. En contrapartida, tiene lógica que los de esos tramos inferiores se evadan con drogas, botellones, adicciones digitales... o que aumenten bastante en ellos los trastornos psíquicos y las tentativas de suicidio, incluso que sean sobreprotegidos y luego tengan dificultades para la normal convivencia social, también que haya tantos con necesidades especiales en cada clase en los estudios. La “falsa pirámide” puede ayudar a entenderlo. 

En la actualidad está establecido que los hijos deben tenerse cuando sean deseados, y así serán bien acogidos y cuidados. Pero desear y acoger son hechos que no van siempre juntos en la vida, pues se puede desear tenerlos con mucho deseo, pero cuando nacen ser mal acogidos, y al revés, no ser deseados y ser bien acogidos. Lo que sí tiene la misma lógica es que, si los hijos se tienen cuándo y cómo se desee, también a los padres se “tendrán” cuándo y cómo se desee, pues en ambos casos se trata del mismo criterio: el deseo. 

La gráfica explica la necesidad que hay de la inmigración, y lo ya comentado puede ayudar a entender que aumenten, a la vez, tanto la necesidad de ella como la xenofobia dada la incoherencia social y la cultura antihumanista predominante. 

Menos mal que el ser humano no está determinado en su vida, siempre tiene la libertad de elegir la actitud que tomar ante los acontecimientos de la realidad y sus propios condicionantes. Incluso en esta sociedad, que no valora la vida, puede encontrar sentido en dar una respuesta clara en favor de la vida, en oponerse a los mensajes contrarios a la vida de la estructura social y de las instituciones. La persona puede trabajar en favor de la vida humana y de la colaboración por la vida entre personas, grupos e instituciones. 

Para fomentar la actitud de que la vida tiene sentido siempre en la colaboración y el compromiso con los semejantes, se puede encontrar inspiración en estas palabras del Nazareno: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ese la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina?” (Lc. 9, 23-25). La vida humana se realiza en el darse, en ser útil, realizar la propia vocación, en gastarse en favor de los demás, no en guardarla y preservarla. 

Finalizo con lo que escribía en los años 50 el segundo secretario general de la ONU, el sueco Dag Hammarskjöld, en su diario: “La explicación de cómo un hombre debería vivir una vida al servicio activo de la sociedad... la encontré en los escritos de aquellos grandes místicos medievales para los cuales la ‘renuncia de sí mismos’ había sido el camino de la realización personal”. 


Para los que a pesar de todo dicen sí a la vida queda tarea compartida a realizar.

Ahora más que nunca: VERDAD

Antón Negro

jueves, 21 de noviembre de 2024

LAS PATERAS COMO SELECCIÓN DE PERSONAL

Me resulta sorprendente que no se acabe con la llegada de pateras. En esta sociedad del control llama la atención. En esta sociedad en que vemos drones armados, servicios de inteligencia, conexiones online… No sé. Encuentro extraño que no se puedan controlar las pateras.


Creo que la migración existe porque es un negocio. Básicamente es un robo. Alguien dijo que por cada migrante habría que pagar al país de origen unos 150.000 euros. El coste de su formación hasta la fecha. Los migrantes -creo yo- son personas que salen adelante, pero son sobre todo mano de obra barata y dócil que colabore a bajar los salarios de los trabajadores de los países receptores. Esto puede ser ideológico en parte pero, siéndolo, creo que sobre todo esa es la realidad que vemos cada día.


Las pateras, en mi opinión, son sobre todo, una más de las formas de selección de personal. El personal se selecciona de maneras variadas y esta sería una de ellas. Unos salen de la universidad, de las listas del paro, de la búsqueda con “ojeadores”, oposiciones, o como sea. La patera es una más.


Para incógnita la de los menores. ¿Por qué no se devuelven menores migrantes? Vemos con sorpresa la normalidad con la que se devuelven adultos migrantes de manera más o menos legal, pero nadie discute que se "acoja" menores, en razón -se dice- del superior interés del menor. ¿Seguro? Tenemos dudas de que sea así. ¿El interés del menor es romper la unidad familiar? Es muy dudoso. ¿No será más bien que a los poderes reales de nuestros países le interesa carne fresca? ¿No será una selección de personal?


Las familias españolas quizá por comodidad, seguramente por razones económicas, probablemente también por razones culturales, por lo que sea, no tienen hijos. ¿Será por esto en alguna medida que no estorba al Estado atender menores? No por amor sino por interés cuando Feijoo presidía Galicia se opuso a los líderes nacionales de su partido que negaban la tarjeta sanitaria a los migrantes; su argumento fue simple: aquí necesitamos gente. Nos parece que no repatriar menores -estructuralmente visto- es un acto de apropiación de menores, aunque algunos colaboren con buena voluntad  


No entendemos que las asociaciones de familias y el amplio tejido social profamiliar no pidan que la cuestión sea estudiada seriamente. No se defiende la familia cuando se acepta que se rompan las familias pobres por intereses inconfesables. De casta.


Por otro lado la no repatriación de menores da empleo a toda una serie de burócratas, oenegés y tercer sector en general. Como dijo alguien: “No acaben con los pobres que nos vamos al paro los asistentes sociales”.


El comportamiento de los migrantes ante las grandes catástrofes posiblemente confirme esta hipótesis desagradable. ¿Por qué arriesgan sus vidas salvando a otros tantos migrantes? Un día uno lo hace en un balcón, otro día es otro en una riada. Seguro que intervienen los nobles sentimientos de todo ser humano. Pero también entra en juego el agradecimiento del que se siente acogido. 


Creemos en la bondad de las personas que proponen la acogida, el trato no racista y todas esas propuestas y acciones que llevan tanto trabajo. Pero existen las estructuras y es justo plantearnos las cuestiones estructurales. Nos preguntamos si con las pateras y quizá hasta con los niños el sistema imperialista no hace más que una selección de personal. Históricamente el sistema económico no ha sido compasivo a la hora de escoger los trabajadores, nada hace suponer que lo sea hoy aunque a veces lo parezca. Con adultos y con niños.


Ahora más que nunca: Verdad en migraciones


Eugenio A. Rodríguez



miércoles, 20 de noviembre de 2024

Presencia

Sentirse vivo para saber que uno está aquí. En un mundo donde no importa para ningún ser definido, a priori, pero que se hace necesario para todas las personas que precisan de nuestra presencia, para realizar la suya en su yo más íntimo.

Realizarse, implica compromiso. Vivir en el tiempo presente, vivir en la realidad; vivir en la realidad no nos permite escondernos en lugares ni opiniones frugales, no nos permite escondernos en lo políticamente correcto.

Las causas de la muerte de las personas, y todos vamos a morir, no permite que vivamos la vida como un videojuego; ahora me matan pero en la siguiente partida estoy vivo , con más conocimiento de mis herramientas del juego, o, por el contrario mato y en la siguiente partida vuelve a aparecer el muerto, vivito y coleando.

Por desgracia, las personas no podemos cambiar el tiempo que nos toca vivir, no podemos dar marcha atrás, ni debemos cerrar los ojos ni pasar de largo ante aquellas desgracias que acaecen a nuestro alrededor. ¿ Podemos negar la evidencia ?, podemos.

¿Podemos engañarnos a nosotros mismos pensando que estamos haciendo lo correcto ? Podemos. También podemos, hipócritamente, negar lo que es considerado como “verdad”; hipócritamente podemos hacerlo, pero a eso se le llama “posverdad”, o, para ser más coherentes y menos hipócritas, “relativismo”, para no liarnos con eufemismos.

Ante las maneras de relativizar las cosas, del bueno si pero no, del buenismo y no querer quedar mal con nadie, de no querer pasar un mal trago por ser realistas y consecuente con sus decisiones y postura adoptada, ... únicamente uno es responsable.

La responsabilidad implica ponerse en una postura, adoptar una postura, no adaptarse, el que se adapta es maleable, es un líquido que adquiere la forma de la ideología que profese. También camaleonicamente puede camuflarse cobardemente entre la maraña de gentes y diferentes formas de entender la pseudo-sociedad.

El que adopta se hace transparente, sabe lo que no tiene y adopta una postura para tener la coherencia precisa para decirlo. Se mantiene firme. El no querer asumir responsabilidades, el no querer dar la cara y no querer dar ejemplo de coherencia, el no querer salir del anonimato, produce problemas de salud anímica, ya que uno puede ser más o menos ilustrado; lo que no puede es ser mentiroso. Y, no puede mentirse a sí mismo, a riesgo de perder su dignidad.

Sin un compromiso uno puede llegar a perder su objetivo o finalidad en este presente continuo que nos solicita que nos impliquemos más y más en cada tarea que hagamos. El compromiso es necesario. Sin él, uno puede llegar a hacerse daño.

Asimismo, debido a la falta de confianza en uno, en su persona se hace daño para escapar de una vida vacía, sin sentido.

La falta de confianza es una falta de saber sufrir, o la frustración de no hacer o no conseguir aquello que me apetece. Aprender a escuchar la palabra “NO”, desde infantes, y las consecuencias que de recibir una negativa conlleva, la ayuda necesaria para prepararnos para un futuro donde seremos tratados, muchas veces como personas prescindibles.

Saber asimilar una respuesta negativa es un trabajo que se debe empezar a preparar lo antes posible. El que un muchacho de veinte años se frustre por no conseguir su objetivo inmediato y decida que su vida no tiene sentido, es culpa de la sociedad que lo ha enseñado a escapar del dolor. ... “hoy se priva al dolor de toda posibilidad de expresión. Está condenado a enmudecer. La sociedad paliativa no permite dar vida al dolor ni expresar lingüísticamente convirtiéndolo en una pasión... Olvidamos que el dolor purifica, que opera una catarsis ...” (1)

Llegar a dicha situación de desesperación es muy fácil, pues nada compromete a uno en este mundo. No hay ancla. No hay punto de apoyo. Vacío. Fluido. No existe la pertenencia ni el desarraigo, pues no hay pertenencia ni pertenencias de las cuales deshacerse.

Israel Durán

1.- Byung-Chul Han, “La sociedad paliativa. El dolor hoy”. ( Pág. 7 de 77 ).

sábado, 16 de noviembre de 2024

La libertad de expresión incluye el derecho a ser imbécil y demostrarlo


Juan Gérvas, Doctor en Medicina, médico general jubilado, Equipo CESCA, Madrid, España. jjgervas@gmail.comhttps://t.me/gervassalud @JuanGrvas

 

Isegoria, parrhesia y sobreabundancia de expertos


Los cambios profundos para la Humanidad se han producido por poder nutrirse con regularidad, el acceso seguro a agua segura de consumo (y su depuración), la educación formal desde la infancia y la estructura social que facilita una cierta igualdad, también apoyando la necesaria libertad de expresión científica, política y religiosa. 


En la clásica Atenas de Pericles, la libertad de expresión se logró con:  

1/ isegoria, que daba igual derecho a hablar a todo ciudadano, y ser considerado por el fundamento de sus aportaciones, no por su valía en la expresión de las mismas y  

2/ parrhesía que daba derecho a defender ideas con audacia, por más que parecieran extravagantes, y en contra de los poderosos, hasta ridiculizarlos.  

Es decir, se aseguraba al tiempo la posibilidad de hablar y de hacerlo con franqueza.  


En la respuesta a la pandemia covid19 hemos fracasado respecto a tal libertad de expresión, transmutada en aras de un bárbaro salubrismo “salvador” que conlleva un pensamiento único. 

En tiempos pandémicos no ha habido ni hay isegoria; tampoco, parrhesía.


La franqueza se ha ridiculizado transformando sus propuestas en “bulos” (fake news), por más que se publiquen/publicasen en las mejores revistas científicas del mundo, y a quienes discrepan/discrepasen se les etiqueta/ba con el estigma de fobias varias, desde negacionistas a anti-vacunas pasando por terraplanistas, por más que fueran incluso profesores en prestigiosas universidades.      


Con sus expertos, los políticos justifican sus decisiones e imposiciones, y la Medicina deviene religión y actividad mágica, y sus propuestas, talismanes. Con dicho fervor se aceptan y requieren vacunas y re-vacunas covid19, como fetiches salvadores de vida, que protegerán contra el mal, así sea irracionalmente y haya que condenar a quien argumenta con lógica, como Joan Ramon Laporte (aquí)


En el año 2000, David Sackett publicaba en el British Medical Journal un artículo titulado "Los pecados de los expertos y propuestas para su redención". Afirmaba que los expertos impiden el avance de la ciencia porque quien presenta propuestas diferentes de las "oficiales" es ninguneado o repudiado por el oficialismo científico-mediático. Lo ocurrido con Laporte no es más que un ejemplo (otro más) de lo que expresaba Sackett en su artículo, invitando a todos los expertos del mundo a dimitir y a dedicarse a otra cosa (como él demostró con su ejemplo) para favorecer el avance de la ciencia (aquí)



¿Qué escribió Natalia Velilla?

Natalia Velilla Antolín (Madrid, 1973) es magistrada, licenciada en Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Pontificia de Comillas y máster universitario en Derecho de Familia, casada y con tres hijos.


Escribió sobre la libertad de expresión:

En Twitter:

“Creo que la libertad de expresión -como parte social o exteriorizada de la libertad de pensamiento- es un indicador muy adecuado del nivel de desarrollo democrático de un país.

La libertad de expresión es el derecho a expresar lo que uno quiere.

Esta expresión puede ser literaria, artística o más prosaica (un tuit, por ejemplo).

La libertad de expresión no consiste en el derecho a decir cosas brillantes, sensatas, adecuadas o educadas.

La libertad de expresión te ampara aunque seas un completo imbécil y no digas más que idioteces.

Puedes decir cosas absurdas, machistas, homófobas o totalitarias. Sí. Como lo lees. Esa es la libertad de expresión.

El único límite es el delito de expresión (como enaltecimiento del terrorismo o delitos de odio) y las ofensas a otro.

El problema es que no todo comentario machista, homofobo o totalitario es delito de odio. Es más: casi ninguno lo es.

La histeria social ve delitos por todas partes. Luego vienen muchos chascos judiciales (y otros que no lo son pero que viene Europa y nos tira de las orejas).

La libertad de expresión no implica la obligación de los demás ni de discutir contigo ni de leerte o escucharte. El bloqueo o ignorar al otro es también un derecho. Y no vulnera la libertad de expresión del otro. Sí lo hace impedir o prohibir que alguien se exprese.

Existe el derecho a ser imbécil y nuestro derecho a ignorar al imbécil, rebatirle o mostrar públicamente su imbecilidad.

Pero no existe el derecho a censurarle, lincharle o denunciarle a Twitter. Se hace, pero no es respetuoso con la libertad de expresión.

Lo malo es que hemos interiorizado que solo lo que está en nuestra onda puede ser expresado. Lo demás es susceptible de ser censurado.

Y no.

Confundimos moral con derecho, delito con mal gusto y ofensa subjetiva con injuria objetiva.

Tendemos a ver delitos de odio por encima de nuestras posibilidades.

A menos libertad de expresión por mayor censura, más linchamientos, denuncias y reportes, etc, menos democracia”(aquí)


En Disentia:

“La actual regulación de los delitos de opinión en España es claramente inadecuada, a tenor de cómo están contemplados este tipo de delitos en otros países de nuestro entorno, lo que ha llevado a que España haya sido enmendada en varias ocasiones por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y, me temo, va a seguir sucediendo si no se cambia la ley. En Europa nadie va a la cárcel por injurias al jefe del Estado o a la bandera” (aquí)


En El País:

“Nuestra pereza e indolencia ve con buenos ojos que un tercero -el titular de las plataformas de las redes [Facebook, Twitter, Instagram, Google etc]- decida qué mensajes deberían ser borrados por su potencial daño a la democracia.

Sin embargo, no somos conscientes de que, una vez se atribuye a las plataformas la potestad de decidir retirar contenidos so pena de asumir una responsabilidad por su difusión, estamos convirtiendo a las redes en entornos manipulados, artificiales y dirigidos donde potencialmente pueda terminarse difundiendo solo información conveniente para los lobbies de determinadas corporaciones” (aquí)

 

Un ejemplo


“El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, TEDH, ha dictado sentencia en el asunto Benítez Moriana e Íñigo Fernández contra España (nº de demandas 36537/15 y 36539/15).


El caso se refiere a la violación del derecho a la libertad de expresión de los demandantes debido a su condena por la publicación de una carta abierta en un periódico local en la que se quejaban de la conducta de un juez en un procedimiento que les afectaba. El TEDH, en un fallo de cinco votos contra dos, ha considerado que la condena de los demandantes vulnera su derecho a la libertad de expresión.


En el procedimiento desarrollado en España, el Tribunal Constitucional rechazó el recurso de amparo de los demandantes al considerar que: (1) los demandantes habían sobrepasado los límites de su libertad de expresión al proferir críticas que afectaban directamente a la dignidad de la persona, poniendo en entredicho su ética profesional y probidad; (2) la libertad de expresión no protege las observaciones vejatorias que, independientemente de su veracidad, son ofensivas y humillantes; (3) los jueces se encuentran en una posición particular, en la medida en que el daño a su honor en caso de descrédito infundado estaría también ligado a la confianza en la justicia en general”.


El TEDH discrepa del Tribunal Constitucional y ha condenado a España por limitar sin fundamento la libertad de expresión de los demandantes (aquí)



La libertad de expresión durante la pandemia covid19 y después


Los verdaderos expertos en la pandemia han callado sabiendo el anatema anexo al discrepar o, los más valientes, han mantenido una inteligente y soterrada lucha contra la censura en los medios profesionales y populares.


La censura de la libertad científica no se ejerció por medios formales, estilo los países dictatoriales (leyes, reglamentos, castigos, multas, penas de cárcel, etc), sino mediante un poderosísimo control social que logró acallar y silenciar cualquier disidencia.


¿El coste de los “atrevidos”? Ser incluidos entre los anti-sistemas, anti-vacunas, terraplanistas, “contrarios”, conspiranoicos, etc.


Cabe citar entre tales expertos en la valiente resistencia, condenados al ostracismo, a Alan Cassels, Peter Doshi, David Healy, Tom Jefferson, Juan Erviti, Peter C. Gøtzsche, Iona Heath, Carl Heneghan, John Ioannidis, Juan Irigoyen, Paul Thacker, Claudina Michael-Teitelbaum, Sergio Minué, Joan Ramón Laporte, Vinay Prasad y Allyson Pollock.


En palabras de Sergio Minué, a propósito del linchamiento de Joan Ramón Laporte tras su informe sobre vacunas covid19 al Parlamento de España: “Joan Ramón Laporte no es el único ejemplo. El mismo linchamiento han sufrido o sufre gente como John Ioannidis, Peter Gotzche, Alyson Pollock, Carl Henegan, etc. Cualquiera que ose cuestionar la “religión verdadera”. Da realmente miedo el invierno postpandémico” (aquí)


El control de los medios de comunicación y de la comunidad académica da miedo, por su coordinación para mantener un “consenso científico” logrado a base de acallar las voces disidentes y dificultar el acceso a toda la información. Se proclama el “yo creo en la ciencia” como doctrina, sin percibir que justo la ciencia es algo siempre transitorio, la mejor respuesta posible en cada momento, y que la crítica científica es fundamental para su avance. El autoritarismo de la respuesta a la pandemia se conserva en forma de limitaciones a la libertad de expresión, con una infantilización extrema acerca de “la verdad”, como si existiera una especie de diccionario de lo cierto y correcto.

 

UNESCO


Al respecto se pronunció la UNESCO:

“El brote de la pandemia de la COVID-19 ha dado lugar a un debilitamiento de los derechos fundamentales como la libertad de expresión, el derecho de acceso a la información y el derecho a la privacidad en muchos lugares del mundo. Varias autoridades nacionales han declarado estados de emergencia, lo que ha dado lugar a graves restricciones de los derechos fundamentales, incluida la libertad de expresión.


En respuesta a estos crecientes desafíos jurídicos, la UNESCO ha publicado directrices para los jueces y tribunales, tanto a nivel nacional como regional, que pueden servir de referencia para la aplicación de los marcos teóricos del derecho internacional y de las normas de derechos humanos en la protección y la promoción de la libertad de expresión” (aquí)

 

Amnistía Internacional


“Los ataques de los gobiernos a la libertad de expresión, combinados con la circulación de desinformación en todo el mundo durante la pandemia de COVID-19, han tenido un impacto devastador en la capacidad de la gente para acceder a información exacta y oportuna que la ayude a afrontar la creciente crisis de salud global” (aquí)



No hemos hecho más que empezar con la pérdida de libertad de expresión


En el mundo aparentemente democrático se instauró el Mega-Gulaj anunciado por David Cooper. Este puede ser definido en palabras del autor como un espacio virtual en el que hay “cientos de miles de personas que han sido sometidos a una invalidación sutil o abierta en tanto que individuos, y ven negado su derecho a seguir, autónomos, su propio camino…Toda poiésis autónoma, toda creatividad en el sentido más amplio, se convierte en una disidencia, una manera desnormalizada de vivir la vida cotidiana como invención libre”. Insiste, respecto al campo sanitario, Juan Irigoyen en torno a la idea del Mega-Gulaj: “Los Congresos médicos ilustran acerca de la insignificancia de cualquier discurso crítico en un medio caracterizado por la repetición, la proliferación de lo idéntico y la saturación. La disidencia solo puede ejercerse en un no-lugar que es preciso constituir y llenar. Este es “el otro lado” en el que es posible pensar y contestar el pensamiento único cautivo a los intereses industriales y globales. El poder del Mega-Gulaj médico es un dispositivo formidable, flexible y heterogéneo, dotado de la capacidad de reintegrar cualquier idea crítica alternativa, recuperando a sus actores. Si estos rechazan esta asimilación, el dispositivo muestra su capacidad de ejercer una gama de estrategias de marginación, que pueden culminar en la expulsión de facto” (aquí)


La guerra de Ucrania y el asedio y destrucción de Gaza se han sumado a la pandemia covid19 como excusa para manipular a la población, para acallar a las voces discrepantes, para limitar la libertad de expresión y para dificultar el acceso a información sin manipular.


No hemos hecho más que empezar pues el objetivo político y militar del capitalismo es controlarnos mediante la mentira y el miedo.


Otra cosa, sí, es la existencia de normas que protejan a la comunidad frente a los excesos mal intencionados de la libertad de expresión. Por ejemplo, que castiguen la “libertad de expresión” de gritar “¡Fuego¡ ¡Fuego!” en falso provocando una estampida en un local con personas hacinadas. Son normas del estilo de las que regulan otros derechos fundamentales, como elegir libremente dónde vivir, la libertad ideológica, religiosa y de culto, etc. Hay límites claros para la libertad de expresión, en especial respecto los derechos de terceros al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, así como a la protección de la juventud y la infancia. Es punible el delito de expresión (como enaltecimiento del terrorismo o delitos de odio) y las ofensas a otro.


Lamentablemente, los recortes ilegales a la libertad de expresión no se plantean claramente pero se ejercen fuertemente con las “armas de la democracia”, básicamente el acallar a quienes se salen del pensamiento único. Es decir, a través de normas, acuerdos y leyes que constituyen un “Ministerio de la Verdad” para determinar las noticias, informaciones y trabajos que no cumplen lo políticamente correcto. Todo lo que molesta se transforma en bulo y falso (“fake news”), y se minusvalora, sanciona y oculta.


La libertad de expresión fue víctima del SARS-CoV-2, el virus de la pandemia covid19. La guerra de Ucrania y el asedio y la destrucción de Gaza han profundizado el daño infligido a la libertad de expresión debilitando la salud, la democracia y la sociedad.

 

Síntesis


La libertad de expresión incluye la de mentir, hacer propaganda, expresar sentimientos inusuales, decir idioteces, imbecilidades, necedades y tonterías, compartir sueños irreverentes y extravagantes, opinar sobre lo divino y humano, criticar a todo tipo de autoridad (académica, artística, científica, civil, militar, política, religiosa, etc), discrepar de consensos y del pensamiento dominante, hacer chistes irreverentes y procaces, etc pues si tuviéramos libertad sólo para decir lo conveniente, fundado, interesante, sensato y veraz no sería libertad de expresión, sería un desastre. Desde luego, tal libertad tiene que tener sus normas, como el resto de los derechos fundamentales, pero la primera norma es asegurar que se puede ejercer en lo personal y grupal, incluyendo el acceso a la información.

Al debilitar la libertad de expresión se daña la salud de la ciencia, la democracia y la sociedad.

sábado, 9 de noviembre de 2024

Valencia, la enésima victoria del asistencialismo

Dicen que en Valencia hemos perdido todos pero no es verdad. Han perdido las víctimas sí. Y ha perdido el espíritu revolucionario. Han ganado los negociantes sí; y ha ganado el asistencialismo. Ya se irá sabiendo. Han ganado los que quieren desacreditar la política, hemos perdido los que queremos que la política sea el lugar más noble.


A mí desde luego me lleva los demonios. No lo aguanto. Hasta algunos comunistas de Las Palmas quieren enviar agua embotellada a Levante. ¡Pero si las grandes superficies de Canarias se hinchan a vender agua embotellada en Valencia! Y no me refiero solo a la conocida marca de matriz valenciana. Una gran cooperativa de minoristas de gran implantación en Canarias y que alardea de conexión con el comercio local tiene

por “marca blanca" agua embotellada en Valencia. ¿Es posible que un barco que trae agua de Valencia para ser vendida vuelva con agua de esa misma marca, después de ser comprada, pero ahora como una donación? ¡Seguro!


Ni sé los años que hace que la mayor parte de las Cáritas parroquiales dejaron el reparto de cosas. La logística necesaria resultaba agotadora y aparecieron las tarjetas con las que las personas en serias dificultades podían acudir a comprar al supermercado. El supermercado sí que tiene capacidad logística, neveras, espacios, gestión de stocks… Eso en manos de entidades que no se dedican es lógico que sea tremendamente ineficaz. Era casi cómico, las personas que querían donar algo iban a comprar lentejas, latas etc al supermercado y lo llevaban a Caritas. Allí se desplegaba toda una tarea de recolocar y volver a poner en otras bolsas tras estudiar los llamados “casos”. Una pérdida de tiempo y energía además de una humillación. Así se dio paso a entrega de tarjetas por cierta cantidad en tal o cual supermercado. Pues lo mismo pasa en Valencia. Las redes de supermercados existentes tienen más capacidad que los voluntarios para hacer esas cosas. Llegará a pasar que alguien compre en Canarias en un establecimiento de una conocida empresa valenciana productos que han llegado de Valencia para donarlos a Valencia Y vuelta a los palets y al lío logístico. ¡Seguro! ¿No sería más lógico en caso necesario mandar el dinero y no gastar en el envío?


Las catástrofes son tiempos muy dados a la hipocresía. Tal me parece que el propietario de Loro Park envíe a Valencia 100 millones de euros cuando cada una de sus orcas se come cada día 35 kilos de pescado (traído del mar del Norte) en una región rodeada de mar pero donde los niños apenas lo prueban.


Desde luego esta crítica no es para la buena fe del que se mueve. ¡Que sí ¡Está bien que los jóvenes usen el WhatsApp para esto! ¡Está bien que dejen el sillón! ¡Está bien que echen una

mano! Ya sabemos y experimentamos que eso está bien. ¿Pero crees, amigo lector, que los políticos que hoy criticas no hicieron voluntariado de jóvenes? ¿Crees que no pisaron nunca el barro? Sí lo hicieron. Pero después frecuentemente no hicieron lo que tenían que hacer. Esos jóvenes que hoy llevaron agua ¿crees que no serán nunca políticos o ingenieros, o responsables de emergencias? ¿Harán entonces lo que deban hacer?


Cuando tenemos cáncer no nos ponemos en manos de voluntarios, ni siquiera de médicos que estén empezando. Los problemas serios los queremos en manos de profesionales experimentados. Esa es la verdadera solución de los problemas. Grandes frases como “solo el pueblo salva al pueblo” deben animar a todos los profesionales a ser pueblo, y por tanto no ser élite y olvidar la gestión justa de las cosas comunes. Que el militar, el político, el gestor sean pueblo sí es solución. Creer que con palas y cepillos se puede suplir la organización y la maquinaria pesada es una ingenuidad como poco, posiblemente una inconsciencia.


Hacen falta políticos, sindicalistas que exijan que no vuelva a ocurrir que se cierren los colegios pero se exija acudir al puesto de trabajo. “Si no acudes hoy no vuelvas” se dijo a más de uno. Muchos han muerto por ir al curro. Es tremendo. Es injusto. Y los niños en casa. O sea que el número de muertos de un desastre natural ha sido ampliado -mucho o poco- por la ambición de quien les obligó a ir a trabajar. No salgamos ahora con el cuento malo de la libertad. Libertad del zorro libre en el gallinero libre dijo alguien.


No se puede convertir la vivienda en negocio. Todo el planteamiento urbanístico debe hacerse solidariamente pensando en el bien común y no en el negocio de la artificial escasez de suelo. Basta un vuelo para ver que realmente la península está casi vacía. El precio del suelo es algo planificado. Hacen falta urbanistas, demógrafos, y un largo etcétera de profesiones que intervienen en el complejo mundo de la construcción.


Igualmente es necesario que se observen, vigilen y cuiden las cuencas hidráulicas, los cauces, más o menos arbolados, más o menos conducidos, más o menos regulados. Todo ello exige “las tres c”: ciencia, conciencia y coraje. Esos muchachos y muchachas, hoy voluntarios, harán un gran servicios se tienen en cuenta estas vivencias de estos días en las decisiones de su vida profesional. También cuando no tengan ganas de tener conciencia, también cuando eso les complique la vida.


Ahora, puestos a ser solidarios, habrá que tener cuidado no cayendo en lo que un misionero denunciaba al decir que cuando los pobres dan a los ricos no es solidaridad sino servilismo. En estos días me sorprende ver que instituciones con medios muy limitados de Canarias envían dinero a instituciones muy ricas de Valencia. Sorprendente buena fe pero también radicalmente equivocada. Valencia es más rica que Canarias.


Es tremendo también que en la solidaridad entre regiones sean las más ricas (País Vasco y Navarra) las que no serán solidarias con Valencia dados los privilegios fiscales que mantienen. Los jóvenes voluntarios harán bien si son algún día juristas, economistas, gestores del bien común que combatan los regímenes fiscales injustos. No arregla nada una recogida de alimentos en los Eroski de turno. Es el régimen fiscal el que debe cambiar. No sé qué harán los voluntarios de hoy cuando estén en los parlamentos, en la gestión de emergencias, en las políticas sanitarias, y hasta en las notaria. Los voluntarios no desaparecerán por encanto, ocuparán un lugar en la sociedad y es desde esas profesiones y tareas donde resultamos realmente eficaces.


La verdadera solidaridad toca el barro pero no debe dejar la cabeza en casa. Para estas tareas, como se ha visto, hace falta organización, hacen falta máquinas, hace falta profesión. Sí hace falta fe, pero sobra fideísmo. Hace falta entrega, pero sobra espontaneísmo. Hace falta donación pero sobra prepotencia. Hace falta solidaridad, sobra asistencialismo.


Ahora más que nunca: verdadero socialismo


Eugenio A. Rodríguez

¿A QUIEN INTERESA QUE NO SE EVALÚE LA GESTIÓN DE LA PANDEMÍA?

Puedes acceder al conjunto de enlaces aquí https://seminariossiap.es/siapcovid2025/material/ Puedes entrar al tema que te interese desde est...