martes, 30 de marzo de 2021

Escuela y coronavirus. Amigosmilani.es


Escribir juntos la pandemia y sacarle bien su jugo y lo que enseña. Porque la escritura colectiva es probablemente – entre tantas didácticas de Barbiana – la que mejor absorbe la esencia de la buena pedagogía. Si es verdad – y lo es – que nos educamos juntos al afrontar los desafíos colectivos de la vida, hay una buena forma de afrontarlos: escribir juntos delante de ellos y, mujeres y hombres, adultos y menores, de aquí o de allá, ver lo que pasa y sus dimensiones y escribir qué podemos hacer. No hemos escrito un solo texto, salvo un grupo joven y cordobés, pero hemos escrito sobre el mismo reto, como hicieron los chicos del pueblo cuando la transición española. 

Sin duda esta pandemia del “virus chino” desafía al globo terráqueo como no lo iban a inventar ni los avisadores más gafes de la guerra bacteriológica: ¡todos al suelo! De polo a polo ¡con mascarilla!, que viene una muerte rápida imparable… Los aviones en tierra, la fiesta y el turismo a cero, miles de industrias, actividades y negocios de cualquier sector paralizados sin saber hasta cuándo y millones de personas sin curro ni sueldo. Pobreza se llama eso y sin futuro a la vista. Los países se han endeudado por encima de su producto interior bruto anual, que está peor que con el agua al cuello.

Solo en auge los servicios sanitarios (y funerarios), aunque más las farmacéuticas. Sobrevive la alimentación y poco más y no sabemos si habrán quebrado las fábricas de armas ante la falta de vivos que matar. Pero ya exploramos Marte, por si acaso.

¿Y las escuelas? Cerradas han desarrollado los medios a distancia que amenazaban con sorpasar a los profes y a los libros de texto y daban mucho miedo. Unos dicen que la pandemia se cargará la escuela y, otros, que la puede cambiar. Los primeros tratan de mantenerla como sea por teléfono y por Internet. Pero la brecha digital los señala con el dedo: hundís más a los últimos. Los otros – en minoría – dicen que ahora es cuando hay que sacar la escuela a la calle y aprender de verdad con los desafíos que nos toca lidiar, que eso es educar(NOS). Aquí hay muchas ideas para matemáticas, biología, lengua etc. etc. No para religión, que la cosa sigue estando muy clara (aunque no se mencione): “lo que habéis hecho a uno de estos últimos me lo habéis hecho a mí”, como dijo Jesús y lo entiende cualquiera, y lo que habéis hecho al planeta, la casa común, como dice Francisco, os lo vais a comer con pandemia y sin mascarilla.

Amigosmilani.es    

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