En una librería tan pequeña como sugerente (www.enclavedelibros.com), que además es editorial y se ha atrevido con la re-edición actualizada de "Hacia una psiquiatría crítica" (https://www.enclavedelibros.com/libro/hacia-una-psiquiatria-critica_44757) pude comprobar que realmente en los oasis hay agua buena para quien tenga sed. Quizá no parezcan más de treinta metros cuadrados pero realmente se desbordaba ciencia, ética y alegría por combatir el buen combate. Quizá haya que dejar la comodidad de los grandes auditorios y someterse a la sencillez de las sillas plegables.
Los autores han preferido ni siquiera poner su nombre a los diferentes capítulos, señaló en la presentación del libro cuando tomó la palabra en primer lugar el también psiquiatra y editor Manuel Desviat. Se trasluce que sienten -y son- solidarios de un conocimiento colectivo y por eso ni se sabe las veces que en una hora dijeron “gracias”, la palabra en que más insistió sobre todo el que más había trabajado: el coordinador de la obra Alberto Ortiz.
Ivan de la Mata hizo un recorrido sobre la historia del libro. Recordó como en los años en que se presentó el modelo de atención psiquiátrica de la Transición fueron descubriendo como se eliminaban los “manicomios” pero seguían existiendo realmente y con el mismo modelo “encima ampliado a toda la población”, porque “seguía siendo un modelo biomédico”. Después descubrieron el “enorme poder de la industria farmacéutica, en el cual “podías ser muy crítico y podías ir gratis a Toronto a un Congreso” . Explicó que escribieron sobre ello y lograron avanzar en independencia.
Entre otras cosas comentó el exceso de medicina que fueron descubriendo. Reconoció también la gran aportación del “Congreso de escuchadores de voces” porque les descubrió que realmente había nuevas formas de coerción que no lo parecían a primera vista pero seguían siendo violentas.
Eva María Muñiz dedicó sus minutos a exponer que existe hoy abundante crítica del modelo de atención psiquiátrica. “Hoy lo difícil es poner el cuerpo”. Explicó que una perspectiva crítica necesita poder dedicar “tiempo en un contexto seguro”. Se refirió a que la mayor dificultad viene, más que del despido, de una presión permanente en torno a que entiendas la cultura de la empresa, el trabajo en equipo o aceptar formas blandas de supervisión: “Te explican que formas parte de una familia que trabaja duro, que tienes que salir de tu zona de confort”.
La coautora del libro es psicóloga y señaló que hoy los objetivos económicos se disfrazan de sostenibilidad. “Si dices que el emperador está desnudo es un desafío grande”, dijo. Eva María ha visto que entre los objetivos empresariales se incluye “satisfacer a los inversores” y se pregunta cómo puede ser eso compatible con el bien de los que asisten al sistema sanitario.
El discurso de Eva María estuvo cargado de esperanza: “Es necesario juntarse. Hay que cambiar los sistemas de evaluación. Hay mucha cosmética. Usamos la voz de los usuarios que estén sometidos y por eso le dan tan alta calificación. El sistema de evaluación de la calidad es tramposillo”. También defendió no entrar a todos los problemas a la vez y decidir claramente cuales son “las bolas que peleamos".
Cerró la Mesa redonda Juan Gérvas quien comenzó señalando que “estamos dispuestos a ir a la cárcel por los pacientes, esa es nuestra lealtad (no con la institución)”. El ponente se preguntó “¿Y si desaparece la psiquiatría? ¿Y si los suicidios vienen en parte del uso de tanto antidepresivo? Denunció una vez más los humos industriales tras los que están no solo los medicamentos sino “la visión biológica, como demuestra el aumento de electroshock”. Llamó una vez más a la compasión, a ser testigos y acreditar el sufrimiento mental, renunciando al papel de jueces y policías.
Alberto Ortíz, el coordinador de la obra señaló la importancia de tener en cuenta el contexto marco capitalista en que nos movemos. También recordó que las propuestas tienen que ir en línea de más horizontalidad. “No sirven etiquetas de enfermedades, cada persona es un mundo” dijo. Este experto psiquiatra apuesta por monitorizar los daños y reconocer las limitaciones. Ortiz cree que hay que evitar cronificar las dolencias y cree que eso se está logrando.
En el debate posterior entre autores y público se destacó la necesidad de superar el desasosiego y el deseo de abandono de la práctica clínica, el rechazar la tentación de desertar.
Dos breves intervenciones de la Mesa redonda. Manuel Desviat y Juan Gervas:
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