miércoles, 23 de junio de 2021

UN BARRIO EN NUEVA YORK


Washinton Heights. EEUU, 2021 de Jon M. Chu.

Todos tras sus sueños.

Comedia musical. Bailes. 143 minutos. ****

Desde luego, esta película es la que hacía falta en nuestros cines que poco a poco van recuperando una vida normal en la exhibición de películas. Es una respuesta acertadísima a este panorama de tristeza y desolación que nos ha dejado la maldita pandemia. Una película musical llena de alegría que quizás sea una de las mejores de estos últimos años. “Un barrio en Nueva York” como buena película musical es, por tanto y también, una película coral, donde participan muchos personajes que se interrelacionan y que tienen en común su deseo de alcanzar sus sueños (“sus sueñitos” como dicen ellos). El principal es Usnavi , un joven muy simpático que regenta un pequeño chiringuito y que sueña con regresar a su patria querida, la República Dominicana junto, con su abuela que lo ha criado. Ésta, la abuela Claudia, es una anciana sabia y descacharrante, que desempeña el rol de abuela para muchos de los vecinos del barrio,. También está la esquiva joven Vanessa, de quien Usnavi está perdidamente enamorado y Nina, una vieja amiga de Usnavi que regresa al barrio después de mucho tiempo, que lleva a sus padres las malas noticias de su fracaso en la universidad. Éstos habían realizado muchos sacrificios para que ella tuviera unos estudios que ellos no pudieron tener.

Washington Heights es un barrio que está al noroeste de la isla de Manhattan, muy próximo al Bronx, donde la vida comienza bien temprano y, donde vemos a los niños jugar y bañarse en los aspersores de la calle y escuchamos todos los ruidos del barrio que se convierte en una auténtica sinfonía musical llena de color. Hay muchos momentos del filme que recuerdan algunas escenas de “West side story” el célebre musical cuya nueva versión está apunto de estrenar Steven Spielberg. La cámara, después de esta breve introducción sigue a nuestro protagonista y que es también el narrador y nos va mostrando una nutrida comunidad de personajes que forman un amplio abanico de la cultura latina -puertorriqueños, dominicanos, mexicanos o cubanos entre muchos-.

Con gran acierto “Un barrio en Nueva York” nos muestra a este grupo de jóvenes latinoamericanos trabajadores y honrados (no es una película de mafias ni “malages”, como a veces insisten machaconamente este tipo de cintas), y que tratan de abrirse camino y alcanzar sus sueños en un país que muchas veces no ha sido muy acogedor. Otros, quizá sintiéndose fracasados, sueñan con regresar a sus países de origen. Pero todos están unidos por unos lazos de amor, amistad, solidaridad y orgullo que provoca la resistencia a que ese barrio condenado a desaparecer esté totalmente vivo.

He aquí pues una película alegre y divertida, que está llena de fe en la vida y optimismo: es lo que ahora nos hace tanta falta. Un musical casi perfecto que podría militarizar este género en otro tiempo tan lleno de éxito. No se lo pierdan. 

Ahora más que nunca: diversidad 

José Luis Barrera Calahorro, 22 de junio de 2021.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LAS PATERAS COMO SELECCIÓN DE PERSONAL

Me resulta sorprendente que no se acabe con la llegada de pateras. En esta sociedad del control llama la atención. En esta sociedad en que v...