jueves, 11 de enero de 2024

Sobre Bertín Osborne, las donaciones de semen y la obligación de ejercer la paternidad

Ibone Olza

Me resulta muy llamativo el revuelo que ha causado las declaraciones de Bertín Osborne diciendo que no piensa ejercer de padre de su próximo hijo. Todo el mundo le ha criticado argumentando cosas como «cuando nace el crío y eres su padre, eres su padre» o que la paternidad no puede ser optativa.

Sin embargo a la mayoría de esas personas les parece perfecto que los hombres «donen» su semen de forma anónima y sean retribuidos por ello. Todo ello es un perfecto ejemplo de como el pensamiento adultocéntrico impera en nuestra sociedad.

Hagamos el ejercicio de ponernos en la piel del bebé. Si un día puede demostrar que un señor rico es su padre biológico tendrá derecho al reconocimiento de su paternidad, a una pensión y a su herencia como mínimo, además de saber quien son o fueron sus familiares por la rama paterna. Pero si por el contrario es hijo de un donante anónimo (incluso si es el mismo señor rico) no tendrá derecho a nada. Para que se vea más claramente: si Bertín Osborne dona su semen en una clínica a día de hoy los descendientes por esa vía no tendrán derecho a saber quien es su padre biológico, y si un día no muy lejano gracias a los bancos de ADN logran demostrar que su padre biológico es Bertín Osborne (o cualquier otro señor rico o pobre) lo mismo, NADA de NADA. ¿Por qué? Porque un contrato firmado por adultos previo a su concepción les privó de todos esos derechos. Me parece absolutamente discriminatorio desde el punto de vista del bebé. Injustificable.

Por eso no entiendo que escandalicen tanto las declaraciones de Bertín y preocupe tan poco la privación sistemática del derecho a la identidad de todos las personas concebidas con gametos (espermatozoides u óvulos) de donante anónimo. Desde luego que lo que hace Bertín en la portada del Hola me parece terriblemente machista pero creo que hay que ir un poco más allá en esa crítica, aunque escueza a todas las personas que no ven problema en que los adultos prioricen su deseo de reproducirse por encima del derecho a la identidad de sus futuros hijos. No entiendo que parezca tan terrible una renuncia pública a la paternidad de un hombre rico y famoso, -será que se le juzga por renunciar siendo rico- y no se cuestione el que se pueda decidir con absoluta facilidad privar a los descendientes de conocer o tener un padre con la excusa de la «donación». No sólo es el padre, es toda la rama ascendente paterna. Además de todas las cuestiones relacionadas con la herencia.

¿Por qué si un hombre renuncia a ejercer la paternidad se le tacha de irresponsable y si hace exactamente lo mismo dejando su semen en una clínica y firmando un papel a cambio de dinero se le considera generoso o solidario? ¿Qué es entonces la paternidad? ¿Las obligaciones que implica ser padre biológico son algo optativo o no, en qué quedamos? ¿Se puede renunciar al compromiso con los descendientes o no?

Las personas así concebidas cada vez lo tienen más claro y reclaman con fuerza el fin de las donaciones anónimas de semen y óvulos. En nuestro país se han asociado en AHID (Asociación de Hijas e Hijos de Donante Anónimo) y en torno a la cuenta NDA Drets (https://www.instagram.com/nda.drets/). En otros países ya llevan años grupos como Anonymous Us) Luchan para conseguir la abolición de la ley que garantiza el anonimato de las personas donantes de esperma y de óvulos en España. Y con ello contribuyen a visibilizar los enormes problemas derivados del inmenso negocio que rodea la reproducción asistida.

Desde aquí todo mi apoyo.

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