martes, 29 de diciembre de 2020

Silencio

¿Qué decir cuando una persona está físicamente sana y su parte anímica precisa de sustancias químicas que lo estimulen para poder hacer una vida ordenada?

¿Qué imagen nos formamos desde fuera de dicha persona?

¿Qué decir cuando esa persona se bloquea y es incapaz de hablar?

Empatía

Por desconocimiento, los seres humanos “sanos” , critican ciertos tipos de silencio de otros seres humanos.

Su actitud, sus respuestas entrecortadas, … si llegan a producirse, da pie a que los más avezados, por falta de conocimiento de lo que está sucediendo en el interior de dicha persona, emitan juicios, … y no del todo favorables, en algunas ocasiones; otras, en cambio, sí lo son, congraciándose o identificándose con dicho ser, sin decirlo, poniéndose en sus zapatos e intentando ayudarle. Todo ello debido a un sentimiento de magnanimidad, el cual solo se halla en personas de espíritu grande, despegadas de toda materialidad y protagonismo, cuyo único interés personal, radica en ayudar a quien tiene enfrente y que se realice como persona. Esas personas existen.

Este hecho tiene mucha importancia, pues aunque es un camino a recorrer solo, siempre será mejor hacer dicho camino si recibimos ayuda. Las crisis solo las puede superar el que las sufre, los demás, por mucho que digan o hagan , no pueden superarlas en piel ajena; por mucho que nos desespere ver cometer errores que sabemos no llevan a ningún lugar. Como siempre ha sucedido los cambios cuestan y, más aún a ciertas edades.

El que a una persona joven le diagnostiquen una patología mental, no suele ser plato de buen gusto. Si añadimos a la patología que nos diagnostican, que uno está en lo mejor de su vida, en los años de formación, transición de la adolescencia superada, a la edad juvenil, para pasar a la edad adulta, de los dieciocho a los treinta años, imagínense.

La sangre bulle, las ideas se disparan, toda la fuerza que la naturaleza le regala se convierte en una fuga ( una salida accidental desde el interior de una persona truncada psíquicamente ) . Como en toda fuga , se pierde fuerza y se malgastan las energías. El circuito de la vida pierde presión, ilusión.

En algunos casos uno se obsesiona con una idea haciéndola central en su vida, pero fuera de la realidad en la cual se desenvuelven los demás seres humanos. Toda su fuerza vital la dirige en un sentido erróneo. Aún así, para el que está en dicha situación , es la única solución a lo que le está sucediendo y, no admite bajo ningún concepto el estar equivocándose. Para uno es muy difícil aceptar que su vida se haya truncado.

Lo primero es no aceptar lo que está sucediendo. ¿ Por qué tengo una tara, por qué me lo dices tú?. Estoy vivo. Físicamente nada me impide representar mi papel.

Cuesta dormir, cuesta tener que levantarse, cuesta tener horarios, cuesta estar sujeto en un solo punto del trabajo y relacionarse con los demás. Centrarse es muy difícil. Las ideas bullen, y se creen realizables por muy descabelladas que sean. Muchas veces uno se siente perseguido por fuerzas ocultas e intenta su “fuga”.

Se sufre sin ningún motivo físico. Comienza la angustia. El estómago se contrae. Se llora sin motivo. Se escucha lo que nadie escucha, se interpreta lo que se escucha como un ataque personal a uno mismo, o una alabanza. Se es centro del universo ya que además se ve, en algunas ocasiones, lo que nadie ve. Y uno se siente elegido para un plan especial que solo uno puede realizar. “Esto último es cierto para todo ser humano”, con patología o sin patología.

Lo que no es cierto es que uno tenga licencia para ir en sentido contrario en la autopista de la vida, saltándose uno las normas que deberían regular toda convivencia humana. Al igual que la máxima norma de tráfico, no escrita, es evitar cualquier accidente, la máxima de la libertad ciudadana nos dice : que nuestra libertad como persona termina donde comienza la de la otra persona que tenemos enfrente.

No se es capaz de analizar tanta incomprensión. Uno se desorienta sin ser consciente de ello. Si tiene un ego hasta entonces muy crecido, verá todo a través de un prisma de superioridad. Si su ego está bajo, se sentirá despreciable. Ambas sensaciones suelen combinarse, pasando de ser un superman a ser un don nadie.

Aún con todo esto, uno se resiste a admitir que algo falla. Sentimientos entrecruzados de sensaciones anómalas. ¿ Por qué ayer estaba sano y hoy no ?.

Dicha persona se halla con toda su fuerza interior para esforzarse en hacer un camino en el cual desarrollar su vida futura, su camino a seguir, dentro de todas las variables que se nos ofrecen en la sociedad en la cual nos desenvolvemos y, dentro del marco en el cual se nos ha inculcado que no debemos salirnos, para no estropear nuestro lindo papel y conseguir llegar a ser lo que se espera de nosotros, de cada individuo en particular.

El no conseguirlo, porque se nos dice mediante un diagnóstico que estamos limitados, produce un nuevo enmarcamiento para nuestro lindo papel, que ya no es tan lindo, como si lo arrugasen entre las manos con saña, lo estrujaran y lo tirasen a la papelera. Reciclar ese papel es un trabajo prometeico. Nadie puede hacerlo solo.

El mito de Prometeo ha tenido tres interpretaciones profundas a lo largo de la historia de la cultura occidental:

A)  Figura bienhechora, civilizadora, que hace posible el progreso de la humanidad e intenta igualar al hombre con los dioses.

B)  Prototipo romántico del rebelde que desafía a los dioses y a la naturaleza ( titanismo ).

C)  Figura funesta, ya que el conocimiento, la ciencia y la técnica arrancaron al hombre de su inocencia originaria y ha sido causa de desastres y sufrimiento.

Que cada uno saque sus conclusiones .

Ahora más que nunca: Diginidad 

Israel Durán 

´Más vale honra sin barcos que barcos sin honra´´.(1) 
Casto Secundino María Méndez Núñez, contraalmirante de la Real Armada Española. 

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