Cansa seguir luchando por el derecho constitucional y el Derecho Humano a la vivienda, después de muchos años de compartir tantos sufrimientos de familias que fueron desahuciadas de sus casas, de sus hogares con motivo de la crisis económica, provocada por la estafa financiera. Un desgarro inmenso de padres y madres, que no sabían explicárselos a sus hijos; hijos que no entendían la marcha de su vivienda, dejar su colegio, dejar a sus amigos. Me decía una madre: “Mi hijo me ha preguntado por qué nos vamos y yo con una sonrisa, sacada de no sé dónde, le decía que vamos a un sitio mejor, sabiendo que es mentira. Nos vamos con mis padres y no tenemos sitio suficiente. ¿Qué digo cuando me diga que esta casa es peor y por qué no nos volvemos?”. Me imagino que esta madre, después iría al servicio a llorar amargamente para que sus hijos no la vieran ni la escucharan. También, compartimos momentos de alegría cuando se conseguía la dación el pago y el alquiler social. Podían reiniciar sus vidas.
Una situación empeorada por los lanzamientos por falta de pago de alquiler y se ha sumado que los bancos y sus inmobiliarias, están mandando cartas diciendo que no renuevan el alquiler social, indicándoles que si siguen pagando, después de la finalización del contrato, se considerará como indemnización por ocupación indebida, terminando la carta con un cinismo impresionante: “Le agradecemos su colaboración y esperamos que haya disfrutado de una estancia agradable en nuestra vivienda”.
Mi experiencia me indica que la gente le da vergüenza no pagar, verse en una situación de desahucio, sin olvidar que esa situación se da al final de un proceso de empobrecimiento, donde muchas familias no pudieron hacer frente a los gastos, teniendo los frigoríficos vacíos y sus hijos pasando a esa estadística del “25% de la infancia está en desnutrición”. Recuerdo que una maestra me comentó, en cierta ocasión, que una niña llevaba siempre dos bocadillos, uno para ella y el otro para su amiga del alma, que nunca llevaba un bocadillo. Esta situación se agravó y se mantuvo permanente, porque se ha establecido un sistema socioeconómico basado en la precariedad laboral, en un sueldo de miseria y se le unió la subida de alquileres. La gente necesita una casa y cuando no puede pide ayuda y si no le podemos ayudar, se suele meter en un piso de un banco o fondo buitre. Es duro cuando te llaman y te dicen que tienen orden de desahucio, que está buscando desesperadamente, que nadie les alquila, que Servicios Sociales no tiene vivienda, que tiene dos hijos y que podría pagar un alquiler máximo de 300 euros; y te llama para preguntarte si conozco a alguien que pueda alquilarle por ese precio y mi respuesta es que preguntaré, que le voy a acompañar y un ¡Dios mío! Silencioso, porque no voy a encontrar nada.
La gente quiere vivir pagando sus deudas y vivir tranquilas. Ya sé que alguien dirá, “pues yo conozco alguien que tiene mucho moro” y le suelo responder que yo también. Ya sé que alguien me dirá que hay mafias y yo le diré que conozco algunas, incluso, le diré que he tenido algún encuentro muy desagradable. Pero, les digo que hay una inmensa mayoría que ha sido abandonada a su suerte, que ha sido pisoteada por la especulación y los fondos buitres depredadores.
El Consejero José Ramón Díaz de Revenga se reunió con la fiscalía y el TRSRM. La reunión era para tratar de las ocupaciones y en boca del Consejero Díaz de Revenga era “para que la acción de la justicia se efectúe de forma más ágil y efectiva posible”.
Me gustaría que la respuesta del TSJRM hubiera sido:
<<Nos preocupa la campaña que existe para identificar allanamiento de morada con ocupación. Hay leyes suficientes que protegen a los moradores y sería bueno que los partidos políticos no jugarán con estas cuestiones. Si alguien entra a tu casa, se les detiene y se les juzga. Sabemos de esas ocupaciones de mafias, pero, también sabemos que muchas familias que no han encontrado una respuesta de la administración, toman la decisión, que es ilegal, de ocupar una vivienda de un banco, para tener un cobijo para sus hijos. No queremos hacer de villanos, aplicaremos las leyes, pero, no nos pidan que seamos insensibles. Apliquen ya La Ley de Vivienda que ustedes mismo aprobaron y cometen la ilegalidad de no cumplirla. También, sería necesario que se dotaran de un parque de vivienda suficiente para el alquiler social. Estamos ante un problema social, más que legal>>.
Seguimos luchando para que las familias tengan un hogar, a pesar, del cansancio, del silenciamiento y de la debilidad de las PAHs. Para terminar, quiero recordar a los jueces y juezas, la parábola del trigo y la cizaña, donde por cortar la poca cizaña, querían cortar también el abundante trigo. No caigan en la trampa de los intereses económicos con la complicidad de políticos y estén al servicio de la gente, de esa gente que se puede ver en la calle con sus hijos. Ayúdenles desde la magistratura. Yo, desde mi fe en el Dios de Jesús estaré con estas familias.
Ahora más que nunca: política solidaria
Joaquín Sánchez
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