jueves, 30 de septiembre de 2021

La CENSURA EN el Salto sobre COVID 19

José R. Loayssa

Una vez más. Una critica contundente y argumentada.
Un suscriptor socio de “El Salto” tomo la iniciativa de pedir explicaciones a este medio por la des-publicación de dos artículos que escribí con Ariel Petruccelli y Paz Frances.

Reproduzco algunos fragmentos de su intercambio con la redacción de ese medio, unos fragmentos que creo ponen de relieve la deshonestidad y insolvencia de la mayoría de la redacción (no hubo ningún consenso sobre esas decisiones sino una imposición frente al sector partidario de la pluralidad y el debate abierto). Los argumentos del suscriptor son muy elocuentes claros y razonados.

Las razones que esgrime la redacción para la censura de nuestros artículos que explican tras detallar los muchos artículos críticos que han publicado (la mayoría críticos “ma non troppo “ es decir dentro del relato oficial) son:

“En cuanto a los artículos que refieres, la decisión de El Salto ha sido consensuada entre toda la redacción. Con el primer artículo, que era un resumen de un libro que se encuentran promocionando los autores del texto, discrepábamos en algunos datos que cuestionaban la virulencia del covid-19 y en el sentir general que venía a minimizar la pandemia, lo que no nos parece de recibo, teniendo en cuenta el drama que se ha vivido en muchas de las familias de nuestras lectoras y lectores y las dificultades que siguen teniendo aquellas y aquellos que sufren covid persistente. Tras su retirada consensuada, los escritores comenzaron una campaña de desprestigio hacia El Salto, muy enfocada a la venta de su libro, por lo que decidimos no volver a publicar nada más de ellos. Estos son los motivos que esperamos que comprendas"

La replica del suscriptor no tiene desperdicio y habla por si misma.
"Ante ella respondí con la siguiente carta a la misma redacción, consiguiendo tan solo su clamoroso silencio. Tras él les transmití mi decisión de darme de baja de suscriptor tras muchos años de socio. Malos tiempos para los pensamientos críticos hasta en los medios que se auto califican así:
“Antes que nada agradecer vuestra respuesta a mi consulta.
Aun así, me quedo un tanto perplejo ante las razones por las que habéis decidido la despublicación de esos dos últimos artículos del autor citado, me parece, como decís vosotros, “que no son de recibo”, viniendo de un medio, como el Salto, que se declara crítico.

Paso a comentaros algunos de los porqués de mi asombro intentando no alargarme demasiado.
Comenzando por la ¿razón? que esgrimís del “sentir general”, he de decir que no encuentro que ése sea ningún tipo de razonamiento crítico, y me alarma. Sí con el “sentir general” os queréis referir al de la gente de la calle, por ese mismo motivo se podría cerrar ya este diario, ¿no? ¿Es un ‘sentir general’ la necesidad de un medio de comunicación como El Salto? ¿Es que en El Salto se hace periodismo para seguir el sentir general o para indagar, analizar y poner en cuestión ese “supuesto” sentir general? Y más cuando, como supongo que no se os escapa, ese ‘sentir general’ referido a la cuestión del virus, está directamente influido -si no impuesto- por el discurso oficial a través de la mayor parte de medios de ‘comunicación’ de manera antes nunca vista, eliminando toda crítica razonada y dando pábulo a las teorías más descabelladas con el fin de desacreditar las discrepancias serias.

Si, por otro lado, os estáis refiriendo al sentir general de los socios de El Salto, me parece que con que reviséis por encima los comentarios a los artículos que aparecieron en su momento, podréis comprobar que, para una mayoría bastante amplia, tales artículos son bien calificados e incluso reclamados como necesarios en medio de un asentimiento casi “militar” con el discurso oficial por parte de la mayoría de los demás medios.

La segunda razón de desacuerdo por vuestra parte, la de “minimizar la pandemia”, me/os pregunto: ¿Es que no se puede cuestionar razonadamente la dimensión de la pandemia e incluso si se la debe denominar así o simplemente epidemia? ¿Con la Iglesia hemos topado? ¿Hay límites a la hora de analizar algo? En ninguna parte de los artículos mencionados he encontrado declaraciones extravagantes, conspiranoicas, ni opiniones de ese cariz sino que, desde una perspectiva claramente contestataria y de izquierdas, se cuestionan previsiones, datos y las políticas represivas empleadas a consecuencia de esos datos cuestionados.

En cuanto a vuestra discrepancia con “algunos datos que cuestionaban la virulencia del COVID-19 ”. Puede ocurrir que no se esté de acuerdo con ciertos datos pero no creo que sea la mejor manera de actuar por parte de El Salto la de despublicarlos sin más y sin contactar con el autor. ¿No sería mejor reflejar en el periódico que la redacción del diario no comparte plenamente esas cifras, o contrastarlas y publicar los datos que la redacción o algún especialista sí creen correctos? Me parece que somos los lectores los que debemos sacar las conclusiones o al menos que se nos informe públicamente del por qué de estas decisiones, especialmente cuando el tema tiene gran relevancia, como es el caso de este virus que está cambiando - y no para mejor- tantas cosas.

En referencia a vuestra frase: “el drama que se ha vivido en muchas familias…”, se me ocurren, puestos así, unos cuantos ejemplos,( ya fuera el dolor de las víctimas de la guerra del Vietnam, el de la banda terrorista tal, etc…), en que se hubiera tenido que guardar silencio, no investigar, cuestionar, ni analizar los conflictos “por (respeto) al drama vivido en muchas familias” con hijos o parientes fallecidos en ellos. Precisamente por el dolor de las víctimas, las causadas por el virus y las otras, las que padecemos las ‘bendiciones’ de la industria farmacéutica (¿hace falta recordar que, desde hace años, sus intereses nada tienen que ver con la salud de la gente común y corriente?) así como las medidas represivas tomadas ‘manu militari’ por los gobiernos, se hace más necesario que nunca - y especialmente en un diario crítico- dar voz a los que cuestionan con razonamientos esas actitudes -estemos o no totalmente de acuerdo con sus argumentos -. Me parece que silenciar estas voces es contribuir al adoctrinamiento de la gente y la mejor ayuda para que la extrema derecha crezca entre los ‘descontentos’ y se reclame como la única “incorrecta” políticamente y alternativa al sistema. Sorprende que acuséis a esa extrema derecha de azuzar el alarmismo cuando no hay más que ver la televisión o leer cualquier diario, para percatarse de dónde procede el grueso del alarmismo y que, El Salto mismo, al despublicar un artículo que pone en cuestión ese ‘alarmismo’, se esté sumando de alguna manera a él.

Por fin, y respecto a lo que señaláis como “campaña de desprestigio de los autores hacia El Salto”, me parecería adecuado que la compartieseis con los lectores. Yo tan solo encontré -y de ahí la consulta que os dirigí- la denuncia del autor del artículo por su despublicación sin ningún aviso o contacto con él, cosa que no negáis en vuestra carta. De ser eso cierto, no hay que equivocar denunciar con desprestigiar.

Haciendo públicas vuestras decisiones entenderemos también las razones que os han llevado a decidir no volver a publicar nada más de este autor, porque de no ser así no es difícil llegar a la conclusión de que, la de El Salto, es la típica censura con algo que molesta o coloca en situación difícil, ésa que tanto sufrimos en los otros medios y por lo que algunos somos socios de este diario -y anteriormente de Diagonal- desde hace tantos años, sin necesariamente compartir todo lo que se publica en él.
Salud.

martes, 28 de septiembre de 2021

COVID 19, LA RESPUESTA AUTORITARIA Y LA ESTRATEGIA DEL MIEDO. COLOQUIOS CON JOSÉ R. LOAYSSA


Óscar Quintela

En  Santander y  Torrelavega se celebraron unas charla-diálogo con José Ramón Loayssa. José Ramón es un médico navarro recién jubilado, que ha dedicado su vida laboral a la medicina en atención primaria y los últimos años a la medicina de Urgencias.

Hace unos meses que salió a la luz el libro “COVID19. La respuesta autoritaria y la estrategia del miedo”, del que es autor José Ramón además de Paz Francés (profesora de Derecho) y Ariel Petruccelli (Historiador). El libro es fruto del estudio intenso de los tres autores, y una forma de acción frente al autoritarismo que ha reinado en todo el tiempo que está durando la pandemia.

Hay muchos interrogantes que se han puesto sobre la mesa en la reflexión-diálogo tenido:

-Los números que nos han presentado desde el principio (número de contagiados, número de test positivos, pruebas de PCR y antígenos…) son fácilmente manipulables según la situación que quieras justificar… Loayssa propone que para evitar este baile de cifras se use la tasa del exceso de mortalidad. Esto es, el número de muertos que hay por encima de la media de los muertos en los cinco últimos años. ¿Por qué los medios de comunicación no se basa en estas medida más claras y transparentes?

- Loayssa afirma que medidas como el confinamiento estricto sólo funciona si es del 100% de la población. En España durante los tres meses de confinamiento en casas el 30% de la gente tenía que salir porque estaba dentro de los grupos considerados de trabajadores esenciales. Estos salían de casa y volvían con el virus y lo metían en casa en donde los más frágiles (abuelos sobre todo) se pasaban todas las horas ¿Por qué en España no ha habido un debate científico público acerca de las medidas a tomar por ejemplo en el confinamiento estricto domiciliario?

-La mayor parte de los fallecidos en España han sido de mayores de 75 años y de estos lo más frecuente fue en los usuarios de residencias. ¿Cómo se justifica que se hayan cerrado estos centros convirtiéndolos en auténticas trampas mortales en los que los trabajadores llevaban el virus adentro?

-El confinamiento ha sido un ejercicio profundamente antidemocrático propuesto por un Gobierno de izquierdas. No es lo mismo confinar a una familia en una casa de 100 metros cuadrados y con jardín, que a otra familia que malvive en una habitación compartiendo vivienda con otras familias. ¿Es lógico no atender a estas diferencias? ¿No es verdad que el contagio intrahogar ha sido una realidad que ha aumentado exponencialmente el numero de infectados en el período inicial de confianmiento estricto?

-La infección por COVID19 ha provocado situaciones muy raras y variadas, desde personas asintomáticas que ni se enteran, hasta muertos, pasando por una variedad de patologías y gravedad muy elevada. Las “órdenes” que venían desde arriba muchas veces adolecían de ciencia y de sentido común. Ante el desconocimiento de la enfermedad y las variopintas situaciones ocurridas, ¿Por qué se ha evitado tener un debate científico y social que hubiese sido mucho más rico en las soluciones aportadas?

-¿Sabe la población general que en 2020 ha muerto un 0,2% de personas con “certificado de defunción” con COVID? ¿Se sabe que cada año ese porcentaje de muerte por todas las causas es del 4,5%?

-¿Por qué nos han vendido una inmunidad de rebaño cuando se alcanzase el 70% de vacunados? Cuando hemos llegado a ese número y los contagios se disparaban a finales de este verano, han cambiado de criterio sin decir nada. Otra vez tratando a la población como menor de edad…

-¿Por qué se ha optado por la vacunación masiva frente a una vacunación selectiva de las personas frágiles y en riesgo?

-¿La información oficial era transparente?

-¿Qué asociación hay entre tasa de letalidad y otros factores es el número de horas de la gente en casa (lugares cerrados)?

-¿Ha habido lugar para el debate en una enfermedad que ha hecho cosas muy raras?.

-¿Por qué tantas muertes en pacientes en residencias? 

Compartió análisis sugerentes:
-La edad media de los que mueren por COVID es superior a la edad media de esperanza de vida.
-Algo no explicado. En ciertos países mueren por edad más joven más de lo que la media de los países. Ej. Brasil.
-Exceso de mortalidad vs. número de contagios (que dependen del número de test que se hacen). 
-Superpropagadores: el 10% contagia al 80%.
-La inmunidad de rebaño aparece a partir de la que se contagia la segunda persona.
-A medida que el súperpropagador se inactiva porque se contagia, la transmisión baja,
-No se sabe mucho de las vacunas y sus efectos y se ha vacunado masivamente. Miocarditis, parkinson, son tóxicas neuronales y cardíacas… a largo plazo ¿qué?

Loayssa insiste en exigir más transparencia, menos dogmatismo, menos autoritarismo, más libertad…

Así lo relatan los organizadores:

domingo, 26 de septiembre de 2021

Atravesando montes y mares

Cambiar el "me" por el "we"
Pasar del "ego" al "nosotros"
La Iglesia Católica desde los comienzos del siglo pasado, 1914, dedica una jornada (ya la 107ª) a los migrantes y refugiados con la finalidad de orar, reflexionar y poner en marcha acciones para apoyar, defender y acompaña ra las personas que por diversos motivos salen de su país o se ven forzadas a huir por causa de conflictos, represiones, guerras y falta de medios de subsistencia.


Cada poco tiempo los medios de comunicación nos muestran imágenes de refugiados y migrantes que ponen en peligro sus vidas para buscar un lugar seguro para vivir. En estos momentos ocupanel primer plano los de Afganistán por causas bien conocidas.

Ante la cuestión de los migrantes y refugiados la Doctrina de la Iglesia afirma claramente dos derechos: el derecho a emigrar y el derecho a permanecer en el propio país, pues es consciente que la humanidad tiene que ser una sola familia humana, ya que cuando reza la oración que enseñóJesús (Mt 6, 9) se dice PADRENUESTRO en cualquier aldea, región, país o continente.

Desde esta realidad es lógica la actitud que el papa Francisco pide poner en práctica a todas las personas y paísesy que resume en estos cuatro verbos: ACOGER, PROTEGER, PROMOVER e INTEGRAR, pues somos miembros de una única humanidad, de la única raza humana o dicho en un lenguaje específicamente cristiano: Somos Hermanos en Cristo e Hijos de Dios Nuestro Padre.

Pero en nuestras sociedades esto no sucede así como denuncia el Papa en su mensaje titulado, “Hacia un ‘nosotros’ cada vez más grande”, para este día 26 de septiembre en el que escribe:

“El tiempo presente nos muestra que el ‘nosotros’ querido por Dios está roto yfragmentado, herido y desfigurado. Yesto tiene lugar especialmente en los momentos de mayor crisis, como ahora por la pandemia. Los nacionalismos cerrados y agresivos y el individualismo radical resquebrajan o dividen el ‘nosotros’, tanto en el mundo como dentro de la Iglesia. Y el precio más elevado lo pagan quienes más fácilmente pueden convertirse en los ‘otros’: los extranjeros, los migrantes, los marginados, que habitan las periferias existenciales”.

En los estudios sociológicos e históricos serios se ve claramente que la mezcla de personas y pueblos es una constante en la historia de la humanidad, siendo por ejemplo muchos los pueblos que se asentaron en la península Ibérica ola atravesaron hacia el Norte o Sur, elEste u Oeste. Lo mismo pasa en los otros países del mundo. En los mapas de la evolución y expansión de los seres humanos por el planeta, vemos que la humanidad aparecióen el centro-este de África y, partiendo de ahí, se extiende por todalatierra. Por tanto no hay etnias claramente distintas, aunque sí regiones más apartadas o más vinculadas con las diversas movilizaciones humanas en la historia.

Esta conciencia de ser una única familia humana que recibió un planeta para vivir en él está muy arraigada en los Padres de la Iglesia, y sacan consecuencias para la vida social. Essuficienteeste breve pasaje de S. Ambrosio: “La naturaleza ha producido todas las cosas en común para todos. Pues Dios ordenó que todo se engendrase de manera que el sustento fuese común a todos yla tierra una especie de posesión colectiva de todos. La naturaleza engendró un derecho común y la usurpación creóel derecho privado”.

Desde el punto de vista socioeconómico los inmigrantes son un empobrecimiento para su país de origen y una riqueza para el de acogida. En el libro de Bricker e Ibbitson, El Planeta vacío (p. 106), se afirma que criar a un niño de clase media hasta los 19 años cuesta 250.000 $ y luego vienen los estudios superiores. Teniendo sólo en cuenta los costes hasta los 19 años cabría preguntar: ¿Cuánta sería la deuda contraída,y ni siquiera reconocida, que se tiene por los inmigrantes adultos llegados a un país enun período de tiempo concreto?

El mensaje antes citado del Papa clama:“Estamos llamados a comprometernos para que no haya más muros que nos separen, que no haya más ‘otros’, sino sólo un ‘nosotros’, grande como toda la humanidad. (...) Todo bautizado, donde quiera que se encuentre, es miembro de pleno derecho de la comunidad eclesial local, miembro de la única Iglesia, residente en la única casa, componente de la única familia. (...) El encuentro con los migrantes y refugiados de otras confesiones y religiones es un terreno fértil para el desarrollo de un diálogo ecuménico e interreligioso sincero y enriquecedor”

Así que ante cualquier persona nuestra responsabilidad y tarea debe ser esforzarse por ser hermano de todas las personas.

Ahora más que nunca: Solidaridad

Antón Negro

jueves, 16 de septiembre de 2021

Inmigrantes en Occidente: Necesarios y Controvertidos

Antón Negro

En el confinamiento de 2020 oímos decir a periodistas que las fresas de Lepe las recogen marroquíes viviendo en barracones insalubres, que fueron repatriadas a causa del Covid 19. La fruta de Lérida la recogen inmigrantes en condiciones sociosanitarias insanas y por eso hubo un gran brote del virus. Una brigada uruguaya vino a trasquilar las ovejas… Además cualquiera puede ver que los extranjeros abundan en la construcción y hostelería, que personas mayores-dependientes son cuidadas por inmigrantes… Es decir, actividades básicas para nuestra vida las realizan extranjeros e incluso las de ocio porque ¿Qué sería del ocio mayoritario de los españoles sin los inmigrantes en los clubs de fútbol?

Londres es la primera capital europea que tiene de alcalde un musulmán de ascendencia pakistaní, Sadiq Khan, desde 2016. Más de la mitad de los londinenses es inmigrante de 1ª o 2ª generación. Joane Anderson, de raza negra, es desde mayo alcaldesa de Liverpool. 

MIRANDO UNA GRÁFICA

A esta gráfica le llaman la “pirámide” de la población española (2023), pero hay que decir que eso es mentira, pues no es una pirámide, sino...