Situación
global
Israel ha bombardeado y
masacrado la población gazaití desde el 7 de octubre de 2023. Ha destruido el
92% de las viviendas (la bomba atómica de Estados Unidos contra Hiroshima arrasó
el 70%).Entre
dicho mes y el de septiembre de 2024, mediante una matanza indescriptible,
Israel ha logrado disminuir la expectativa de vida al nacer en Gaza de 76 a 41
años[ii].
Israel ha asesinado
impunemente a unas 400.000 personas en Gaza, la mitad niños[iii],[iv],[v].
Israel ha “producido” 40.000
huérfanos en Gaza[vi].
Israel ha sometido a un asedio
medieval a Gaza, bloqueando la entrada de comida y agua, de productos
sanitarios, repuestosy combustible y está matando de hambre a la población
gazaití, con mayor afectación de la infancia y la ancianidad.
¡Muera el
Ejército de Israel![vii]
El “¡Muera el Ejército de
Israel!” es expresión que firmamos personas de buena voluntad pues dicho
Ejército está formado por militares cobardes que asesinan a población civil
indefensa, día tras día, con maldad inusitada como el disparo al “blanco” de niños
por francotiradores, el asesinato a mansalva que quienes acuden a las fuentes
de agua y de avituallamiento, o el bombardeo que provoca la muerte por
quemaduras de familias que se alojan en chabolas de plástico.
No hay defensa aérea ninguna,
no hay tanques, no hay misiles, no hay sirenas, no hay aviones, no hay drones,
no hay artillería...No es una guerra. Hay sólo una increíble guerrilla de
liberación nacional frente al ente colonizador: la Resistencia Palestina (a la
que es incapaz de derrotar el Ejército de Israel).
No es
sólo un Gobierno cruel, es una población que lo apoya
La crueldad y maldad del
Gobierno sionista de Israel expresa bien los sentimientos de la población judía
sionista de Israel. Una encuesta reciente (de marzo de 2025) entre judíos israelíes
demostró que el 82 por ciento de los encuestados apoyaba la expulsión forzosa
de los palestinos de Gaza, mientras que el 56 por ciento apoyaba la expulsión
de los ciudadanos palestinos de Israel[viii].
Otra encuesta de la
Universidad Hebrea de Jerusalén[ix], de junio de 2025, arrojó una estadística
escalofriante: una abrumadora mayoría (75 %) de los judíos israelíes está de
acuerdo con la idea de que "no hay inocentes en Gaza". Es decir, que
estaba justificado matar incluso a los recién nacidos (no digamos, claro,
también a sus madres).
No es extraño que la crueldad
israelí lleve al extremo (en la
actualidad, en pleno verano boreal de 2025), de prohibir bañarse en el mar y de
pescar en el mismo a la población alojada a la orilla del mar en instalaciones asfixiantes.
O al envenenamiento de sacos de harina con pastillas de oxicodona, un potente
opiáceo.
Lleva ya tiempo la prohibición
de Israel de recoger y utilizar agua de lluvia a la población palestina en
Cisjordania.
Israel,
país sionista, racista y terrorista
Israel es un peligro para la
Humanidad, un satélite de Estados Unidos y otros países “occidentales” para
controlar las reservas de petróleo del Oriente y el Canal de Suez.
Israel ha bombardeado sin
declaración de guerra Irán, Líbano, Siria y Yemen. Nada le impedirá utilizar
sus bombas nucleares si se ve en peligro, incluso contra sus “aliados” con los
que comercia, como España.
Israel es un país sionista, es decir, racista y
terrorista, con decenas de leyes que discriminan al 20% de su población, que es
palestina.
Israel nació con el
terrorismo, cuyo ejemplo clásico es el atentado el 22 de julio de 1946 contra
el Hotel Rey David en Jerusalén, que albergaba el Gobierno Civil del Mandato
Británico de Palestina, el Cuartel General del Ejército y la División de
Investigación Criminal.
91 muertos fue el resultado.
Un poco
de historia
Los problemas se arrastran
desde hace más de un siglo, con la ideología de un fanático y su “biblia”
publicada en 1896 (“El Estado Judío”, en alemán original “Der Judenstaat”).
También nació con la
“Declaración Balfour”, en 1917, durante la Primera Guerra Mundial, que anunció
el apoyo británico al establecimiento de un «hogar nacional» para el pueblo
judío en la región de Palestina, que entonces formaba parte del Imperio
otomano.
La Declaración fue firmada por
el ministro de Relaciones Exteriores británico Arthur James Balfour, dirigida
al también británico Lionel Walter Rothschild, líder sionista y banquero (el de
la Banca Rothschild, que había financiado la construcción por el Reino Unido
del Canal de Suez).
Tras la primera Guerra
Mundial, y el romanticismo de Lawrence de Arabia que engañó a los árabes,
británicos y franceses acordaron el reparto de la Palestina otomana y el Reino
Unido se hizo cargo del Protectorado Palestino.
La actividad terrorista
sionista llevó a la declaración de la independencia de Israel en 1948 y al
comienzo de su actividad como potencia colonial ocupante que se apropia desde
entonces de bienes y recursos, y expulsa a la población autóctona.
La
legitimidad de la Resistencia Palestina
El 7 de octubre de 2023 fue un
día de humillación del Ejército de Israel, apenas un ejemplo de la necesaria y
legal Resistencia ante el poder colonial ocupante. Por ello, por no ser atacado
por un Ejército de otra nación sino por la población autóctona, Israel carece
de “derecho a la defensa”, y la Resistencia no es terrorista.
Por ejemplo, la Resistencia no
fue “terrorista” en la Francia ocupada por la Alemania nazi. Tampoco fue
terrorista el general Charles De Gaulle promoviendo la Resistencia francesa en
su alocución por radio el 18 de junio de 1940.
Ensañamiento
con lo sanitario
La destrucción de Gaza se
acompaña de la destrucción más silenciosa de Cisjordania, y en ambos casos hay
especial ensañamiento con los establecimientos sanitarios (hospitales y centros
de salud), las ambulancias y el personal de sanidad (y sus familias)[x],[xi].
"Israel sabía que allí
estaban sus 10 hijos, sabía que era el domicilio de la pediatra Alaa Al-Hajaar.
Cuando su marido, también médico, regresó, tras dejarla en el Hospital Nasser,
bombardeó su casa y mató a 9 hijos. El décimo, uno de 11 años, ha sobrevivido
pero esta herido grave y el padre esta en la UCI en estado crítico"[xii].
La paz y la solidaridad fundan
la sociedad, y el sistema sanitario es la mejor expresión de tales anhelos. De
hecho, el sistema sanitario es un determinante social y si se quiere destruir
una sociedad no hay nada más fácil que emplear de objetivos a destruir los
centros sanitarios, y matar, encarcelar y torturar a sus profesionales, lo que
está haciendo Israel en Gaza desde el 7 de octubre de 2023.
Hay tres profesiones e
instituciones de Gaza selectivamente asesinadas y destruidas: de educación, de
periodismo y de sanidad.
La destrucción de la
infraestructura civil de Palestina, la matanza general y el asesinato selectivo
de mujeres e infancia y de profesionales de educación, periodismo y sanidad
reflejan las clásicas políticas coloniales de las naciones “occidentales”, de
la que Israel es alumna aventajada.
¿Qué
podemos hacer desde nuestra pequeñez de profesionales de la sanidad en España?
Dos cuestiones son centrales
como “acción directa” en España para hacer verdad aquello de “mucha gente
pequeña, en lugares pequeños, haciendo pequeñas cosas, puede cambiar el mundo”.
Por favor:
1. Pide la reprobación y enjuiciamiento de la actual
ministra de Sanidad en el Gobierno, la médica anestesista Mónica García, de
MásMadrid. Tal ministra apoyó y aprobó la enmienda de Israel en la Asamblea
Mundial de la OMS (Organización Mundial de la Salud), en 2024, que dio cobertura
moral internacional al derramamiento de sangre palestina sanitaria. La enmienda
dice que la OMS: “...
“(…) pide la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes
retenidos en Gaza, entre ellos niños, mujeres y personas mayores, y condena el
uso, por parte de grupos armados de los establecimientos de salud, incluidos
hospitales y ambulancias, que pone en peligro a la población civil”. Es decir,
admite la tesis israelí de la infiltración por la Resistencia Palestina del
sistema sanitario y por tanto legitima su destrucción y el asesinato,
encarcelamiento y tortura de profesionales de la sanidad (y sus familias).
Además, se olvida de más de 10.000 rehenes palestinos en cárceles israelíes,
maltratados, mal alimentados y torturados. Los “rehenes” son sólo los israelíes
retenidos por la Resistencia Palestina. La ministra de Sanidad apoyó con su
voto tal monstruosidad, y no intentó modificarlo en la Asamblea Mundial de 2025[xiii]. De alguien así no es extraño el ejercicio de
propaganda alrededor de cualquier paciente trasladado a España desde Gaza: en
la actualidad, precisan traslado urgente fuera de Gaza 12.000 pacientes. España
cuenta con 45 pacientes que hayan sido evacuados ¡en 685 días de genocidio!
2. Haz boicot a Teva y sus varias marcas (Teva, Tevagen,
Dalvur, Belmac y Ratiopharm). Teva es un gigante farmacéutico israelí cuyas
ganancias financian el genocidio en Palestina[xiv]. Teva tiene una inmensa fábrica en Zaragoza, que
habría que cerrar o nacionalizar. Teva tuvo ingresos en 2024 de más de 16.500 millones
de dólares, básicamente por sus medicamentos genéricos (copia de otros cuya
patente ha caducado). En 2023, en España, Teva fue, por volumen de ventas al
Sistema Nacional de Salud (el sistema sanitario público), la tercera compañía
farmacéutica, con 70 millones de envases y gasto de más de 500 millones de
euros. Teva es una empresa sionista “ejemplar”, en el sentido de ser corrupta y
corromper. Entre 2010 y 2024, Teva pagó 9.000 millones de dólares por condenas
y multas por corrupción. En 2023, en España, Teva “regó” con “transferencias de
valor” (dinero) a múltiples profesionales y sociedades “científicas”, con un
total de más de dos millones de euros. Destacan Patricia Pozo Rosich,
Barcelona, neuróloga, con 31.654 euros y la Fundación SEN (Sociedad Española de
Neurología), Barcelona, con casi 150.000 euros. Hay que boicotear a Teva porque
genera millones de dólares en ingresos para el régimen militar y colonial
israelí, siendo así facilitadora del genocidio y del régimen de apartheid.
Además, porque se aprovecha de las ventajas de la ocupación en
Palestina y del monopolio para la explotación de los palestinos y porque vende
sus fármacos a palestinos por encima de su precio de mercado. No prescribas
Teva. No vendas Teva. No compres Teva. No consumas Teva.
También podemos presionar en otros apartados. Por ejemplo,
lograr la expulsión de Israel de la WONCA (Organización Mundial de Médicos
Generales/de Familia), ¡presidida en el momento actual por un médico sionista!
También, lograr la expulsión de Israel de la Asociación
Médica Mundial, de la Organización Mundial de la Saludy de otras asociaciones y
sociedades europeas y mundiales. Así mismo, rechazar la presencia y
participación de profesionales e instituciones israelíes en congresos, cursos,
proyectos de investigación, etc.
Así pues, en síntesis, hay mucho pequeño por hacer por gente
pequeña, que puede influir en el establecimiento final en Palestina de un
Estado de Palestina (los israelíes, claro, tendrán todo el derecho del mundo a
hacer sus maletas para volver a sus países de origen).
[i] Se presentó un resumen de este texto en la
sesión virtual sobre «La asistencia sanitaria en zonas de conflicto: una mirada
a Gaza», organizada por el Colegio de Médicos de Toledo el 31 de julio de 2025.
Puede ver la presentación oral del firmante desde el minuto 1h16 min al minuto
1h24 min https://www.youtube.com/live/r7UKaS4Zmco