jueves, 25 de julio de 2024

Jueces, pobres y tontos

Poder judicial
(Brasil)
Parece que a los jueces “top” de España le preocupan los “pobres y los tontos”. Bienvenidos sean al club por mediocres que seamos los participantes. La causa es noble.

No he leído el documento en el que lo dicen pero la noticia ha sido bien jugosa en los medios de intoxicación. Que los pobres sean noticia está bien porque destapar las vergüenzas ha sido una de las vías más eficaces de combatirlas. Hay algo en la naturaleza moral del ser humano muy similar a la nausea de la naturaleza biológica: las cosas injustas suelen producir nauseas. Eso es así. Por eso el sistema usa tanta energía en combatirlas, en anestesiarlas o en manipularlas. El asistencialismo no es más que eso: un narcótico para la nausea moral.

Parece que se han cabreado jueces contra jueces. Los del Supremo no ven justo que hacen los del Constitucional. Y ya están formados los dos bandos. Si eres “progre” tienes que tragar con los gustos de los catalanes y mirar para otro lado, todo es amnistiable menos Franco. O estás con ellos o eres fascista. Lo que hay es democracia y la mayoría puede hacer lo que le da gana. Si eres “regre” resulta que todo ello atenta contra la igualdad entre españoles aunque a ti mismo no te guste nada la igualdad salarial y veas en ella un brote de comunismo peligroso; si eres “regre” a cada cual según sus méritos es palabra sagrada no se vayan a subirnos las criadas a nuestros privilegios y se acabe el progreso por castrar la motivación.

Me parece una vez más que el Evangelio, el libro más leído de todos los tiempos, tiene razón y no solo ayuda a valorar moralmente las cosas, es que también es una gran clave de análisis. Me refiero a aquello de que “el reino de Satanás está en guerra civil”. Sí, es el mal, más allá de las personas concretas, el que está en guerra interna y se pelea. No creo que nadie sea malo-malo como persona. Las personas somos un batiburrillo.

El que es malo es el engranaje. Lo decía bien nuestro humanista Luis Vives hace cinco siglos: “La ley es una tela de araña que captura mosquitos pero no elefantes”. Así es. Todo el aparato legislativo está montado al servicio de los poderosos. Pero los poderosos están divididos, o mejor dicho, el poder del mal está en guerra y está desesperado.

Si te pisan un pie quizá cierres los ojos pero es normal abrirlos. A los jueces que fueron justos, entre el gobierno y sus terminales constitucionales les han pisado un pie. Me alegro no por el pisotón sino porque han abierto los ojos. Transformar todo el sistema judicial de forma que no pisotee a los pobres es tarea titánica y necesaria. Bellísima y justa.

Ahora más que nunca: verdadero socialismo

Eugenio A. Rodríguez Martín

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