lunes, 21 de julio de 2025

Economista que puso en la picota mascotas, cosméticos y helados



No podía dejar de pasar el mes de julio sin recordar a un economista brillante, un intelectual honesto a quien apenas nadie recuerda y que ya en vida fue cayendo en el olvido. Mahbub ul Haq (22 de febrero de 1934 - 16 de julio de 1998) fue un político y economista paquistaní que conoció en su juventud las luchas entre Pakistán y la India.

Fue uno de los fundadores de las teorías de desarrollo humano. Estudió economía en la Punjab University y en Cambridge donde conoció y formó una amistad con el economista Amartya Sen. Recibió su doctorado de la Universidad de Yale y más tarde trabajó como investigador en un postdoctorado en la Harvard Kennedy School.

Su importancia estriba en una nueva forma de medir el desarrollo. Todavía hoy nos mienten cuando quieren trasladar a la opinión pública la idea de bonanza económica a través de la buena marcha del Producto Interior Bruto (PIB). Pero esta cifra puede no responder al verdadero desarrollo. Por poner un ejemplo muy claro tengamos en cuenta que los incendios aumentan el PIB. Como el PIB solo mide el movimiento económico, aumenta cuando se genera el movimiento de un incendio: bomberos, emergencias, servicios de ayuda, contratos laborales y toda la reconstrucción. Nadie puede dudar de que un incendio es una catástrofe pero todo lo que se mueve a partir de un incendio aparece en este indicador como una riqueza.

Mahbub ideó el Índice de Desarrollo Humano (IDM), usado desde 1990 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su informe anual. Este índice se fue convirtiendo en el indicador estándar para los estudios de desarrollo y bienestar entre países. Sería interesante analizar por qué ha ido teniendo menos importancia.

También trabajó como Director de Planificación en el Banco Mundial y dirigió el Ministerio de Finanzas de Pakistán, como Ministro de Planificación y Finanzas (1982-84). Además, fundó el Human Development Centre (Centro para el Desarrollo Humano), en Pakistán en 1996. Durante años aparecía como el asesor principal de los Informes PNUD que tenían un gran eco social.

Otro de sus grandes méritos fue relacionar las formas de vida de las clases medias con las necesidades de los pobres. Concluyó que con lo que se gastaba en Europa y Estados Unidos en mascotas, cosméticos y helados se podía acabar con los grandes problemas de la humanidad. Es cierto que se puede acabar con esos dramas dejando a un lado las guerras. Eso es verdad. Pero también es verdad, como decía Julián Gómez del Castillo, que era más fácil criticar las guerras que el consumo, que en el fondo es otra guerra. Y más en el fondo todavía, un negocio como -por otra parte- todas las guerras.

Mahbub, en julio y siempre, merece un recuerdo. Por plantear una forma de medir el desarrollo económico que tuviera en cuenta a los empobrecidos. Por llegar a concreciones como ver en mascotas, cosméticos y helados una auténtica barbarie contra los pobres.

Ahora más que nunca: SOLIDARIDAD

Eugenio A. Rodríguez

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