martes, 22 de febrero de 2022

DRIVE MY CAR La verdad oculta de la vida interior

Drive my car

(Japón, 2021) de Ryûsuke Hamaguchi

Lo mejor: que te atrapa su clima envolvente.
Lo peor: que su duración desanime a más de un espectador.

Aclamada en los muchos e importantes festivales de cine, con cuatro nominaciones a los Oscar, (incluyendo mejor película y dirección), esta película japonesa “Drive my car/ Conduce mi coche” del japonés Ryûsuke Hamaguchi ha sido considerada como tal vez una de las mejores películas de la década. En efecto, es una cinta que es una obra maestra indiscutible. Un drama de larga duración cuyas tres horas pasan en un respiro y te van lentamente engullendo en ese ambiente de profunda reflexión e interiorización que es toda la película.

Yusuke Kafuku es un actor y director de teatro que ha sufrido recientemente un gran drama personal del que no ha sido capaz de recuperarse: ha perdido a su esposa de la que estaba profundamente enamorado, pero ha sido incapaz de echarle en cara la infidelidad, precisamente con el que será después el actor principal de su próxima obra teatral. Intentando olvidar y levantarse de la postración existencial que sufre, el actor y director de teatro, acepta montar la obra "Tío Vania" de Andrei Chejov en un festival de Hiroshima. Pero tiene un grave problema de salud: después de un pequeño accidente se le declara un glaucoma en el ojo que le da total inseguridad a la hora de conducir por lo que los traslados del hotel al teatro tendrá que hacerlos en su coche conducido por Misaki, una joven reservada que le han asignado como chófer. A medida que pasan los trayectos, la sinceridad creciente de sus conversaciones les obliga a enfrentarse a su pasado.

Ese coche rojo que aparece a lo largo de todo el filme es la parábola de las vidas de estos personajes que buscan una dirección, alguien que los transporte por las carreteras tan inhóspitas de la vida. Esos personajes que parecen cerrados en sí mismos inaccesibles y que abren su corazón cuando encuentran su sentido y dirección y el calor de la compañía justa que les ayude a entender su propio mundo su interior. Sólo cuando se escucha sin pedir nada cambio emerge la solidaridad que surge de la nada en los personajes que parecen transfigurarse al encontrarse con el otro. La escena final en la nieve es un claro exponente de lo dicho anteriormente. “Cuando se carece de verdadera vida, se vive de espejismos” se dice en “Tío Vania”. Estos espejismos que son los personajes que encuentran esa verdadera vida cuando se abren a los demás.

Ahora más que nunca: Vida interior

Jose Luis Barrera Calahorro 22 de febrero de 2022

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