jueves, 26 de noviembre de 2020

Una película que emociona: "El blues de Beale Street", porque el amor lo vence todo.

Esta película se estrenó en nuestros cines meses atrás del comienzo del confinamiento y ahora se puede ver en la plataforma Netflix. Es verdaderamente una preciosa joya del cine dónde el arte, el más puro romanticismo y la denuncia social se juntan.

Está basada en la novela de James Baldwin, un escritor de color y activista, y cuenta la historia de dos jóvenes negros neoyorquinos Fonny y Tish que intentan abrirse paso en una sociedad racista y competitiva. Se sitúa en los años 70 (que hermosa reconstrucción del Harlem de esa época). Ella queda embarazada justo cuando él acaba en la cárcel acusado de una violación que no ha cometido. La nueva madre tendrá que pasar todo su embarazo gracias al apoyo de su familia, mientras buscan desesperadamente testigos y pruebas para liberar a su prometido injustamente encarcelado.

Además de ser una película llena de un romanticismo nada cursi pues está entretejido con los hilos de la vida cotidiana, es también un manifiesto contra el apartheid, la discriminación, la desigualdad y la lucha de clases. Aun cuando el tema racial lo hemos visto tantas veces en el cine norteamericano, la película de Jenkins sabe arrancar con intensidad en el espectador la repulsa hacia unas situaciones que sufren los negros por causa de su color, pero también por la marginación y pobreza en la que viven. La historia que nos cuenta el filme nos pone por delante cómo el auténtico amor de una pareja se convierte en una verdadera resistencia a la presión social que padece la sociedad negra. En el filme se juntan problemas como es la acusación falsa de un inocente, la crisis familiar por causa del embarazo adolescente, la reacción hostil basada en una religiosidad integrista. Sin embargo, todas estas fuertes tensiones quedan muchas veces superadas por la actitud del intenso amor de la pareja protagonista.

El blues de Beales Street es una película conmovedora y de denuncia que despierta abiertamente nuestras emociones y hace que a la vez sintamos y percibamos una situación de injusticia qué nos hace reaccionar en medio de la rabia, el estupor y el desagrado. En la película, el amor se nos muestra como a tres niveles: el de una pareja, el amor en la familia y el amor de la solidaridad colectiva. Ante la situación lastimosa de los amantes no se busca la lágrima fácil ni poner paños calientes, ni tampoco cargar las tintas negras sobre los causantes de esta situación.

Es un gran homenaje a la bondad del corazón que a la par invita a la reflexión.

El blues de Beale Street (EEUU, 2019) de Barry Jenkins. 

AHORA MÁS QUE NUNCA: FRATERNIDAD

José Luis Barrera

miércoles, 25 de noviembre de 2020

La LEY CELAÁ, desde los últimos



La LOMLOE o Ley Celaá ha reabierto en nuestro país el debate sobre la educación. Esta ley, planteada sin consenso, ni diálogo social suficiente, enfrenta una vez más a la sociedad española en temas como la educación especial, el tratamiento del castellano, el papel de la educación concertada, o la asignatura de religión entre otros.

Viene a sustituir a la LOMCE, ley que fue igualmente aprobada sin consenso ni diálogo, y sin dar respuesta real a los grandes problemas educativos de nuestro país.

La LOMLOE afirma: “La finalidad de esta ley no es otra que establecer un renovado ordenamiento legal que aumente las oportunidades educativas y formativas de toda la población, que contribuya a la mejora de los resultados educativos del alumnado, y satisfaga la demanda generalizada en la sociedad española de una educación de calidad para todos”.

En España crece a pasos agigantados la pobreza y la desigualdad social. Que se hable de OPORTUNIDADES y CALIDAD PARA TODOS, suena bien, muy bien. Hay una brecha enorme entre la infancia empobrecida de nuestro país, y la infancia rica en estímulos y recursos personales, sociales, económicos y educativos. Y la escuela en estos momentos, no consigue, ni a penas se plantea, una auténtica y real compensación de las dificultades socioeconómicas y culturales del alumnado. Esta ley, a pesar de las buenas palabras, tampoco lo hace.

Si de verdad quisieran poner a los últimos en primer lugar, se buscaría un GRAN PACTO POLÍTICO EN EDUCACIÓN, sin prisas, con diálogo, sin chapuzas, sin aprobar algo que está llamado a durar lo que dure un gobierno.

Si de verdad importase el aprendizaje de los más pobres, se intentaría la COLABORACIÓN DE TODO TIPO DE ESCUELAS, sin enfrentarlas, dotando tanto a las escuelas de titularidad estatal, como a las concertadas de los recursos suficientes para poder sostenerse sin fondos proveniente de las familias que pueda servir de segregación. Pagar no digo 600, sino 60 euros al mes, es impensable para muchas familias. Es cierto que esta cantidad de dinero dificulta la entrada de familias con dificultades económicas. Es verdad que hay escuelas concertadas con ánimo de lucro, pero también es verdad que las hay, y muchas, con ánimo de servicio, que de hecho son deficitarias sin este apoyo de las familias. Las escuelas concertadas con voluntad de servicio pueden ser una pieza fundamental para la equidad educativa. La asfixia estatal de estas escuelas es además de un grave error estratégico, un fuerte ataque a la libertad de enseñanza.

Si de verdad existiese en esta propuesta un afán solidario, se evitaría la interesada confusión entre escuela PÚBLICA y ESTATAL. La escuela pública es del pueblo, de las familias, de la sociedad, que puede y debe organizarse y crear sus propios colegios, con pluralidad de planteamientos y sensibilidades. El Estado, con sus escuelas, debe llegar donde la sociedad no llega, de manera subsidiaria, no al revés. La “mercantilización” de la educación no es una buena noticia para el pueblo, pero la “estatalización” tampoco lo es.

Si de verdad se quisiese “compensar” las dificultades del alumnado que ni visita museos, ni se puede pagar clases particulares, o viajes al extranjero, el acento central de la ley sería el de ofrecer una enseñanza que permita dominar la palabra, el conocimiento, las lenguas, la matemática, la historia, la ciencia… Dejando en un plano muy secundario el AFÁN IDEOLOGIZADOR y de modelaje del alumnado que impregna toda la ley.

Si de verdad hubiese voluntad de promoción integral de los más débiles, no habría problema en aceptar la RELIGIÓN, COMO UNA ASIGNATURA MÁS, asignatura optativa, que completa y enriquece la formación personal, que ayuda a entender la cultura que hemos heredado y que ayuda a profundizar en las grandes cuestiones humanas.

Si de verdad el objetivo fuese evitar el fracaso educativo del alumnado con más dificultades, no se hubiese hecho esta ley sin escuchar a los equipos docentes, al profesorado, que desea un pacto educativo. Y sin escuchar al propio alumnado, especialmente al que tiene más dificultades, y a sus familias, a quienes sobran buenas palabras y falsos debates, y necesitan compromiso real y efectivo, y acuerdos globales y estables que ayuden a crear una escuela verdaderamente solidaria.

El sistema educativo, no es otra cosa que un subsistema al servicio del sistema económico, que busca más que promocionar integralmente, atender en cada momento las necesidades de éste. Es fácil imponer una ley educativa que hable de equidad, aunque si realmente se busca equidad y justicia, el verdadero desafío está una vez más en un sistema político y económico que actualmente aplasta a infancia y familias. Trabajo digno, vivienda digna, barrios dignos, transparencia y honradez política, son buenos puntos para empezar a trabajar por la justicia, si de verdad se quiere.

Ahora más que nunca: Verdad en política

Nuria Sánchez Díaz de Isla
Eugenio Rodríguez
Isabel García Blas

lunes, 23 de noviembre de 2020

¿Estar a favor de la Eutanasia es de izquierdas?


Hacerse esta pregunta es no quedarse en los estereotipos dominantes. Aquí la opinión pública acepta que, si un líder de las izquierdas dice que tal postura es de izquierdas, así lo repiten los medios de comunicación y así lo aceptan los ciudadanos sin analizar si eso es coherente. Si los medios de la multinacional PRISA (SER, Caracol Radio, Radio Panamá, 40 principales, El País, As, Santillana...), 1º grupo de comunicación iberoamericano, manifiestan que tal postura es progresista y de izquierdas, ya está el asunto resuelto para la mayoría. Eso pasa con el tema del título.

Luís Mª Ansón recuerda en el artículo “Una trampa en televisión” (El Mundo 16-09-20) lo que le enseñara Emilio Azcárraga, presidente de TELEVISA: que para condicionar la opinión pública se organizan espacios de debate en los que un intelectual, por ejemplo hostil a la Eutanasia, hace de coartada y cuatro favorables garantizan la victoria por 4 a 1. Más eficaz es no hacer el espacio en directo, sino entrevistarlos en sus casas y escoger adecuadamente lo que dicen. Al “intelectual-coartada” se le fracturan as sus explicaciones para que la derrota sea clara. Por tanto, atención a las tertulias y debates en los medios y la supuesta neutralidad (?) del moderador.

Espero colaborar a que el tema de la Eutanasia se vea con más justicia, verdad y objetividad. Ya en un artículo pasado (El Progreso 10-09-2017) preguntaba por qué los partidos políticos no dan formación política a sus miembros, ni siquiera un cursillo de presentación de las bases filosóficas, políticas y éticas en las que fundamentan su toma de decisiones. Analizando este tema se comprende también que no den formación.

Hoy en España se entiende que ser de izquierdas es promover la Eutanasia y ser de derechas oponerse. Pero levantemos la mirada y veamos lo que pasa en el país vecino, Portugal. En la página web del Partido Comunista de Portugal encontramos una Nota de su Gabinete de prensa, “Posición política del PCP sobre provocar la muerte anticipadamente” (24-05-2018), que dice lo siguiente:

((1 ...La legalización de la eutanasia no puede presentarse como una cuestión de opción o reserva individual. Incluir en la Ley el derecho a matar o matarse a sí mismo no es un signo de progreso, sino un paso hacia el retroceso de la civilización, con profundas implicaciones sociales, de comportamiento y éticas que cuestionan elementos centrales de una sociedad que se guía por los valores humanistas y solidarios.

La oposición del PCP a la eutanasia tiene su fundamento en la preservación de la vida, en la utilización de avances técnicos y científicos (incluida la medicina) para asegurar un aumento de la esperanza de vida y no para acortarla, en la dignificación de la vida en vida. Es esta consideración del valor intrínseco de la vida la que debe prevalecer y no la de la valoración de la vida humana en función de su utilidad, intereses económicos o patrones discutibles de dignidad social.

2 ...La ciencia ya cuenta en la actualidad con recursos que, si se utilizan y son accesibles, permiten reducir o eliminar el sufrimiento físico y psicológico… Hay una diferencia sustancial entre mantener artificialmente la vida o anticipar deliberadamente la muerte, entre disminuir o eliminar el sufrimiento en la enfermedad o precipitar el final de la vida.

4 ...La vida no sólo es digna cuando (y mientras tanto) puede ser vivida en pleno uso de las capacidades y las facultades físicas y mentales y la sociedad debe asegurar las condiciones para una vida digna en todas las etapas de la vida humana, desde las menos autónomas (ya sea la infancia o la vejez) a las de mayor autonomía; en presencia de condiciones saludables o enfermedades; dentro de la plena integridad de las facultades físicas, motoras o intelectuales, o de una discapacidad más o menos profunda, congénita o sobrevenida.

5 ...El PCP afirma su oposición a una legislación que institucionalice la provocación de la muerte anticipada, sea cual sea la forma que asuma -previa solicitud en forma de suicidio asistido o eutanasia-, así como cualquier propuesta de referendum al respecto.

6 …Ante los problemas del sufrimiento humano, de la enfermedad, de la deficiencia o de la incapacidad, la solución no es desresponsabilizar a la sociedad promoviendo la muerte anticipada de personas en estas circunstancias, sino el progreso social para asegurar condiciones para una vida digna, utilizando todos los medios y capacidades sociales, la ciencia y la tecnología para mitigar el sufrimiento y las enfermedades y garantizar la inclusión social y el apoyo familiar.

La preservación de la vida humana, no la renuncia a la vida, es un patrimonio que integra el humanismo real -y no solo de palabra- y que el PCP asume en los principios y en la lucha)) 

No hay espacio para el texto completo, ni para incluir la Intervención del diputado, Antonio Filipe, en la Asamblea de la República, aplaudida por el CDS, (29-05-2018) y el artículo de Avante (24-05-2018) sobre la provocación de la muerte anticipada, que están en la página web del PCP. Los textos están disponibles.

Hay razones para la pregunta del título, para poner en duda el dogma de que ser de izquierdas es estar a favor de la Eutanasia. Las izquierdas gobernaron y gobiernan los países de la UE, entonces ¿por qué sólo tienen ley favorable a la eutanasia Bélgica y Holanda? Lo mismo sucede en los otros países del mundo

Preguntémonos con seriedad: ¿Cuál es la postura más acorde con la ética, la del PCP o la de nuestras izquierdas? La conclusión no puede ser que el PCP sea un partido de derechas (!!!) Para mí no hay duda de que parece mucho más ética y razonable la postura de los comunistas portugueses. No nos dejemos manipular, pues un humanista serio sólo pode estar a favor de la vida y de los mejores cuidados (cuidados paliativos) cuando más se necesitan. 

Ahora más que nunca: VERDAD

Antón Negro

domingo, 22 de noviembre de 2020

Vuelve la madre de los hijos de Zebedeo

Cada día, cada minuto, tu vecino o uno mismo, resucita a aquella buena madre de los hijos de Zebedeo. Aquella que se dirigió a Jesús para pedirle algo tan habitual como los mejores puestos para sus hijos.

Frecuentemente mezclamos nuestros intereses con los de Jesucristo. Jesús, sin embargo, dedicó su vida a crecer hacia abajo, a “sufriendo aprendió a obedecer”, a perder, a “dando se recibe”, “olvidándose de uno mismo se encuentra a sí mismo”, etc.

Parece razonable estar contra le ley Celaá, pero también contra la anterior y la anterior. Y desde luego se puede estar en contra de la ley Celaá sin por ello meter los los símbolos de la “concertada” que solo defiende sus intereses. Se puede incluso estar contra esa ley desde el puño y la rosa porque semejante ley por no ser no parece ser ni socialista.

Por eso no entiendo que una parroquia o un comunidad que quiera ser solidaria mezcle a Jesucristo con la campaña de la concertada. Por eso me sorprende que una parroquia haya metido en sus redes sociales un cuadro de Jesucristo mezclado con el “stop” que ha lanzado la escuela concertada que se dice “con un ideario” del que muchos dudamos.

Con ello no digo que la religión se tenga que ir a la sacristía ni que la religión no se pueda meter en política. Digo que la religión debe entrar en política para amar, para amar de verdad, para amar a todos. A una sola cosa no puede entrar nunca: a defender que las cosas sigan igual.


jueves, 19 de noviembre de 2020

Encuentro Pedro Sánchez - Papa Francisco

Victor Manuel Arbeloa*

En verdad que me ha costado hacerme con el texto completo, que tanto dio que hablar, de la singular alocución del papa Francisco a la Delegación española, presidida por el presidente Pedro Sánchez, que le visitó en el Vaticano. Coinciden los vaticanistas o vaticanólogos en que aquello no tuvo nada de improvisado. Alguien muy enterado, y además muy sutil, debió de advertir al papa a tiempo, para que aquella visita no fuera una más: paseillo por las sublimes estancias vaticanas-coloquio secreto-regalos mutuos-foto de sonrisas. Alguien debió de prevenir a Francisco, que tampoco es ciego ni sordo, acerca de un país, llamado España, dividido más que nunca, fracturado incluso, dirigido por un Gobierno, de tradición anticlerical, que prescinde fácilmente de la Iglesia, cuando no le conviene cargar contra ella; que presume de dialogante y que dialoga solo con quien le interesa, y que ni se atreve a pronunciar, salvo excepciones, las palabras nación y patria; que habla solo de Estado, confundiéndolo con país.

Y para hacer pensar en todo esto, sin apuntar por supuesto a nadie, en un monólogo amable y paternal, sin homilía ni sermón, sin catequesis y menos apóstrofos retóricos, en solo nueve minutos habló el papa, sin un papel en la mano, más y mejor que un profesor de derecho constitucional; más y mejor que un buen lector humanista; más y mejor que un lejano amigo de España, que quisiera lo mejor para ella y para todos los países del mundo: La política, como una alta forma de caridad: Con la misión de hacer progresar el país, consolidar la nación y hacer crecer la patria. Y esto dicho, de una manera u otra, hasta tres o cuatro veces. Un lenguaje habitual para un argentino y para cualquier ciudadano de cualquier país del mundo. Menos para un progresista español. ¡Y los siete españoles, que estaban allí y le escuchaban, lo eran!

Difícil tarea en verdad la de ese hipotético político: Construir la patria con todos. Eso no es fácil. Construir la patria donde no nos es permitido el borrón y cuenta nueva. ¿Le habrían dicho al papa quizás que un politico, devoto suyo en varias ocasiones solemnes, que es el único que habla a veces en España de patria (como Estado plurinacional) y habla tambén del borrón y cuenta nueva? Y prosigue el pontífice: En una empresa es permitido, en la patria no, porque es algo que hemos recibido. Y tampoco nos es permitido irnos a refugiarnos allá en lo que fue hace cincuenta, cien años. Seguramente que el papa, como buen argentino, sabe también que en nuestro país a un populismo del borrón y cuenta nueva se le opone otro nostálgico de hace medio siglo.

Para el papa -¡y dale que te pego!-, lo más difícil del político es hacer crecer la patria (la nación querida y amada, pueblo consciente y unido, con proyecto de futuro), no solo el país, no solo el Estado, su organización jurídico-política, que parece ser la única aspiración de casi todos los políticos españoles. Y ahí vienen las ideologías, que sectarizan, que deconstruyen la patria. Y para eso nada mejor que citar el libro de un comunista italiano sobre el nacional-socialismo alemán: ¡máxima autoridad sobre un campo indiscutible! En fin, la política no como maniobra sino como servicio en las tres vertientes; país, nación, patria. Y una última evocación de un popular compositor bonaerense de tangos y milongas: ¡Se nos murió la patria! ¿Otra vez?

¿Quién podría pensar que el papa Francisco, siempre distante cuando le invitan a venir a España -«¡Que se arreglen primero entre ellos!»- se refiriera en esa visita, delante del presidente del Gobierno español, precisamente a España?

*Historiador. Expresidente del Parlamento de Navarra.

sábado, 14 de noviembre de 2020

Ambigüedad moral de la “GRAN” recogida de alimentos



Se publicita que el objetivo que pretenden los Bancos de Alimentos es cubrir las necesidades puntuales de alimentos de personas que no tienen para alimentarse.

Pero años de “recogidas de alimentos” e incluso siglos ya, no han acabado con el hambre. Sí, hambre. Sabemos -entre otras cosas- por los colegios que hay muchos niños que sólo comen bien una vez al día. La alimentación sana es un auténtico lujo casi para la mayoría. Algo se está haciendo mal cuando las recogidas de alimentos, lejos de disminuir, van creciendo cada año. Cada vez hacen falta más voluntarios, más grandes superficies colaboradoras, y más y más kilos donados. La llamada a la sociedad busca conseguir un nuevo récord, superar el del año pasado.

Es loable la intención de paliar las necesidades más urgentes de quienes lo pasan mal. Pero “el infierno está lleno de buenas intenciones” se dice. Todos los que entregamos alimentos o tarjetas para alimentos sabemos que son sólo son parches. ¡Parches! Y ya son tantos los parches que apenas se ve el neumático. Y uno no puede dejar de preguntarse si habrá alguien (o alguienes) haciendo un negocio con los parches. Porque a la vista está que ahora las mascarillas sí que son un negocio.

Y volvemos con la eterna cantinela: si se quiere resolver el problema hay que ir a las causas de los problemas. Y es legítimo preguntarse: ¿las grandes recogidas de alimentos resuelven el problema o más bien lo ocultan? ¿Se parecerán a un antitérmico que baja la fiebre para que no se note el covid19? ¿Se parecerá a un inhalador que mejore nuestra sensación pero no solucione el problema? ¿Será insulina que baja la glucosa pero no cambia el modo de vida y alimentación? ¿Será gasolina en un depósito agujereado?

Las grandes recogidas sirven para tranquilizar la conciencia de los ciudadanos, sobre todo ante la gran fiesta del hiperconsumismo en que se ha convertido la navidad junto a los blacfraidei de turno. Depositamos un par de paquetes de arroz y uno de galletas, muchas veces por vergüenza de no hacerlo, y en la caja dejamos la solución al problema y nuestro cargo de conciencia.

También sirven estas promociones regaladas para engordar las arcas de los grandes supermercados. Ponen a su disposición decenas de miles de voluntarios que instan a los compradores a colaborar con la tarea. Una fantástica campaña publicitaria que incrementa sus ventas, además de mejorar su imagen -que reflejan en sus informes de Responsabilidad Social Empresarial- e incluso les reporta desgravaciones por donaciones a mayores. Redondo.

El resultado de todo ello es que se recogen muchos millones de kilos de alimentos, pero no se mueve ni un ápice la conciencia sobre las causas que provocan estas necesidades. Más bien lo contrario. No están organizadas para hacer pensar, para analizar, para cuestionar la realidad. Ponemos la tirita encima de la hemorragia y ahí se acabó nuestra contribución.

Por poner un ejemplo, ¿se imagina que ese fin de semana de recogida, le llegan 25 ó 30 millones de mensajes a los políticos de turno? A buen seguro que estaríamos poniendo las bases para detener esta injusta hemorragia social que es el hambre. ¿Y si exigimos auténticas soluciones llegadas las elecciones? ¿Y si exigimos tener datos y estudios reales de las causas de los problemas? ¿Y si se sube el salario mínimo y se establece un salario máximo?

Hay campañas que son una trampa. Son paternalistas, asistencialistas, y estigmatizantes para los que reciben los alimentos. Planteémonos seriamente exigir un cambio en las políticas, de las que derivan las causas de los problemas, pero que también tienen la posibilidad de ser la solución a los mismos… si hay voluntad.

Exijamos que el Gobierno de España reconozca el derecho a la alimentación dentro de la Constitución española. Ahora que andan enredados en cambiarla por asuntos menores, muy lejanos a la justicia social que dicen proclamar, que éste sea uno de los cambios fundamentales, como ya están haciendo otros países, ¿O no es lo más importante para cualquier sociedad?

También exijamos que ratifique el Acuerdo sobre de los Derechos de los Campesinos de la ONU, en el que nuestro Gobierno, supuestamente internacionalista, se abstuvo, frente a una inmensa mayoría de países que votaron a favor. Es necesario que se promuevan, con carácter de urgencia, leyes de aprovechamiento de los recursos alimentarios y contra el despilfarro.

Necesitamos nuevas formas de reparto de la riqueza que no sean paternalistas y sean justas. ¡Salario justo! ¡Pleno empleo!

Ahora más que nunca: Política solidaria

Eugenio A. Rodríguez

viernes, 13 de noviembre de 2020

Melilla: compran silencios y complicidades de ONGs

Es una vergüenza ver lo que ONGs con un acreditado trabajo en distintas partes del mundo hacen en los centros de acogida de menores en Melilla.

Es una vergüenza ver como ONGs programan y vienen realizando talleres muy bien pagados sobre enfermedades de transmisión sexual, utilización de condones, vaginas peligrosas, se les pone vídeos en castellano que no entienden sobre violencia doméstica cuando muchos menores vienen precisamente escapando de ese problema...

Los chavales se quejan y están cansados de que se les meta en bases de datos y no saben para que se hace eso, necesitan otras ayudas, necesitan que se denuncie que no se les documenta, que las condiciones de habitabilidad del centro son lamentables, que hay de 60 a 130 jóvenes en la calle y sin más alternativa que intentar pasar en barco a la península jugándose la vida cada noche, que no tienen acceso al sistema educativo en muchos casos, ni a una sanidad aceptable.

ONGs que en otros lugares realizan un buen trabajo, aquí en Melilla callan y dan cursos y hacen cosas absurdas que solo valen para esconder el estado de rechazo que sufre el grupo de menores más abandonado por las instituciones, es decir, los menores no acompañados y especialmente aquellos que quedan fuera del sistema de protección, los que quedan en la calle.

Tan indecente es a mi parecer que los responsables locales de estas ONGs programen estas actividades de forma tan prioritaria cuando hay otras mucho más necesarias, como que desde las instituciones se facilite cualquier cantidad que pidan y así comprar silencios y tener complicidades.

Ahora más que nunca: solidaridad

José Palazón

viernes, 6 de noviembre de 2020

Tal día como hoy llegaba a Rusia el oro de España

Con mucho gusto copio de "Ediciones la Voz de la Anarquía" que puede seguirse fácilmente en facebook. Con la intención de que los españoles que quieran, puedan saber que la crítica más fuerte a Negrín y a aquel PSOE no vino de Franco sino desde la izquierda real, fuera anarcosindicalista o socialismo aplastado por el socialismo dominante.

La Voz de la Anarquia/facebook
Un día como hoy, 6 de noviembre, pero de 1936, llegaban a Rusia más de 500 toneladas del oro español.
Era, como bien se sabe, el pago exorbitante de las armas que Rusia mandaba a España. No se trataba de armas vendidas a buen precio ni en las mejores condiciones.
Eran armas viejas de la guerra de Crimea que estallaba en las manos de los combatientes. Además, estas iban destinadas únicamente al Partido Comunista Español y nunca o muy rara vez a los anarquistas.
Así, un partido con un número ridículo como el PCE pasó a ser un partido grande por el chantaje armamentista.
Para 1938 el PCE dominaba el 80% de los mandos militares.
Todo, fruto de las armas que se compraron con más de la mitad de las reservas de oro del pueblo español.
Este dinero serviría para engrandecer más a los bolcheviques rusos y su aplastamiento de la libertad de Rusia.
Fortalecidos económicamente, en 1938 firman los primeros pactos con los nazis y en septiembre de 1939 asaltan juntos Polonia.
En otras palabras, el oro español sirvió para financiar la contrarrevolución mundial que encabezaba el marxismo stalinista, así como para afianzar a los nazis mediante los pactos con los bolcheviques.

Ahora más que nunca: Verdadero socialismo
Eugenio A. Rodríguez

miércoles, 4 de noviembre de 2020

CoronaVirus destapa vergüenzas del capitalismo

Economía solidaria
Son ya muchas las voces que ponen el punto de mira en que la crisis económica será peor que la emergencia sanitaria.

El coronavirus ha desenmascarado un capitalismo que creía que no pasaba nada si China era el polígono industrial del mundo. Pues sí pasa. Cuando vas a echar mano de las mascarillas, resulta que vienen de la otra punta del mundo.

El coronavirus ha desenmascarado un capitalismo que hace negocio con la vivienda. No quiere resolver el problema de la vivienda porque le viene muy bien. Alguien se beneficia de que casi 5 millones de viviendas en España están por debajo de los 60 metros.

El coronavirus ha desenmascarado el capitalismo y su sagrada ley de la oferta y la demanda. Suben los precios en general. De mascarillas, de gel ¡y desaparecen las ofertas de los supermercados! El propietario de Mercadona asciende en el ranking.

¿Qué dirán los forofos del mercado cuando ven que el precio de los respiradores se multiplican por respeto a las sagradas leyes del mercado tantas veces adoradas? ¿seguirán diciendo que es mejor dejarlo? ¿no queda otra opción que esperar a que otros ven ahí un nicho de negocio? ¿qué dicen los forofos del mercado cuando se confirma que, por contra, el salario de los que migrantes que recogen la fruta no sube? ¿ni en estas circunstancias son mejor pagados? ¿quedará alguien que no entienda que los migrantes más que huir del hambre son piezas de un mecanismo de contención de salarios de las tareas más tediosas?

El coronavirus ha desenmascarado un capitalismo que creía que no pasaba nada por invertir en el AVE, que es muy guay para quien lo pueda pagar y no en otras cosas.

El coronavirus ha desenmascarado un capitalismo que promueve el turismo como elemento esencial de la vida económica de regiones enteras. Los cruceros, el lío en el transporte, los aeropuertos. Las zonas turísticas del mundo compiten entre sí aunque les cueste vidas. Los grandes beneficiarios del turismo tendrán también una sanidad mejor a su disposición. Nos ha salido caro.

El coronavirus ha desenmascarado un capitalismo en el que un test rápido sale por 300 euros en la privada y cuyo coste real es de 10 o 15 e. El Dr. Simón dijo al principio que eso no era necesario. Después, Sánchez dijo que eran esenciales y la ministra de Hacienda dijo que el mercado era muy complicado. Confiados como estábamos (o como nos imponen estarlo) en el mercado no se debate siquiera sobre la conveniencia de tener industrias nacionales para medicamentos cuya eficacia se ha demostrado en otros países.

El coronavirus ha desenmascarado la supuesta eficiencia del capitalismo. ¿Puede un sistema regido por la maximización del beneficio de cada uno afrontar un problema de este calibre? Es la idolatría al máximo beneficio individual seguramente el primer responsable de este problema. La maximización del beneficio particular nos ha salido cara.

Sé por experiencia que más de un amable lector está pensando que el comunismo es peor. Y no seré yo quien defienda el comunismo y sus cien millones de muertos. Desde hace aproximadamente un siglo un sinfín de asociaciones ,especialmente el movimiento obrero pero también algunas conservadoras, defienden que el comunismo no es más que un capitalismo de Estado. O sea, parecido. Pablo VI hizo una brillante aportación al distinguir capitalismo de industrialización. Los que dicen que el progreso viene de la mano del capitalismo es porque no han escuchado seriamente esta distinción. Nada tenemos contra lo mejor del proceso tecnológico, pero eso no es el capitalismo. Rovirosa distinguía, inteligentemente, entre los técnicos y los explotadores de los técnicos. Algo similar hace hoy Francisco, cuando alaba la tecnología y condena la tecnocracia. No reflexionar juntos sobre estas cosas también nos está saliendo caro.

Los movimientos solidarios de la historia han defendido que la democracia-democracia exigía trabajar, desarrollar y esforzarse por la democracia económica, es decir, por la igualdad y fraternidad económicas: “De cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades”. La democracia económica exige salario justo, afrontar y disminuir drásticamente las desigualdades salariales, desarrollar formas de copropiedad, incluso de los medios de producción, cooperativismo, intervención pública en áreas imprescindibles como la energía, el transporte y todo aquello en lo que la experiencia nos diga que es necesario para el bien de todos.

Camilo Sánchez, alcalde en su día más votado de España en ciudades de más de 20.000 habitantes, creía que, al tiempo que se cultivaba la democracia económica, debía cultivarse la democracia política, y tenía razón. Moría hace 20 años y siguen haciendo falta personas que se plantean intervenir en la estructura económica del mundo desde la acción política. No contar con ellos nos ha salido caro. Esta crisis ¿pro-vocará vocaciones así?

Ahora más que nunca: Economía solidaria

Eugenio A. Rodríguez Martín