Las Primarias no transforman la política |
Se dice que las Primarias aumentan la democracia en los partidos políticos. Sin embargo no observamos una socialización del poder sino todo lo contrario
Es conocido que los Partidos Políticos no promueven formación política y democrática para los ciudadanos, ni siquiera tienen una mínima formación para quien se afilie al partido, para que conozca algo de su historia y de los fundamentos culturales en los que basar las decisiones. En la Iglesia Católica sí es normal que haya formación antes de recibir los sacramentos y para sus ministros hay un largo período de estudios.
En lógica consecuencia tenemos que la formación política, autenticidad humana y responsabilidad ética de los políticos españoles es manifiestamente mejorable, pensemos en los actuales máximos responsables.
Últimamente se asentó en la Opinión Pública la idea de que Las Primarias para elegir a los líderes políticos suponen la democratización de los Partidos Políticos. Pero no se hace una reflexión y análisis serio sobre el funcionamiento democrático de ellos. En la práctica lo que se hace es copiar el funcionamiento de los partidos políticos americanos de los EEUU.
Democratizar un partido supondría que el poder sea repartido, socializado, entre sus miembros. En toda democracia es indispensable la división de poderes, como también es necesario el control de los líderes por los miembros de la sociedad con sus diversas instituciones, o de su partido.
La celebración de Primarias está llevando a la eliminación de los órganos de control al líder dentro de la organización y a darle autonomía completa para hacer y deshacer. No hay manera efectiva de exigirle que cumpla con un programa (si lo hay). La historia reciente ya nos enseña que el elegido asume un poder total sobre el conjunto de la organización.
Diversos autores constatan que en los procesos electorales la persona más importante para un candidato es el director publicitario, asesor de imagen, director de marketing... Lo vemos en los dos siguientes ejemplos:
1) Juan Campmany fue el encargado de llevar la publicidad del PSOE entre 2001 y 2004 y en el libro que publicó después, “El EFECTO ZP, 1000 días de campaña para llegar a la Moncloa”, cuenta que en las fotos de la presentación de los candidatos, los hombres podían escoger entre: traje oscuro con camisa y corbata, tan sólo camisa blanca y corbata o el deportivo polo. Para las mujeres: traje chaqueta con blusa o camiseta o, simplemente, blusa. Y “Durante la fase final de precampaña y campaña electoral, sólo contemplamos una alternativa en las fotografías de los candidatos; traje escuro con camisa y corbata, para los hombres; traje chaqueta, con blusa o camiseta, para las mujeres” (pp141-142)
La obediencia al director de imagen la expresa con claridad Campmany cuando dice de Zapatero: “Asumía el guión con una naturalidad y convicción sorprendentes, con una espontaneidad que para sí quisieran muchos profesionales. Además, mostraba una ductilidad extraordinaria para aplicar, a la primera, las indicaciones del equipo. Podíamos advertirle, pongamos por caso, ‘ojo que en tal punto has hecho un movimiento, tal gesto, que no acaba de convencernos; vigila en la próxima toma de no repetirlo’. Y él procedía exactamente como le habíamos pedido” (p. 244). ¡Cumplía mejor que si hubiera hecho “voto de obediencia”!.
2) Christian Salmon escribió un libro titulado, “Storytelling, la máquina de fabricar historias y formatear las mentes”, en el que cuenta el hecho que le dio la reelección a Bush en 2004 en contra de los pronósticos. Se trata de un spot de 60 segundos centrado en la joven, Ashley Faulkner, hija de una víctima del 11-S, en el que hay una rápida sucesión de planos cortos con diversos testimonios, pero “El Presidente, figura central del relato, no se expresa. No expone ninguna idea ni presenta un programa. Solo es serenidad y bondad. Mediador de una especie de milagro, solo está presente a través de los testimonios que hablan de sus gestos y sus palabras, como en las vidas de los santos o el relato evangélico”. (pp 131-133). ¡Cierto que quien no abre la boca no dice tonterías!
Este proceso es un modo de elegir líderes, pero sin ignorar que la historia vivida nos muestra que gana el que tenga el mejor y más eficiente director de marketing, el que mienta más eficazmente..., sabiendo que como decía Campmany: “En publicidad hay que prescindir de la explicación del programa...” (p. 186).
Ahora recuerdo la entrevista en la radio a un sociólogo que había realizado una tesis doctoral para ver lo que funcionaba y lo que no en las campañas electorales. Entonces un periodista le dijo: “Yo prefiero a los candidatos que son auténticos”. Le respondió el doctorando: “Si, una vez hubo un candidato auténtico y duró 15 días. Otra cosa es dar imagen de auténtico”.
Las Primarias tienen la consecuencia de concentrar todo el poder en una persona, en el líder, en vez de limitarlo y repartirlo más con instituciones de control dentro de la organización, lo que sería bastante más democrático.
Ahora mas que nunca: Autogestión
Antón Negro
Gracias, Antón, por esta reflexión.
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