miércoles, 29 de octubre de 2025

REFLEXIONES SOBRE LA NÓMINA

Monumento al euro en Bruselas 
de la Europa de los mercaderes

Comienzo con un problema de matemáticas en el que cada uno puede completar los datos que falten con su conocimiento de la realidad. Es un ejercicio interesante para estudiantes de nivel superior, colectivos profesionales, profesores... que serviría para un posterior diálogo y análisis social. Con datos actuales aproximados de una gestión de nóminas en un contrato indefinido formulo el problema:

“Pepiño de Reviravolta cobra 1.500 € líquidos de nómina, pero a ellos hay que añadir lo que anualmente le retienen de IRPF 4.597 y de Seguridad Social 1.736. La cuota empresarial anual de los diversos capítulos de la seguridad social suma 8.592 €. Pregunta: ¿Cuál es el salario real de una hora de trabajo de Pepiño?”

Se anotan las respuestas en el encerado y se comienza el diálogo en el que se tratarían cuestiones como:

1ª. ¿Se consideró la cuota empresarial como parte del salario real o no? Debe ser parte del salario, pues se paga por cada trabajador contratado y va para financiar los gastos médicos y hospitalarios, diversos servicios... Que esa cuota en la actualidad no figure en la nómina como salario del trabajador lleva a que una ministra haya dicho: “el dinero público no es de nadie”. Además favorece que administren el dinero de los ciudadanos a su antojo e incluso que a algunos ciudadanos les parezca que los gobernantes “crean el dinero”. Somos los ciudadanos los que les pagamos el sueldo y el dinero que administran es del pueblo trabajador.

2ª. Si sumamos a los impuestos que están contabilizados en la nómina lo que pagan los empresarios, no incluido en la nómina como retribución del trabajador, veríamos que la carga tributaria es mayor. En el problema inicial lo que cobra líquido el trabajador sería 21.000 € y los impuestos totales 14.925. Pero al coste anual del puesto de trabajo hay que sumar conceptos como amortización del edificio, energía, máquinas e instrumentos, impuestos a la empresa, prevención de riesgos, mutuas...

Además sobre el ingreso líquido está el IVA: normal 21 %, reducido 10 %, superreducido 4 % y en ciertos casos el 0 %. Es, al menos, una media del 10 %, lo que rebaja el líquido antes citado a 18.900 y los impuestos suben a 16.925. Además hay impuestos directos como el IBI, el de circulación, a los carburantes (en alguno más del 50 % del precio)... ¿Se puede afirmar que la mitad o más del salario real va a impuestos?

3ª. ¿Cuántas horas de trabajo se contabilizaron? ¿40 semanales o las de los colectivos que tienen menos por convenio? ¿Se tuvo en cuenta que hay un mes de vacaciones? ¿Se sumaron 14 pagas (dos extras) y no 12? ¿Se descontaron los 14 días festivos no laborales? Hay convenios que reconocen el derecho a días libres para asuntos propios, para atender a familiares enfermos... Las estadísticas de España dicen que un empleado trabaja cerca de 1.700 horas de media al año y en la OCDE sobre 1.800, que también se pudieron tomar como medida para resolver el problema.

No evalúo si estos impuestos son justos o no. El objetivo es ser conscientes de que el dinero que manejan los gobernantes es de la sociedad, del pueblo, y por eso es relevante saber cuánto se paga realmente. Los gobernantes no crean dinero, sino que administran bien, regular, mal o incluso muy mal lo pagado en los impuestos. Hace tiempo me comentó un especialista técnico que lo habían nombrado asesor del asesor, ya que a éste lo habían nombrado sólo para que cobrara un sueldo. ¿Cuántos asesores de los nombrados son para colocar a miembros del partido o colegas? El dinero de la sociedad no se puede malgastar o usarlo para dividirnos y embrutecernos. No se puede ignorar que la CORRUPCIÓN, la MALVERSACIÓN y el TRÁFICO DE INFLUENCIAS son éticamente muy graves... lo que significa quitarle la riqueza a los pobres para dársela a los que no se debe.

¡Cuánta sabiduría tienen estas palabras de Jesús en el evangelio!: “Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros” (Marcos 10, 42-43).

Precisamos que la conciencia social crezca para conocer mejor la realidad social. Hay que aumentar el compromiso político para que la riqueza sirva realmente al bien común y no a intereses particulares o generales, aunque sean de mayorías pero que atentan contra los pobres y/o el resto de la humanidad. ¡Cuánta transparencia falta en estas cuestiones! ¡Cuánta justicia se necesita!

Ahora más que nunca: Verdad en economia

Antón Negro


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