martes, 20 de mayo de 2025

Nos quieren anestesiar también en lo social. ¡Rebélate ante situaciones como las del genocidio en Palestina!


Juan Gérvas, médico general rural jubilado, Equipo CESCA, Madrid, España

jjgervas@gmail.com  www.equipocesca.org  @JuanGrvas

Mercedes Pérez-Fernández, Especialista en Medicina Interna, médico general jubilada, Equipo CESCA, Madrid, España. mpf1945@gmail.com

 

Se pretende y promueve un Mundo sin Dolor, para incentivar la venta de analgésicos derivados del opio. Un Mundo sin Dolor físico sería terrible y bien lo demuestran las frecuentes amputaciones de pacientes con lepra, que pierden la sensiblidad y no reaccionan frente al dolor que avisa, dolor que cumple su labor fisiológica y “sana”. La “anestesia” física permanente es un peligro, algo dañino para la salud.


Se pretende y promueve un Mundo sin Ansiedad, sin Desasosiego, sin Inquietud, sin Malestar, sin Desánimo y sin Insomnio, para incentivar la venta de psicofármacos antidepresivos, tranquilizantes, somníferos y otros. Pero no vale la pena vivir en un Mundo “Feliz” en que se nos haya embotado la capacidad de sentir ansiedad, desasosiego, inquietud, malestar, desánimo e insomnio porque, al tiempo, la “anestesia” psíquica nos habrá robado la capacidad de emocionarnos, de sentir alegría, amor, empatía, felicidad, júbilo, simpatía y ternura. En un tal Mundo “Feliz” dejamos de llorar y de reír, de sentir y de vibrar con la espiritualidad.


Se pretende y promueve un Mundo Encerrado en su Estado de Bienestar, una burbuja individual que nos aísla del sufrimiento ajeno, que ayuda a mantener sin control “el sistema” (el sistema capitalista), que nos hace ignorar las causas colectivas del sufrimiento social, que desanima la participación en organizaciones civiles y que rompe la solidaridad que nos hace humanos.


Nuestro Estado de Bienestar es un estado de bienestar que se construye a base del Estado de Malestar de gran parte de la población mundial, nacional e internacional. Esta “anestesia social” nos libra de conmovernos y sufrir, por ejemplo, ante hechos cotidianos tan terribles como las mafias de tráfico de personas (y las consecuentes muertes en el proceso de migración, el esclavismo en el trabajo y la prostitución forzada en lo sexual), la desigualdad socio-económica que genera constantemente marginación y las guerras siempre injustas, con sus daños “colaterales” sobre la población civil.


Nada como el genocidio palestino ejecutado por quienes deberían ser custodios sagrados para que nunca se repitiese un Holocausto.


Los nazis de ayer son los sionistas de hoy, las cámaras de gas de los campos de concentración alemanes son las bombas que lanzan hoy los aviones israelíes, el gueto de Varsovia es hoy la franja de Gaza, los judios de ayer son los palestinos de hoy.


¿Vas a permanecer en silencio, un silencio que aprueba? ¿Eres insensible, sufres de anestesia social grave?

¡Conmuévete y muévete ante el daño y el sufrimiento que causa Israel en Palestina, que no te anestesien también socialmente!



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