Juan Gérvas y Mercedes Pérez-Fernández, médicos rurales jubilados
Aunque parezca mentira, el mercado ofrece de todo.También amigos “de alquiler”. No es ficción, existe una aplicación en Internet que permite contratar a personas dispuestas a hacer de amigos por horas.
Nos parece un buen ejemplo del absurdo social en que vivimos, ¡con lo fácil que es tener amigos!
Si es posible, amigos de toda edad y condición, un círculo que no sea demasiado concéntrico, no pasa nada por algo de excentricidad. Y para eso sólo hay que saber escuchar pues cada persona es un mundo de experiencias, ¡y sapienza! Es escuchar activamente, con esa dedicación del lenguaje corporal que está diciendo “yo te creo y entiendo lo que dices y sientes, nada humano me es ajeno”.
Hay que dedicarle tiempo y ganas, sí, hay que hacer el esfuerzo de no perder el contacto, pero es una maravilla que por casa vengan, y a casas vayas, de quienes te han acompañado desde hace décadas (a veces siete, pero hay de todo, también de un año...), ¡tanto compartido!
Pones amor y ternura, y recibes amor y ternura multiplicado por cien...¿quién da más?
Es compartir adversidades, alegrías, chascarrillos, disgustos, historias, narraciones, vidas... estén cerca o lejos, los veas frecuente o infrecuentemente.
Es disfrutar y sentir que perteneces a entornos varios, que vives muchas vidas, no sólo las familiares que te tocan, también las"amicales", profesionales, vecinales, políticas,...Es un poco elegir familia más allá de la genética.
Esos círculos son al tiempo protectores y evocadores, también proyectadores (te permiten vivir cien vidas en el curso de la tuya propia).
Son amigos que no te acompañaron en el nacimiento, casi seguro (esos ya murieron) pero a muchos acompañarás a morir, o ellos te acompañarán a ti al final de la vida, cuando sea una alegría no estar en soledad sino saberte en buena compañía.
Sobre lo de "alquilar amigos" nada como la película “Familia”, de Fernando León de Aranoa, de 1996, en que el protagonista alquila toda una familia (un día, el de su cumpleaños). Es una familia formada por actores que no son entre sí familia. Hacen de hijos, mujer, madre, hermano y cuñada, y también de alguien que pasa por allí. Hay mucho dinero de por medio para actuar durante todo un día para una sola persona. Para el guión, para saber a quién representan y qué papel cumplir, cuentan con las notas que les han pasado sobre la vida del contratante.
“Esta película tiene un comienzo que desencaja al espectador por completo. Algo tan normal como darle una sorpresa a tu padre en el día de tu cumpleaños cuando éste baja a desayunar, y que realmente no lo sea, como se demuestra cuando humilla a su hijo pequeño echándolo de la familia. Un hombre rico, Santiago, convivirá durante todo el día de su cumpleaños con una serie de actores que harán de su familia. Hay que tener en cuenta que Santiago querrá llevar esa farsa, del modo más realista posible, hasta el extremo de mantener relaciones sexuales con Carmen, la actriz contratada para ser su mujer por un día”
https://www.madrimasd.org/blogs/imagen_cine_comunicacion_audiovisual/2010/05/25/125823
Esta voltereta perfecta acaba en el alquiler de personas como una forma más de prostitución, lo contrario a la amistad genuina y verdadera.
¡Con la belleza de la amistad para siempre, la amistad desprendida y comprometida, la amistad porque-sí, por la solidaridad que nos hace humanos!
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