El lema para el día de caridad de este año 2024 es: ALLÍ DONDE NOS NECESITAS ABRIMOS CAMINOS DE ESPERANZA. Como cualquier lema también este tiene debajo una cultura que pretendo poner de manifiesto en este breve artículo.
La primera parte del lema, la que va en el título, implica y exige la SOLIDARIDAD como una opción de vida. La solidaridad con los necesitados exige estar dónde están los que sufren, son explotados y oprimidos, por tanto, tenemos que acercarnos a su vida para compartirla, acercarnos a los que padecen para “padecer con”, compadecer y vivir una compasión real. Al contrario, cuando pensamos en esquemas de poder, lo que sucede es que nos apartamos de los empobrecidos como les acontece a los presidentes de gobierno que sufren el llamado “síndrome de la Moncloa” aislados del pueblo. Esta situación de apartarse de los pobres la expresa bien la sabiduría popular con “hay que ver como cambió Pepito desde que le dieron un carguito”.
La segunda parte del lema, “abrimos caminos de esperanza”, también exige la opción vital de hacer un trabajo conjunto con los pobres, en el que ellos sean los protagonistas. La cuestión no es que los listos abran caminos para ellos, sino que se reconozca y promueva su protagonismo en su propia liberación y promoción. Así lo decía con gran claridad S. Juan XXIII en la encíclica Mater et Magistra nº 144: “Estamos convencidos, sin embargo, de que los autores principales del desarrollo económico, de la elevación cultural y del progreso social del campo deben ser los mismos interesados, es decir, los propios agricultores”.
En el preámbulo a los estatutos de la 1ª internacional se afirma el protagonismo de los obreros: “La emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos”. No buscaban privilegios sino los mismos derechos y deber para todos y concluye: “No más deberes sin derechos, no más derechos sin deberes". El protagonismo en la propia emancipación va asociado a asumir la responsabilidad de las propias decisiones con sus consecuencias.
El protagonismo de la persona en su liberación, como ser social que es, no puede ser una opción por el individualismo sino un camino compartido, como el lema de Cáritas expresa con la 1ª persona del plural y que, por otra parte, Paulo Freire en su obra, “Pedagogía del oprimido”, subraya con claridad: “Nadie libera a nadie, ni nadie se libera solo. Las personas se liberan en comunión”. La importancia del diálogo en este camino se hace imprescindible, si queremos crecer como personas. Es más, cuando compartimos experiencias y conocimientos no los perdemos, sino que al final tenemos más experiencia y conocimiento.
En el magisterio de la Iglesia el principio de la SUBSIDIARIDAD implica el protagonismo de las personas en su liberación, pues lo que puede resolver y solucionar la persona o un grupo pequeño no debe resolverlo una instancia superior. También el papa Francisco en la encíclica Fratelli tutti (2020) en el nº 169 critica las visiones economicistas cerradas que no tienen en cuenta a los movimientos sociales que aglutinan a desocupados, trabajadores precarios e informales con lo que se pierde toda su energía para la construcción del destino común. Así el papa pide incorporar su protagonismo, porque “con ellos será posible un desarrollo humano integral, que implica superar esa idea de las políticas sociales concebidas como una política HACIA los pobres pero nunca CON los pobres, nunca DE los pobres y mucho menos inserta en un proyecto que reunifique a los pueblos”. Así que ni el paternalismo ni el despotismo ilustrado tienen cabida en esta visión para los trabajos de promoción de los pobres.
Queriendo respetar en Caritas, como también se intenta en otras organizaciones, el protagonismo de los empobrecidos en su liberación, empleamos asiduamente la expresión ACOMPAÑADO PROCESOS, por los que las personas que acompañamos desarrollan su capacidad de protagonizar su vida. No se puede elaborar y decidir su camino en vez de que lo hagan ellos, porque ellos son los sujetos de su vida. Esto no quiere decir que todos hagamos el acompañamiento siempre bien. Así que, cuando no se actúe de forma adecuada, será bienvenida la corrección fraterna de los demás.
Ahora más que nunca: Solidaridad
Antón Negro
Antón Negro