martes, 29 de marzo de 2022

MASCOTAS DE UCRANIANOS TIENEN NOMBRE Y MÁS DERECHOS QUE EMIGRANTES POBRES

Mer Santiago/facebook

Habrá quien ponga el grito en el cielo, pero siento vergüenza ajena. Vergüenza de que esta "noticia" ocupe el espacio de los medios de (des)información, mientras no se le ofrezca al último hombre o mujer sobre la tierra una vida mínimamente digna.

"Masha’,‘Persik’, ‘Ruñi’, ‘Dory’, ‘Cornelia’, ‘Bonny’ tienen más derechos que los que ni nombre tienen y no son más que números en un frío depósito, o en una anónima tumba.

lunes, 28 de marzo de 2022

Democracia…para el circo

¡Señoras y señores, personas que no encuentran empleo, trabajadores explotados, inmigrantes que huyen de la miseria, aquellos que no pueden pagar la vivienda o las subidas de la factura de la luz y de los precios, transportistas, autónomos o pequeños y medianos empresarios en apuros, agricultores y ganaderos malpagados, ancianos… los nombrados y los olvidados, sean todos bienvenidos al gran espectáculo del circo de la democracia … 

Con todos ustedes…, les presentamos el ya habitual número de la consulta popular a los ciudadanos, que tiene muy en cuenta la opinión y la voluntad del pueblo, soberano al fin y al cabo, por el que nuestros preocupados políticos que tanto empeño ponen en buscar y encontrar soluciones eficaces a los problemas de la gente y facilitan los medios posibles para hacer el proceso consultivo, ya sea de forma presencial o telemática, con la honrada y noble finalidad de que podamos elegir en los asuntos que más nos importan, los que más nos afectan y los que más nos preocupan, nos ofrecen en esta ocasión el magnífico, el insuperable, el arriesgado y valiente número de… “la consulta popular en Puente la Reina (Navarra) por parte del Ayuntamiento”: entre el 28 de marzo y el 7 de abril del presente año 2022 podrá votarse para ver si se amplían un día las fiestas”…, si, si, señoras y señores, tal y como se lo estamos contando!

Realmente asombroso, la consulta se merece un fuerte aplauso, ¡viva la democracia… la democracia para el circo!

Ahora más que nunca: DEMOCRACIA REAL

Maestro Mangiacaprini

jueves, 24 de marzo de 2022

LA ESCUELA TIENE FUTURO… SI ENCUENTRA QUIEN SE ATREVA A AMAR…

Carmen Nava, el confinamiento en
casa alquilada de 35 m2
Hemos recibido mucho amor, hemos sido testigos de mucha generosidad, ahora nos toca a nosotros dar algo de lo que durante años hemos recibido.

SI EL AMOR QUE SE DA, TIENE ESPECIALMENTE EN CUENTA A LOS ÚLTIMOS

A los más pobres, a los que sistemáticamente la escuela pisa. ¡Cuantas reuniones de profes en los que se crítica a las familias más pobres, a las migrantes, por no ir a reuniones, cuando se está trabajando, por dormirse en ellas, cuando su trabajo es agotador, por traer bollería industrial en vez de fruta, mucho más barata, por no aportar en las campañas de solidaridad, aunque su vida entera sea solidaridad..!

CON UN AMOR DE PROMOCIÓN

Es necesario dar la palabra a los pobres, devolvérsela, después de quitársela tantas veces con pequeñas y grandes humillaciones. La escuela desprecia a los niños pobres, algunos de ellos extremadamente silenciosos, se les tacha de ausentes, poco participativos, raros, uraños… cuando su principal dificultad es su pobreza. No participan porque desde muy pronto han aprendido a callar.
No todo vale para ellos. Necesitan lo mejor. El mejor inglés en la escuela, porque nunca se podrán pagar un viaje en verano a Inglaterra. La mejor literatura, porque no tienen libros en casa, y necesitan leer, hablar, exponer, defenderse…

UN AMOR QUE SE PREOCUPA POR TODOS Y POR TODO

Como decía Milani: “todo nos importa”. Nos importa el precio de los libros de texto, el de la luz y el de la vivienda, importa lo que gana la profesora, la conserje y la limpiadora, importa lo que el alumnado hace fuera del cole, la vida que vive a la tarde, el barrio en el que vive, y sus principales problemas, importa y mucho quién gobierna, y cómo y por qué consiguió ser el más votado…Y cada vez que estos temas dejen de importarnos… Más esclavos seremos.

UN AMOR, QUE TOMA PARTIDO

Nuestra presencia en el mundo, decía Freire, implica elección y decisión, no es una presencia neutra. Tomar partido significa romper tantos y tantos acuerdos que se construyen pisando al débil. Optar por romper la comodidad, por dejar de ser corporativista, por defender a una familia cuando tenga razón, en vez de a un compañero, por optar por las familias, en vez de por las editoriales, optar por la verdad y la justicia en vez de por la mediocridad.

UN AMOR POLÍTICO

Pues no se puede amar al pobre sin querer acabar con las leyes que le aplastan. Amamos a nuestros niños de aula, pero no hemos hecho nada, para que durante el confinamiento pudiesen salir a la calle, volver a jugar en los parques, poder tocar a un amigo, o jugar a la pelota… Amamos a niños concretos, pero nuestra indiferencia ante las condiciones laborales de sus padres les condena y les aplasta. Es una trampa pensar que tenemos libertad, y que podemos saltarnos la burocracia cerrando la puerta de nuestra clase. Hasta que no abramos esa puerta de par en par, y nos planteemos transformar todo un sistema educativo, político y económico injusto, viviremos asfixiados y asfixiando.

CAPAZ DE LUCHAR POR LO QUE AMA.

Porque cada vez que no damos un paso adelante, lo damos hacia atrás. O luchamos por lo que creemos, o lo perdemos, nos vendemos.

HASTA TRANSFORMARSE Y TRANSFORMAR

Necesitamos tomarnos en serio nuestra propia formación, plantear en nosotros mismos el cambio que queremos, necesitamos romper las inercias, cortar con las ataduras que nos inmovilizan, plantearnos en serio una “conversión” personal. Para eso necesitaremos amigos, compañeros de viaje, equipo. Y al mismo tiempo, no después, plantearnos la transformación de una realidad injusta, plantearnos la revolución que la escuela necesita

LA ESCUELA TIENE FUTURO, ¡TIENE FUTURO!  …SI ENCUENTRA QUIEN SE ATREVA A AMAR

Ahora más que nunca: AMOR POLÍTICO

Nuria Sánchez

*El pasado fin de semana 19 y 20 de marzo de 2022 en la Casa Emaús, se celebró un curso sobre los DESAFÍOS DE LA EDUCACIÓN, donde familias y educadores estuvimos dialogando sobre la escuela, la vida, la política y el amor. 

sábado, 12 de marzo de 2022

GUERRA Y PAZ EN EL CINE “Esta tierra es mía” / ”La gran ilusión”


Cuando esto escribo, llevamos ya un montón de días de sufrimiento, dolor y preocupación por lo que está pasando en Ucrania. Veo que todo el mundo (excepto algunos cínicos políticos/as) nos sentimos solidarios. ¿Qué podemos hacer? Todos se están moviendo. Yo, además de buscar formas de solidaridad, en estos días, por la noche, he revisitado algunas películas sobre el tema de la guerra que son a la vez un canto a la paz.

Es verdad que hay muchísimas películas bélicas que se han hecho a lo largo de la historia del cine; ¡y las que vendrán! Algunas tratan los conflictos bélicos como si fuera una narración de aventuras, buscan entretener, lo cual cuando lo piensas en vivo, como ahora, no hace mucha gracia. Otras películas contienen un mensaje tan angustioso y desesperanzado que hay que tener mucho valor para soportar su visionado. 


Las dos películas que yo recomendaría y que he visto estos días han sido dirigidas por el mismo director el francés, Jean Renoir. Una, es “Esta tierra es mía” (1942), aunque es una obra menor del cineasta hijo del famoso pintor impresionista es admirable porque llega al hondo del corazón. ¿Quien no se emociona en aquella secuencia final, viendo al pobre y pusilánime maestro de escuela despidiéndose de sus alumnos en su última clase, leyéndoles la Declaración de los Derechos Humanos, mientras a la puerta del aula le esperan los soldados nazis para llevarlo a un campo de concentración? 


Otra película, una obra maestra del cine de todos los tiempos, es “La gran ilusión” (1937). Un mensaje de amor, solidaridad y paz para toda la humanidad, que apuesta por la posibilidad de concordia y armonía entre todos los pueblos. Una obra sobre la camaradería y las relaciones humanas que retrata el día a día de unos prisioneros franceses en un campo de concentración alemán durante la Primera Guerra Mundial o Gran Guerra. Algún espectador le pueda parecer algo ingenua: la relación entre los dos altos mandos enfrentados no puede ser más caballerosa y humana. La relación de los prisioneros con sus guardianes es más que correcta: pero ahí está gran parte del mensaje: la paz es posible, el diálogo entre los que se ven implicados en una guerra es el principio de la paz. Es una película sobre la guerra donde no aparecen ni tanques ni trincheras y solamente aparecen dos muertos. A Renoir le interesa más la relación fraterna entre las distintas clases sociales que las de la jerarquía militar.


Ahora más que nunca: PAZ


José Luis Barrera Calahorro.


viernes, 11 de marzo de 2022

Se trata de millones de vidas, ahora más que nunca

Quizás haya alguien que realmente crea a Ucrania capaz de parar al ejército ruso. No es mi caso. Quizás los ministros y`presidentes europeos hayan pensado que responder al Gobierno ruso con la fuerza -militar, comercial o financiera- era realmente la forma de evitar la muerte de decenas de miles de personas. Sin embargo, la abismal desproporción entre el tamaño y experiencia de ambos ejércitos, y la no menor desigualdad en la capacidad de sus Gobiernos para resistir los efectos económicos o las presiones, de su población o del exterior, hacen evidente que prolongar la guerra supone aumentar cada día el sufrimiento y las muertes del pueblo ucraniano, pero no solo. 

Insistir en la violencia, sea militar o financiera, para derrotar a Putin, acentúa la violencia que éste ya ha demostrado que está dispuesto a llevar al límite, y aumenta el riesgo de que un paso mal dado lleve al uso de armamento nuclear, lo que es mejor no pensar mucho. Resulta difícil de entender que nuestros representantes políticos sigan apostando por acorralar a un dictador de 70 años que lleva medio siglo practicando la violencia en todas sus formas posibles, y que tiene poca o ninguna traza de asumir una derrota histórica en esta fase de su vida. 

Los cargos europeos se llenan de palabras sobre la amenaza de futuros escenarios posibles si se hacen concesiones a Putin, o sobre la necesidad de defender los supuestos valores europeos, mientras el camino elegido va dejando un reguero de víctimas en el país al que afirman apoyar. Pero, además, los efectos de la violencia están dibujando un escenario terrorífico a corto plazo, de víctimas por hambre o desabastecimiento entre los más pobres, sobre todo en países empobrecidos, donde no se trata de poner o no la calefacción, sino de conseguir el pan del día. Parece enormemente improbable que esta guerra acabe con una rendición de Putin, por lo que habrá que sentarse con él y darle una salida que esté dispuesto a aceptar, aunque no sea justa. 

La Unión Europea y sus Gobiernos tienen todavía un enorme margen político, comercial y financiero para influir en quienes sí pueden hacer que Rusia se siente hasta llegar a un acuerdo, como es el caso de China y Estados Unidos, pero también otros como Turquía. No se trata de buenas palabras, sino de una acción determinada en los miles de campos en los que esas potencias están operando con Europa, para que las potencias mundiales se sienten a llegar a un acuerdo. La otra opción, la actual, es apostar la vida de los ucranianos en una guerra imposible, y sembrar el hambre y el frío entre millones de personas en el mundo, entre las que no se encuentran los representantes europeos. Ah, y también está la posibilidad de armas nucleares, pero eso hemos dicho que mejor no pensarlo.

Ahora más que nunca: millones de vidas

Miguel Fernández Taboada

miércoles, 9 de marzo de 2022

LIMPIADORAS DE 8M


Igualdá -lo que se dice igualdá- es igualdá 
Igual da -lo que se dice igual da- lo que da igual.

Igual da Botín Patricia que Botín Emilio.
Igualdá es cobrar todos lo mismo. 

Igual da jefa que jefo.
Igualdá es sin jefes. Todos iguales.

Igual da caprichosas que caprichosos
Igualdá es que lujos pocos y a todos por igual.

Igualdá -lo que se dice igualdá- es igualdá 
Igual da -lo que se dice igua da- da igual. 

Ahora más que nunca: JUSTICIA. Justicia es igualdá

Eugenio A. Rodríguez

martes, 8 de marzo de 2022

Covid19 endémico: ¿Cómo la gripe o todo lo contrario?


Juan Simó/José R. Loayssa

Una ola gigantesca

Con más del 80% de la población vacunada, una sexta ola gigantesca ha duplicado en apenas 12 semanas los casos de covid19 notificados por el Ministerio de Sanidad que ya superan los 11 millones esta primera semana de marzo. Poco descubrimos si decimos que las vacunas no acabarán con la pandemia pero, a falta de ensayos clínicos controlados que lo demuestren, los datos del mundo real ofrecen indicios suficientemente consistentes de su contribución a disminuir el riesgo de muerte y hospitalización en los pacientes de mayor riesgo. Pensamos que la población española ya infectada en algún momento de la pandemia se encuentra entre los 26 y 30 millones, lo que significaría que la inmunidad natural sería muy amplia entre la población.
La invisibilidad de la inmunidad natural

Pese a la indudable capacidad protectora de la inmunidad natural (aquí), las referencias institucionales (EEUU CDC, Europa CDC, OMS) han sido renuentes a reconocer su papel. Actitud que hicieron suya muchos gobiernos y medios. Quizá actuaran así para que la gente prefiriera vacunarse antes que contagiarse. Pero consiguieron justo lo contrario: mayor desconfianza y más combustible para la llama conspiranoica. Bastaba con explicarlo: la gente no es tan estúpida y lo hubiera entendido. La creciente inmunidad natural entre la población no puede seguir siendo ignorada (aquí, aquí, aquí). Hasta el Wall Street Journal titula así un reciente editorial: «El alto costo de menospreciar la inmunidad natural al covid«, con el subtítulo: «Las vacunas se desperdiciaron en aquellos que no las necesitaban, y las personas que no representaban ningún riesgo perdieron sus trabajos» (aquí).

En transición hacia la endemicidad

Que el nuevo coronavirus camine hacia la endemicidad no se debe a que el transcurrir del tiempo haya atenuado su gravedad para que nosotros volvamos a la normalidad. Efectivamente, lo más probable es que prosperen aquellas nuevas variantes más transmisibles y a la vez menos patogénicas. Pero esto no implica una predestinación, ligada al paso del tiempo, a que tal cosa ocurra. Y menos, en aquellos virus, como el nuevo coronavirus, cuya mayor parte de la transmisión ocurre desde dos días antes de los síntomas y antes de que pueda agravarse la enfermedad. Hasta cierto punto, la aparición de ómicron, más transmisible pero menos patogénico que delta, podría considerarse una suerte para nosotros porque no estaba escrito que necesariamente ocurriera así. De hecho, se han publicado estudios que muestran que delta podría haber sido más patogénica que su precedente alfa (aquí) y, una vez hospitalizado, el paciente infectado por delta también mostraba una peor evolución (aquí).

Afirmar hoy que el nuevo coronavirus será endémico es una obviedad. La endemización era casi la única salida posible pues la erradicación del virus, con estas vacunas, no ha sido nunca una meta realista. Algunos lo tenían ya claro desde el primer minuto del plan de vacunación en enero de 2021 (aquí y aquí). Pero al decir que el virus será endémico, decimos poco sobre cuánto tiempo transcurrirá hasta entonces, cuánta será la morbi-mortalidad durante la transición a endemia y, sobre todo, qué carga de morbi-mortalidad soportará en la endemia la población más vulnerable a la infección (aquí). Y dado que el nuevo coronavirus será endémico, el mantenimiento poblacional de la inmunidad dependerá más de la presencia del virus que de la vacunación universal periódica (aquí, aquí, aquí), lo que no se contradice con que se pueda juzgar conveniente, tras su estudio, un refuerzo anual a grupos de muy alto riesgo (aquí, aquí, aquí).

Pero hablar de “gripalización” y usar la palabra endemia como excusa para no hacer casi nada es muy mala idea. Esta actitud, entre indolente y negligente, descansa sobre la errónea idea de que los virus siempre y sin excepción evolucionan con el tiempo para volverse más benignos. Si fuera así, la gripe sería cada año más leve y no es así. Una enfermedad puede ser endémicamente generalizada y mortal (aquí). La cuestión, pues, no es tan simple. Aparecerán nuevas variantes y es posible –quizá improbable, pero posible– que prevalezca una tan o más transmisible que ómicron pero más patogénica. Algo más habrá que hacer que “aprender” a vivir con el virus. Una covid19 ya endémizada no será inofensiva por necesidad, y menos lo será en la transición a endemia, fase que ahora iniciamos y que todavía nos deparará más de una ola.
Confiemos en nuestro sistema inmunitario

La presentación explosiva de ómicron ha evidenciado que ni la inmunidad derivada de la vacunación ni la inducida por la infección previa bloquean sustancialmente ni la transmisión ni la re-infección respectivamente, aunque sí protegen contra la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte (aquí). Esto significa que la inmunidad que previene la gravedad decae más lentamente que la que previene la infección (el contagio), lo que pone el foco en el papel presumiblemente relevante que tendría la inmunidad de memoria. La conclusión es clara, sin vacunas esterilizantes y una vez superada la pauta vacunal completa en más del 90% de la población diana, el camino de salida nos lo señala la inmunidad de memoria celular y humoral derivadas tanto de la infección natural como de la vacunación. La inmunidad celular (inducida por la vacuna o por infección previa) mantiene prácticamente intacta su potencial eficacia coadyuvante en la reducción de la gravedad clínica tras una primoinfección (o reinfección) por las principales variantes del nuevo coronavirus, incluida ómicron (aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí). Algo similar ocurre con la inmunidad humoral de memoria mediada por células B que responde con anticuerpos neutralizantes en sujetos con infección previa, vacunados o no, ante un nuevo contacto con el virus, incluida la variante ómicron (aquí). Dentro de la inmunidad de memoria, la literatura científica apuesta más por la celular que por la humoral, especialmente por su mayor duración (aquí). Se ha comprobado que supervivientes del SARS –enfermedad causada por el SARS-CoV-1– poseen células T de memoria de larga duración reactivas a la proteína N de este virus 17 años después del brote de SARS de 2003; células T que también mostraron una fuerte reactividad cruzada con la proteína N del SARS-CoV-2 (aquí). También se comprobó que supervivientes a la gripe pandémica de 1918 poseían en 2008 (90 años después) anticuerpos neutralizantes altamente funcionales contra este virus singularmente virulento y que, por lo tanto, los seres humanos pueden mantener células B de memoria circulantes contra los virus durante muchas décadas después de la exposición, hasta bien entrada la décima década de la vida (aquí). Pero, además de confiar en la inmunitaria providencia debemos hacer algo más.

¿Qué más debemos hacer?


Primero, debemos abandonar la indolente equiparación entre “gripalización” e inacción. Segundo, debemos mejorar los datos y su transparencia para una investigación epidemiológica de calidad. Tercero, debemos distinguir entre el ingreso hospitalario por covid19 del covid incidental. Cuarto, debemos investigar los niveles reales de morbi-mortalidad que produce la actual variante ómicron. Quinto, la efectividad vacunal en la reducción de enfermedad grave, ingreso hospitalario y muerte hay que estudiarla y presentarla según exista o no antecedente de infección previa. Sexto, debemos hacer un estudio de seroprevalencia de base poblacional para saber en qué punto de la transición pandemia-endemia nos encontramos. Séptimo, debemos dejar de tratar a los niños en la escuela como si fueran bombas víricas. Octavo, debemos invertir en mejorar las vacunas para que protejan frente a una gama más amplia de variantes y que, además de reducir la gravedad clínica y la muerte, reduzcan la transmisión viral. Noveno, debemos desarrollar sistemas que sirvan para reducir la circulación del virus en lugares cerrados mediante ventilación y filtración del aire. Por último, y no menos importante, debemos reforzar nuestra sanidad pública, en especial nuestra atención primaria.

1. Gripalización ≠ inacción

Durante los próximos años hasta su definitiva endemización el nuevo coronavirus probablemente será “la nueva gripe” con olas epidémicas, al menos, durante los inviernos. El haragán dirá: como el virus será “la nueva gripe”, basta que hagamos con él lo mismo que hacíamos hasta ahora con la gripe: vigilancia al estilo gripal, contar casos, estimar muertos, publicarlo y poco más. Y ese es el problema, hacer como hacemos con la gripe. Si hacemos sólo eso no iremos bien. ¿Por qué? Porque el virus no es todavía endémico y, por tanto, su dinámica será bastante imprevisible como lo ha sido hasta ahora, aunque cada vez menos. ¿Predijo alguien la mera aparición de la ola veraniega de 2021? Aunque era previsible la ola invernal de la que estamos ahora saliendo, ¿predijo alguien su gigantesco tamaño? ¿Es probable que tengamos otra ola este próximo julio ligada al incremento de la movilidad e interacción social asociadas al final del curso académico, al inicio vacacional general y a festividades locales varias? ¿Es probable que tengamos en las próximas navidades una ola similar a esta sexta aunque no sea tan enorme? La respuesta a ambas preguntas es sí. Y es sí por mucho que el virus se esté endemizando. Y es sí porque todavía hay muchos millones de españoles que no han tenido contacto natural con el virus. Habrá que decidir, entonces, qué hacer y qué no hacer, prepararnos para ello y no esperar a que ocurra para decidir a la desesperada porque “no se podía saber”. No, no, no, ya son dos años: ya «se puede saber». Y hay que tenerlo en cuenta porque ambos son periodos vacacionales, y el sistema afrontará dichas olas mermado de efectivos, como ocurrió en el pasado verano y en las pasadas navidades. Si no hacemos nada más que lo que hacemos con la gripe se repetirá la saturación en urgencias y centros de salud.

2. Gripalización ≠ apagón de datos

La «gripalización» no puede significar la ausencia de datos que permitan de forma transparente una investigación epidemiológica de calidad para navegar la salida pandémica sin ir a la deriva (aquí). Tres ejemplos ahora cruciales: a) discernir entre el ingreso hospitalario real por covid19 del incidental, b) determinar la auténtica patogenicidad de ómicron en el mundo real, y c) conocer los riesgos de enfermedad grave, ingreso y muerte según el estado vacunal y el antecedente de infección previa por SARS-CoV-2.

3. Discernir entre ingreso por covid19 y el «covid incidental»

La inmensa mayor parte de los casos de ómicron cursan con un cuadro similar a un catarro de vías altas. Pero es que, además, sabemos que muchos casos, más que en las anteriores variantes, cursan de modo asintomático (aquí). Además, esta sexta ola ha sido tan importante en número de casos que muchos han sido diagnosticados casualmente en el hospital, incluso asintomáticos, al ingresar por otra causa pues a todos se les hace una PCR al ingreso. Es lo que se conoce como “covid19 incidente” que ha podido significar entre el 15 y el 30% de los casos ingresados en los hospitales (aquí, aquí, aquí). En un estudio estadounidense el «covid incidente» se estimó en un 26% entre marzo de 2020 y agosto de 2021 (aquí). Es probable que en la ola ómicron esta cota se haya superado. El consejero madrileño de sanidad ofrece una cifra del 41% para la Comunidad de Madrid (aquí).

4. Niveles probables de enfermedad y muerte con ómicron

Por otra parte, esta sexta ola en España empezó siendo mayoritariamente delta y a continuación se añadió la aparición explosiva de ómicron que terminó dominándola. Necesitamos pues, discernir claramente los casos que precisaron ingreso en planta, en UCI y fallecieron según la variante responsable de los mismos, delta u ómicron. Por ejemplo, en Portugal se comparó el riesgo de enfermedad grave entre pacientes diagnosticados entre el 1 y el 29 del pasado diciembre según fueran delta (n=9.397) u ómicron (n=6.581), ajustando por factores pronósticos (sexo, edad, infección previa y estado de vacunación). Fueron hospitalizados el 1,6% del grupo delta y el 0,2% del grupo ómicron. Se notificaron un total de 26 fallecidos, todos en pacientes con infección delta. La duración del ingreso hospitalario para los pacientes ómicron fue 4 días menor que para los pacientes delta, ajustando también por factores de confusión (aquí). 

5. Efectividad vacunal según antecedente de covid19 previo

También conviene conocer el riesgo de ingreso en planta, en UCI y de fallecimiento según estado vacunal y antecedente de infección previa por SARS-CoV-2, ajustando todo ello por factores pronósticos (al menos, sexo, edad, y comorbilidad más importante). Con una prevalencia creciente de inmunidad natural entre la población, su efecto protector no puede ser usurpado por las vacunas (aquí), por lo que el efecto protector vacunal en los sujetos vacunados ha de estudiarse y presentarse según éstos hayan tenido o no infección previa, sintomática o no, por el nuevo coronavirus.

6. Estudio de seroprevalencia

Es muy probable que los casos oficialmente notificados en España sean menos de la mitad que los reales, especialmente en niños y adolescentes. Sabemos que los casos de ingresos de hoy son los contagios de hace unas semanas. Pronosticar el curso de la pandemia exige estimaciones fiables de los niveles pasados y actuales de infección. Necesitamos saber en qué punto de la transición pandemia-endemia nos encontramos. Por ello, es necesario un estudio de seroprevalencia de base poblacional al terminar esta sexta ola pues, además, la inmunidad natural ha de ser menos ignorada y cobrar mayor protagonismo en las políticas sanitarias actuales y futuras (aquí).

7. Dejar de tratar a los niños en la escuela como si fueran bombas víricas


Los niños no son culpables del mantenimiento de la circulación viral ni de que no hayamos «vencido» al virus. Tampoco se comportan como «bombas víricas» aniquiladoras de abuelos y padres. Ahora mismo, cuando sabemos que la transmisión en la escuela y en el hogar se potencian entre ellas (aquí), la escuela es el ámbito donde perduran las medidas más restrictivas y donde se practican pruebas y restricciones ante situaciones en las que no se practican en otros ámbitos, incluido el sanitario (aquí). La escuela es el principal ámbito en donde necesitamos conocer la seroprevalencia de infección. Por ejemplo, datos recientes del Instituto Nacional de Estadística del Reino Unido revelan que los niños entre 8-11 años, cuya vacunación empezará el próximo abril (aquí), tenían a primeros del pasado febrero una tasa de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 del 82% en Inglaterra, del 80% en Gales, del 72% en Irlanda del Norte y del 82% en Escocia (aquí). Con esta tasa de inmunidad natural presente en estos niños todavía no vacunados es difícil justificar su vacunación cuando sabemos, además, que los niños muestran tras la infección una seroconversión sostenida al menos hasta nueve meses después, con un título de anticuerpos superior al de los adultos (aquí).

8. Mejorar las vacunas

Si algo ha dejado claro esta sexta ola es que la vacunación masiva no detiene la transmisión comunitaria del virus. Igual que los sujetos no vacunados, los vacunados se contagian y contagian, entre sí, a los no vacunados y de los no vacunados. Esto ya ocurría con delta (aquí y aquí) pero ómicron se lo ha hecho ver al más obstinado defensor del vacúnate para “proteger a los demás”. Por lo tanto, necesitamos mejorar las vacunas para que protejan contra una más amplia gama de variantes y que, además de reducir la gravedad clínica y la muerte, reduzcan la transmisión viral. Y todo ello con una seguridad y un precio aceptables para su utilización mundial.

9. Mejorar la calidad del aire en recintos cerrados

Debemos disponer de mecanismos de renovación y filtrado del aire en recintos cerrados (aquí) con ayudas públicas para su investigación, desarrollo e implantación. Al respecto, poco se ha hecho incluso en países ricos (aquí). Urgen estas actuaciones en la escuela, en los centros sanitarios y, especialmente, en las residencias de ancianos donde tenemos pruebas de la presencia del SARS-CoV-2 en el aire de estas instalaciones donde residen personas de muy alto riesgo (aquí).

10. Reforzar nuestra sanidad pública

Los políticos han visto siempre la sanidad pública como un gasto, no como una inversión. Una sanidad pública mejor dotada y no esquilmada por los recortes realizados durante los peores años de la crisis de 2008 hubiera respondido mejor a las tensiones derivadas de la crisis pandémica, especialmente en el ámbito de la atención primaria, malherida tras la crisis de 2008 y rematada por la pandemia. Se necesita inversión multimillonaria en la atención primaria (en tecnología, en ladrillo y en personal), rediseño del modelo, introducción de nuevos perfiles profesionales, cambios de actitud, respeto máximo a sus atributos nucleares –especialmente la longitudinalidad– y, sobre todo, mayor autonomía profesional con rendición de cuentas (aquí).

Conclusión

En esta fase de transición no podemos aplicar de nuevo medidas drásticas como cierres de escuelas, cuarentenas exageradas, cribados masivos indiscriminados, pasaporte covid, restricción de actividades –o imposición de mascarillas– al aire libre, etc., algunas, además, con poca base científica. Se equivocan quienes piensan que la pandemia se cierra de hoy para mañana decretando su “gripalizacion»; es decir, actuando sobre la covid19 como hasta ahora actuábamos sobre la gripe. La endemización no nos ata de pies y manos. Estas propuestas pretenden orientar el tránsito de pandemia a endemia. Todas ellas son necesarias, algunas de necesidad inmediata, para no ir a la deriva ni conducir mirando siempre el retrovisor.

lunes, 7 de marzo de 2022

Marlaska y sus monaguillos

El Ministro y sus monaguillos hoy en Melilla intentando darse un baño de popularidad ante sus currantes e intentando convencer a los demás de que los ganchos para subir la valla son ARMAS.

¿Es un delito de odio criminalizar a los inmigrantes para favorecer y justificar las acciones violentas que hemos visto que han de sufrir al intentar saltar la valla?

Se vuelven a dar las situaciones de violencia, de malos tratos, de desprecio por la integridad de las personas que se han dado repetidamente en otras ocasiones en nuestra frontera. Esta vez bajo el paraguas de un gobierno progresista se vuelven a producir devoluciones en caliente. A un hombre con un jersey rojo (otra vez) se le apalea brutalmente y públicamente como se hizo con Dany no hace mucho... Se expulsan a niños de forma sumaria y el Ministro Marlaska nos sale igual que aquel llamado Jorge, defendiendo a los indefendibles y garantizándoles impunidad.

Sentencias tan a medida de la ultraderecha como las del Tribunal Europeo de Derechos Humanos dan alas a que se permita cualquier barbaridad que se cometa en fronteras y permiten esa absoluta indefensión de las victimas.

El Defensor del Pueblo fue y sigue siendo la única institución el Estado que se mantiene firme en la defensa de los Derechos Humanos y de la que se puede estar orgulloso.

Ahora más que nunca: verdadero socialismo

José Palazón

miércoles, 2 de marzo de 2022

UCRANIA - EL HOLODOMOR

José Luis Navarro

En la entrada del parque conmemorativo de Kiev, Ukrania, hay una escultura de una niña muy delgada con una mirada extremadamente triste, que sostiene varias espigas en sus manos. Detrás de ella se encuentra la Vela del Recuerdo, un monumento con detalles que recuerdan a los auténticos bordados que se pueden encontrar en los trajes tradicionales ucranianos. Este es un monumento que marca un evento histórico conocido como el Holodomor. Pero, ¿qué es el Holodomor y qué delito marca este monumento en general?

Después del final de la Primera Guerra Mundial, Ucrania era un estado independiente, pero en 1919 la Unión Soviética lo "absorbió" en la comunidad de estados soviéticos. Los ucranianos, que ya entonces se consideraban un pueblo de Europa Central como los polacos y no de Europa del Este como los rusos, intentaron restaurar la independencia de Ucrania.

No queriendo perder el control del granero principal de Europa, en 1932 Stalin recurrió a una de las formas más atroces de terror contra una nación. En el proceso de nacionalización, les quitó a los campesinos ucranianos la tierra productora de cereales, pero también todas sus ofrendas, creando así una hambruna artificial. El objetivo era "enseñar a los ucranianos a ser inteligentes" para que ya no se opusieran al Moscú oficial. Así, las personas que más cereales producían en Europa se quedaron sin una miga de pan. El pico del Holodomor fue en la primavera de 1933. En ese momento, 17 personas en Ucrania morían de hambre cada minuto, más de 1000 cada hora y ¡casi 24 500 cada día! La gente literalmente se moría de hambre en las calles.

Stalin asentó a la población rusa en las aldeas ucranianas vaciadas. Durante el próximo censo, hubo una gran escasez de población. Por lo tanto, el gobierno soviético anuló el censo, destruyó la documentación del censo y los enumeradores fueron fusilados o enviados al gulag para ocultar completamente la verdad.

Estuvo en el Holodomor durante 1932-1933. entre siete y diez millones de personas fueron asesinadas por el hambre, más que judíos en la Segunda Guerra Mundial. Su gas venenoso era el hambre. Su Hitler era Stalin. Su Holocausto fue el Holodomor. Para ellos, el Berlín fascista era el Moscú soviético y su campo de concentración era la Unión Soviética. Hoy, 28 países del mundo catalogan al Holodomor como genocidio, y no se podía aprender en la escuela porque casi todas las pruebas fueron destruidas, y la víctima fue silenciada durante décadas y hasta hace poco no tenía derecho a voto.

El Holodomor pudo haber roto temporalmente la resistencia ucraniana, pero hizo eterno el deseo de que Ucrania se independizara de Rusia.
¡
Dios nos guarde de todos los males por los siglos de los siglos.